Ayer domingo, volvimos a visitar a Lera: el tiempo y su mejoría, nos permitían disfrutar y compartir un rato en el patio de la casa cuna...ese mismo que tanto nos permitió disfrutar este verano pasado y que tan repleto de nieve está y estaba desde el día que llegamos. Fue una tarde fabulosa, donde reímos y pudimos comprobar también su tozudez, al querer subir a un trineo al que no podíamos acceder... Pero claro, acabo saliéndose con la suya cuando vimos la ocasión para ello. Ya comienza a medir hasta donde puede llegar y cómo... El resto del tiempo transcurrió en el interior de las salas donde habitualmente la visitamos, pero esos momentos fuera, nos volvieron a hacer sentir la libertad...como si fuera una muestra de lo que está ya muy cerca de producirse; esa salida de la casa cuna y ese trayecto juntos hasta el hotel que nos albergará hasta que esté toda la documentación lista y podamos desplazarnos a Moscú, la penúltima parada de este largo viaje. Ya estamos más cerca; y lo de ayer, fue sólo el aperitivo de lo que tanto hemos deseado... y de ese momento irrepetible con el que tanto hemos soñado.
Qué cerca lo tenéis. Disfrutar estos momentos mágicos. Saludos desde España.
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