viernes, 20 de noviembre de 2015

Las primeras nieves...en Vladivostok. Día Internacional de los Derechos del Niño.

     Ayer, recibíamos noticias desde Vladivostok: un vídeo de las primeras nevadas de este otoño. Y hoy, se repetía la comunicación en forma de imágenes que nos permiten comprobar el estado de nuestros buenos amigos originarios de aquel lugar. Sin duda, el hecho de que se acuerden de nosotros, ya es un signo de cariño, que agradecemos y por supuesto compartimos. El vídeo, mostraba una nevada más, pero que cuando se produce en este lejano lugar, nos evoca maravillosos sentimientos de hace poco menos de un año...de esas navidades blancas que vivimos a 14.000 kms de casa; pero las primeras ya, tan cerca de nuestra hija. No hay dudas que estas que se aproximan serán también muy muy especiales; pero el corazón y la memoria, no harán sino comparar y recordar aquellos días únicos que tuvimos la suerte de vivir. Estas fechas y este fenómeno meteorológico, siempre irán ligados a nuestra vida y nuestra historia de familia; y no hacen sino ahondar y hacer más amplio nuestro cariño hacia este lugar y sus gentes...entre las que se encuentran personas a quienes consideramos nuestra propia familia. 

     No sé si es muy habitual o tan profunda la huella que nos quedó del lugar de origen de nuestra pequeña (y de todas las poblaciones aledañas); pero al menos entre nuestro círculo de amigos, VLADIVOSTOK ha quedado marcada para siempre...y a pesar de no haber sido un camino de rosas, el agradecimiento y Amor, nos hacen anhelarlo; o quizás necesitarlo, para exteriorizar y repetir la experiencia más maravillosa de nuestra vida? Será esto el denominado Síndrome de Estocolmo? Mucho descubrimos allí; incluso del cariño, ya que a pesar de llevar una vida juntos, aprendimos a Amar de otro modo: conocimos el amor por un hijo (hija finalmente en nuestro caso...); pero también el amor por quienes allí conocimos y no olvidamos...aquellos niños, entre los que el Destino quiso unirnos a Lera; pero de los cuales, tenemos una imagen y un recuerdo nítidos como si continuamente circulasen por delante de nuestros pasos. Hoy, Día Internacional de los Derechos del Niño, no podemos tampoco olvidarlos, deseando que todos vayan encontrando a esas familias que los buscan, desean y anhelan; sin importar la distancia que pueda haber existido entre ellos. Ese mismo es el deseo para todos los niños del mundo: unos en busca de su familia; y otros en busca de unos derechos de los cuales carecen. Todos necesitamos sentirnos queridos y atendidos, para adquirir confianza en cada acto...y para poderlo ofrecer a los demás; y en el caso de los niños, lo es aún más importante. Constantemente un hormigueo recorre el estómago y el cuerpo en general, al pensar en la existencia de esos niños que no disponen de lo más esencial en la vida; esos niños cuyo bienestar siempre desean nuestros corazones. 
     En cuanto tengamos ocasión, volveremos allí, a ese maravilloso lugar, cuna y origen de nuestra hija; donde también hay personas que la quieren y nos lo demuestran...

1 comentario:

  1. Nosotros todos los días mencionamos Vladivostok a la niña y desde luego que,a pesar de todo, guardamos un bonito recuerdo de todo. También nosotros quisiéramos volver algún día no muy lejano con nuestra hija...

    ResponderEliminar

Déjanos aquí tu comentario, que será publicado con todo nuestro agradecimiento. Esperamos ser de ayuda.