Hace unos meses, cuando todo parecía perfecto, nos dieron una sorpresa en el colegio, comentándonos que Lera estaba un poco excitada y que su atención había disminuido... Algo quizás natural si tratamos de centrarnos un poco en su pasado y la enorme cantidad de descubrimientos y hechos acaecidos desde nuestra unión. Pero algo que, por descontado, nos hacía estar intranquilos y tratar de buscar remedio cuanto antes, para no convertirse en un problema mayor en el futuro... Oímos de otras familias, que desde su llegada, parecían estar "metiéndonos mucha caña", tratándose de una niña de tan corta edad y con una adaptación que parecía ejemplar: de hecho, es una niña muy querida tanto por compañeros como por todos los profesores y trabajadores del cole...y aunque si bien es cierto, en ocasiones le cueste un poco controlar sus impulsos y emociones, tampoco se trata de algo desmesurado.
Después de algunos sinsabores y algunos malos momentos ya pasados (de hecho parece haberse solucionado rápidamente, debido eso sí también, a mucho esfuerzo, tanto por parte de Lera, como por la nuestra) en el cole, nuestra pequeña fue capaz de darnos una nueva lección y demostrarnos que puede "dar el nivel": quizás, en algún aspecto, con más esfuerzo o dificultades que otros carentes de tantas y tan estimulantes emociones y sentimientos; a pesar de poseer a su vez una serie de capacidades que también incluso nos sorprenden. Pero también nos demuestra que para ella, lo más importante somos nosotros (y ella, aún más para nosotros, qué duda cabe?)... por eso, una simple carita contenta en su dulce, pequeña y fuerte mano, nos parece un tesoro que incluso nos emociona y nos llena de orgullo; pero por su propio reto y lo complicado de tratar de superar la situación...tratando de hacernos sentir felices y tranquilos: intuyendo el dolor que sentimos cada vez que vemos o intuimos que no da la "nota" (únicamente en el aspecto formativo) o está al nivel de sus compañeros en alguna tarea. Pero es que, nadie sería capaz de imaginarse en su piel: o si? Por mucho que hemos vivido y sentido desde el otro lado; desde el de los padres que únicamente deseamos obtener buenas noticias y gestos y muestras de superación: Quién puede ponerse en su piel y tratar de contenerse y controlar todo aquello, sentimientos y actitudes, durante un periodo tan importante como es el crecimiento de un pequeño, desde el mismo momento de su nacimiento? Quién podría ser capaz de tener a todos contentos y controlar el propio instinto de un niño? Qué pasará por su cabeza cuando ve el aspecto más maravilloso de la vida y es feliz? Quien podría poner obstáculos a su Libertad y sus propios actos, tras verse con la Confianza y Seguridad suficiente de tratar de dejar atrás la rutina en que se convirtieron aquellos primeros y tan importantes meses y años de vida? Qué podrá pasar por su cabeza cuando esos papás que le ofrecen la vida, le piden que no se exprese del modo maravilloso que ella cree ahora que es todo lo que la rodea y que tiene a su alcance? Cómo puede pensar que quienes le ofrecen todo, traten de poner unos límites? No dejan de ser pequeños y tratan de aprenderlo todo...y aún así, no desean vernos sufrir o sentir que nuestra tristeza proviene de su actitud o comportamiento; tratando de recompensarnos de forma notoria, comprendiendo que de ese modo, volvemos a ser esos felices y pasionales papás que también conquistaron sus corazones.
Por ello, a nuestros hijos del corazón, solo puedo hoy decirles:
"Sois mucho más especiales y maravillosos de lo que nunca pudimos imaginar...y sois el mejor antídoto y mayor incentivo para seguir afrontando cada reto...y no dudéis, que siempre, siempre, lo haremos juntos...: sois unos auténticos Superhéroes, aunque a la mayoría, pueda pasarles inadvertido." "Lo más importante es vuestra Felicidad...y juntos, siempre lo seremos, a pesar de los inconvenientes. Gracias por ser un ejemplo cada día y permitirnos madurar aún más..."
De hecho, hace unos días, me hacía reflexionar el título de un libro del fantástico escritor Boris Cyrulnik, llamado "(Súper)-heroes":
Me hizo meditar y determinar que... "todos tienen un motivo para superar los traumas pasados; y lo intentan de uno u otro modo... una base importante y consistente para ir sustentando los cimientos para su comprensión y superación o comprensión de su historia".
Dejad pasar el tiempo sin bajar la guardia ni,tampoco, presionar demasiado. Mi hija, que llego mas mayor que Lera -4 años-, ahora (hace casi 6 años que llego) parece centrarse de verdad en la escuela. To tengo la teoria que, a parte de otras cosas que podian influir en ella, ahora ya domina casi perfectamente la lengua y eso le facilita todo lo demas.
ResponderEliminarMuchas gracias... sin duda, con el tiempo todo toma normalidad; aunque como bien dices, nunca hay que relajarse. Cada día es una nueva experiencia; aunque quienes no conocen todo lo que existe alrededor de la adopción de un menor, como pueden ser ciertas carencias o necesidades, no puede comprender ciertos comportamientos, que en muchos casos no dejan de ser simplemente los propios de su edad; y por ello, desde la escuela, se les exigen demasiado pronto resultados que también van produciéndose, pero quizás representados de distinto modo a lo que ellos están acostumbrados. Un abrazo muy fuerte, familia! Y que seáis muy felices!! ����
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