viernes, 16 de octubre de 2015

También el cuerpo y la salud, se ven afectados por la Espera...

     A pesar de haber hablado en multitud de ocasiones de ello, el tema central de hoy, será algo tan difícil y sufrido como es la tensa Espera durante la adopción de menores en Rusia. 
     Encuentro hoy una muestra más de lo que puede significar esperar ese momento en que suene el teléfono, que permita emprender el viaje definitivo para unirse para siempre en familia. Poco a poco, tras mucho tiempo y contratiempos, llega una situación en que la Ansiedad y Angustia de esa espera, pueden afectarnos continuamente; y con ello, conseguir impedir nuestro descanso... Hasta ahí, parece algo evidente, que todos quienes se han embarcado en la adopción, y más concretamente en Rusia (por el hecho de viajar a conocer a los pequeños y volver a casa para esperar un retorno cuanto antes), conocen. Pero hay detalles en que no podemos fijarnos y apreciar una vez finalizado el proceso y tras llegar a casa con nuestros hijos, debido al ritmo exigido para trámites y adaptación: hay factores que en ocasiones pasan inadvertidos, pero que están presentes y derivan de ese estado inexplicable que se sufre durante ese período. En mi caso, existían factores como tener conocimiento del interés de familias rusas en conocer a nuestra pequeña; que provocaban un malestar que además, no podía exteriorizar para no preocupar aún más a Paula, que desconocía una situación que podía hacerlo todo más complicado. Ese malestar, se vio reflejado en unos análisis clínicos, requeridos (a pesar de la obligación de realizar de igual modo otros en la Federación Rusa) en todo caso por las autoridades rusas, así como unos exámenes de especialistas médicos, cuyos resultados son siempre utilizados y cotejados por los jueces, durante el juicio de adopción que se trate. En ellos, muchos factores y resultados, se veían alterados por circunstancias que entonces podíamos achacar a medicamentos, por no encontrar sentido; pero que a día de hoy, tras la realización de unos nuevos, únicamente puedo creer que tenían su origen en el "extraordinario" estado en que se encontraban mi organismo y mi propio metabolismo. En aquellos análisis (tanto los realizados en España como en Moscú), había niveles descompensados, que tras unos meses en casa (aunque no exentos de otras graves preocupaciones), han vuelto a la normalidad. Es cierto que algunos de aquellos datos, crearon ciertas dudas durante el juicio, e incluso a nosotros mismos tras la llegada de Lera a casa; pero las prioridades sufrieron un cambio tal, que hasta ahora, no había encontrado el momento de repetirlos. Hoy, tras varios meses, se despejan temores; y hasta los datos, demuestran lo que puede alterarse nuestra propia salud tras una situación tan tensa y a menudo cruel, como es la Espera durante un proceso de adopción...
     Mucho ánimo, porque a pesar de todo, llega ese momento de decir con seguridad: "Comienza una nueva vida...Todo mereció la pena".

2 comentarios:

  1. Luis Miguel, que te vamos a contar que tu no sepas, pero es del todo lógico que esta ansiedad se reflejes en los análisis, así que el hecho de tener que realizaros, Dios quiera que pronto, aumenta la angustia. Como siempre te digo, tu familia es un espejo en el que queremos mirarnos. Un abrazo.

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  2. Seguro que esos niveles vuelven a la normalidad, yo a veces pienso que el corazón da vuelcos durante este proceso, e incluso hay días que ni comemos con normalidad con todos los trámites y documentos que hay que hacer, es una carrera de obtáculos, corriendo de aquí para allá todo el día, un saludo.

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