Un buen modo de afrontar la vida...con alegría y buen ánimo.

     Como muchos ya sabéis, me caracterizo por el optimismo y el carácter positivo, que tanto sirven para afrontar las situaciones adversas. Ello, me permite establecer relaciones de cercanía con todos aquellos que comparten o se cruzan en el camino de la vida. Por ello, siempre he sentido, además de la propia familia, cariño por todos aquellos grupos, algunos bien conocidos como el de la adopción, el trabajo, o incluso otros generados en ambientes tan usuales como los que rodean el café (cuando éste es en el lugar habitual durante años...) que forman parte de mi vida. A todos ellos, de manera general, trato de transmitir ese aspecto positivo que tanto ánimo puede en ocasiones generar y ver cada día con algo más de esperanza o ilusión: intento compartir ese optimismo que en un momento dado, puede servir de ayuda o apoyo para comprender que no todo en la vida es tan importante como en ocasiones nos parece... Aunque cuando sí lo es, también puede ser afrontado desde otro punto de vista mucho más agradable o fácil de llevar. En ocasiones, aún así no se consigue; pero intentarlo, nunca está de más. 

     Esto que hoy expreso, me surge al observar y sentir que en cierto modo, es similar al sentimiento que de Lera se desprende, tras escuchar e interpretar las palabras y gestos que le dedican todos quienes se cruzan con ella en cualquiera que sea el entorno; independientemente de si la conocen más o menos... Lera exterioriza sus sentimientos con total naturalidad; mostrando su constante alegría e ilusión a todos, síntoma inequívoco de su Felicidad... a pesar de esos momentos complicados que pueden surgir en instantes o situaciones determinados. Y en cierto modo, hacen sentirnos orgullosos de que consiga adaptarse ella misma, pero de hacerlo también con los demás, ofreciéndoles motivos para esbozar una sonrisa y expresar unas palabras o gestos amables a todos aquellos a quienes se dirige. Es una niña popular, conocida tanto por los menores como entre los adultos; por el mero hecho de su simpatía y falta de vergüenza, además de la carencia de maldad en cualquiera de sus actos. Pues bien, este detalle es muy importante (o al menos yo lo veo así), puesto que presiento ese espíritu y la capacidad de mostrarse a los demás, tratando de ofrecer de manera natural ese empujoncito anímico que constantemente necesitamos todos en el día a día. Parece innata su capacidad de transmitir en forma de actos, esa felicidad que parece invadirla ante cualquier hecho...así como encomiable, el interés con que afronta cada novedad. Y creo favorable que mantenga su carácter y esa actitud ante la vida; porque aunque no queramos (y aún se antoje lejano en el tiempo), sabemos que algún día, tras enseñarle lo que nos sea posible, emprenderá el vuelo y comenzará a tomar sus propias decisiones: como muy bien dicen, "la enseñaremos a volar, pero ella misma elegirá su propia forma de hacerlo"...