Comenzábamos pues, la senda del encuentro con un pequeño, por quien desde ese primer instante, antepusimos sus necesidades a las nuestras propias; y que a pesar del final triste del capítulo, nos permitió prepararnos para el final feliz de esta etapa y para ese futuro que nos esperaba con nuestra hija. Ese primer viaje, nos hizo vivir la adopción mucho más profundamente, como sin duda alguna hace con todos quienes visitan por primera vez una casa cuna; y nos permitió sabernos padres y actuar a partir de ese primer instante, como tales.
Como bien sabe todo el mundo, las dificultades surgidas en las adopciones en Rusia; y la adopción por parte de una familia rusa de nuestro siempre querido y recordado Fernando Denis (por qué no, pensar que ya estaban escritas las circunstancias que lo rodearon), imposibilitaron su llegada al hogar que lo amaba y esperaba, junto a multitud de personas que ya lo querían y anhelaban...
Aunque aquella pérdida fue superada, confiando y conociendo la realidad; teniendo la certeza (nunca dudamos que así sería; y que además VLADIVOSTOK sería quien nos diera un hijo o una hija) que alguien aguardaba nuestra llegada...nunca podremos olvidar a aquel pequeño a quien seguimos amando y por quien en la intimidad pedimos y nos preocupamos, a pesar de no tener noticia alguna: nos enseñó a amar aún más, (lo cual a buen seguro será muy positivo e importante para Lera) y a abrir nuestros corazones y compartir lo más deseado, nuestro lado más personal con muchas otras personas. Con todo ello, aprendimos a conocernos aún mejor a nosotros mismos y descubrir nuestros propios límites y capacidades...y nos permitió conocer la más absoluta tristeza; y saber que a pesar de todo, la rueda de la vida continúa girando y no podemos bajarnos de ella: que a pesar de sentir que todo a tu alrededor se viene abajo, siempre hay que seguir adelante, buscando una nueva oportunidad que hará más preciado el fruto obtenido... La vida hay que aceptarla como se presenta; y tratar de aprovechar las oportunidades siempre que puedan ofrecerse; aunque en circunstancias adversas, se antoje casi imposible observarlas. Habrá quienes piensen que el no poder olvidar o recordar con tanto cariño a Denis, se deba a una pérdida no superada...pero nada más lejos de la realidad: opino que el hecho de hacerlo, se debe a que el sentimiento y la determinación por cuidarlo y darle todo nuestro cariño era tal, que no sólo lo querremos siempre, sino que de algún modo así, siempre lo estaremos cuidando por si nos necesita; porque es lo que nunca dudamos y lo que sentimos y le ofrecimos siempre, mucho antes incluso de ser legalmente nuestro hijo (algo que nunca se llegó a producir). Quizás, también por algún motivo, pienso que nuestros caminos podrían volverse a cruzar (espero por su bien, que nunca por necesidad...); y sería realmente fabuloso y gratificante para todos, sobre todo para su propia autoestima, saber que siempre tuvo otra familia que siempre veló y rezó por su bienestar...y que siempre estuvo preparada para cubrir cualquier nuevo contratiempo. La vida da muchas vueltas; y la nuestra, nunca olvidará ni abandonará ese lugar tan querido y lejano que representan Artiom (y el barrio de Savodskoy) y Vladivostok... Ojalá algún día, este pequeño convertido en hombre (como tantos otros pequeños que siempre tendrán otra familia en la distancia, dispuesta a darlo todo por ellos...aunque no lo sepan), pueda saber que siempre estuvimos esperándolo con los brazos abiertos y que a pesar del paso del tiempo, seremos muchos quienes nunca nos olvidaremos de él y lo portaremos en nuestros corazones.
Casualmente, este fin de semana, recibía el mensaje de una familia estadounidense, que pasó por una pérdida similar de retirada de asignación en Vladivostok; y comentaba que "nunca se les podría olvidar"... Y tenía toda la razón! (thank you very much, Rachael): Pienso que la naturaleza humana nos permite ser felices (en este caso, sabiendo que vive en una familia; donde esperamos y deseamos que siempre sea feliz...porque si no, aquí estaremos nosotros) habiendo culminado el camino y no podemos olvidar esa fantástica etapa; ya que al corazón y los sentimientos, no se les puede engañar... Este primer viaje, fue también de algún modo, el inicio de nuestro acercamiento a LERA y su posterior adopción: nos permitió ir abriendo camino y curtirnos para ser capaces de afrontar cualquier carencia o adversidad...y el primer paso para llegar a vivir el intenso y maravilloso, aunque no menos complicado, día a día junto a ella.
Hace dos años comenzaba ese viaje; pero no lo hacíamos solos, sino rodeados del cariño de todos nuestros seres queridos y de muchos que han llegado a serlo desde entonces... Y hoy, también ellos saben lo que significa el Amor puro e incondicional, sin lazos genéticos o sanguíneos; y pueden disfrutar (aunque algunos lo hacen desde el cielo...) y compartir sus vidas con nuestra hija.
Efectivamente, esos hijos que nos asignaron y q nunca llegaron a ser nuestros desde el punto de vista legal siempre formaran parte de nosotros y de nuestra historia
ResponderEliminarSeguro que Denis es muy feliz con su nueva familia. Fue una lástima que no pudiera venir con vosotros y un palo enorme el vivir esa experiencia, pero fue el primer paso hacia Lera. Ahora sois una familia maravillosa que, además, siempre tendrá un hueco en su corazón para aquel pequeño rusito que casi se convirtió en vuestro hijo y sé que nunca lo olvidaréis. Un abrazo familia.
ResponderEliminarNosotros tambien guardamos a Denís en nuestros corazones.... Siempre le hablamos de él a nuestra hija, ella sabé que era su hermanito en Vladivostok, y le gusta ver una tras una aquelles fotos que nos hicisteis y que guardaremos toda la vida. gracias por aquel tesoro tan maravilloso que nos hicisteis llegar en aquellos dias de tanta espera! Todo lo que sucre en esta vida tiene un porqué, y vosotros , después de demostrar tanto amor y valentía podeis ya disfrutar de vuestra princesita. Un besito enorme y nos vemos pronto!!!!!
ResponderEliminarEs cierto que todo tiene un por qué...y nunca viviremos en la tristeza de la pérdida; porque además ello provocó la llegada a casa de Lera. Lo viviremos como lo que fue, una maravillosa etapa, que en ocasiones dudo si no sería un fantástico sueño; pero que nos permitió también conocer tantos aspectos positivos, como personas maravillosas que trataremos de mantener siempre a nuestro lado y con quienes intentaremos compartir muchas otras experiencias. No podremos nunca olvidar a quienes nos acompañaron aquellos días; y a algunos de ellos, tenemos la oportunidad de seguir unidos, ya que comprobamos que la sustancia no es suficiente como para separar a las personas unidas a través de los corazones. Por ello, Denis será siempre muy especial y tendrá la puerta de "su" hogar siempre abierta, al igual que nuestros brazos y los de Lera...y también la tendréis siempre abierta aquellos que tanto habéis aportado a esta familia a través de vuestro cariño. Nuevamente, gracias a todos...
ResponderEliminarPerdon...no quería decir "sustancia", sino "distancia"... Ya conocemos los correctores, que a veces, no funcionan como tales.
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