Hoy, quiero y debo tratar una gran aventura relacionada con la adopción de Lera...y de cualquier otro menor adoptado, sea cual fuera el lugar de nacimiento de estos: los orígenes. Y para tratar de conocerlos e ir uniendo cada cabo, partiendo de la información ya conocida acerca de estos; lo más apropiado (en caso de decidirse por conocerlos) es emprender el camino e iniciar la búsqueda. Se trata de un viaje al corazón de nuestros hijos y al nuestro propio...al lugar del cual tenemos conocimiento que se gestó su llegada al mundo y se produjo...y a la búsqueda de aquellos "detalles" y aquellos "por qués", que dieron con su abandono y llegada a una casa cuna u orfanato. En nuestro caso, todos sabréis que se trata de la región de Vladivostok...y nuestra intención, era recabar toda aquella información que ahora sea posible; puesto que en el futuro, quizás esta sea imposible o al menos, más difícil conseguir. Estábamos por tanto, iniciando un nuevo camino, con tantos sentimientos que nos invadían, pero sin ningún temor: bueno, quizás el único era que no quisiera nadie colaborar o ni tan siquiera escuchar al portador de tanta información, ilusión y tal vez, necesidad de conocer datos...detalles. Se trataba de hacerle llegar una carta nuestra, dirigida a aquella mujer que llevó en el vientre a nuestra hija: su madre biológica...a quien lejos de reprochar nada (y agradeciéndole haber llevado a término aquel embarazo tan complicado), tratábamos de poner en antecedentes e informar acerca del bien que hizo con aquel gesto: y de lo feliz que es aquella niña que un día dejo a merced de las autoridades...y del presente y el futuro que la esperan: para que pueda sentirse orgullosa de traerla al mundo; y sepa que siempre la tendremos en nuestras plegarias...sabiendo que aquella niña, Lera, piensa en ella como una buena mujer que le dió la vida y no fué capaz de cuidar de ella.
Este viaje, se iniciaba casualmente el pasado 30 de septiembre, fecha del Cumpleaños de Paula: comenzaba una nueva Odisea en nuestra historia, para tratar de conocer y comprender el por qué de su historia y todos aquellos detalles que puedan hacerle (hacernos) comprender cómo fue su recorrido hasta conocerla y unirnos en familia; y el por qué de tantas dudas y preguntas sin resolver. En este viaje, nos acompañaban los sueños de otras familias con el mismo interés y en busca del mismo objetivo y deseo para con sus hijos: Esperanza, ilusión...temor? Sin duda, un entresijo de sentimientos y sensaciones, así como de sueños y deseos rotos en algún momento de la historia de nuestros hijos...
Simplemente con encontrar a esa madre biológica y conseguir que leyese esa carta, nos daríamos por satisfechos y tendríamos mucho en lo que pensar; pero mucha satisfacción por haber hecho lo que creíamos era nuestro deber y nuestra obligación e interés por obtener algún resultado positivo de ello...pero también, esa carta iba acompañada de una serie de preguntas de suma importancia acerca del pasado de su familia y por supuesto, todo lo relacionado con Lera. Entre ellas, algunas cuestiones relacionadas con la salud y factores genéticos que bien podrían solucionar y prevenir muchas dudas en torno a la salud y a determinados hechos sobre los que existe tanta incertidumbre...
Habrá muchos que no lo entiendan... habrá muchos que no lo vean necesario; pero cualquier dato, cualquier detalle podría ser y será muy importante para el futuro de nuestra hija...y nos reconforta saber que no hay nada más a nuestro alcance para poder hilar más fino y conocer cada aspecto del pasado y el origen de nuestra pequeña.
Muchos no comprenderán qué nos motiva a conocer su pasado; pero sólo hay que pararse a pensar en la incomprensión acerca de por qué decidimos sufrir tanto al embarcarnos en un proceso que sabemos muy complicado e incierto...o aún más, al conocer tan de cerca la más absoluta desolación causada por la pérdida de un "hijo", como siempre sentiremos y recordaremos al pequeño Denis... Pues bien: como dije en multitud de ocasiones, era el hecho de buscar y hacer realidad el mayor de nuestros sueños y deseos...el de ser padres: y por perseverancia y el amor que nos movió tras conocer una casa cuna y todos aquellos pequeños que la habitaban, tuvimos la fuerza necesaria para continuar y hacer aquel sueño realidad, encarnado en nuestra querida Lera. En aquel momento, nos negamos a renunciar a lo más hermoso que la vida puede darte: los hijos... No nos conformamos con sumirnos en la tristeza y la desesperación; y la sonrisa (en ocasiones congelada), seguía siendo nuestra muestra de identidad ante la adversidad...sabiendo que quizás todo lo maravilloso que hay en la vida o nuestro alrededor, no lo alcanzaríamos, pero que intentándolo, algo positivo estaría por llegar. Y así fue...
Por tanto, no deja de ser una necesidad (para Lera, pero también para nosotros) más de conocer todo lo posible...y una nueva aventura o historia, que puede estar comenzando de nuevo; y que podría modificar (siempre de forma positiva) sustancialmente la forma de afrontar el futuro y el pasado, cuando a nuestra pequeña se le presenten las más que normales y naturales dudas sobre su propia identidad...
Sólo podemos pedir, que nuestro gesto, nos acerque aún más a conocer la realidad de una historia tan increíble como lo es la de cualquier pequeño que de un modo u otro, queda en desamparo (se me rompe el corazón cada vez que debo escribir "abandonado") a edad temprana. Cruzamos los dedos...aunque ya sabemos que la suerte está echada.