Querido Papá:
Son muchos quienes tras dos años de ausencia (física únicamente), recuerdan (y nos permiten a nosotros hacerlo) momentos vividos a tu lado... Y eso, a pesar del fuerte carácter y la claridad con que siempre expresaste tus ideas y convicciones o defendiste tus valores. Fuiste muy exigente, en ocasiones quizás demasiado; pero eras así, y lo eras incluso contigo mismo, así es que, predicabas con el ejemplo. Pero lo mejor y más grato para mí, es comprobar que hay mucha gente agradecida por cosas que hiciste de forma natural y altruista, que sirvieron de ayuda a muchos otros: si podías ofrecerlo, no escatimabas en el esfuerzo, a pesar de en ocasiones, perjudicarte tú mismo... Pero tras el paso de los años, puedo tener claro, que en algunos casos, hay quienes te siguen agradecidos y me lo recuerdan. Eso, también me ayuda a tenerte cerca y disfrutar pensando en lo que podrías haber compartido junto a Lera...y me ayuda a pensar en lo orgulloso que estarías al comprobar que conseguimos traer a casa a este ángel; y todo lo que ha evolucionado desde su llegada: es triste que no pudieras tenerla a tu lado (y ella a ti), pero indudable que tu amor nos acompaña y siempre lo sentirá Lera, al igual que nosotros lo hacemos.
Mi padre, era un asiduo lector del blog...y muchos días, además de observar cómo estábamos, nos arengaba conociendo lo que sentíamos en cada momento: en ocasiones, me abrazó, sin articular palabra, tras leer un nuevo post...
Vivía su enfermedad, esperando un ángel; y no a la señora de la guadaña, a quien no deseaba ver antes que a aquel nieto a quien conoció a través de nuestras imágenes y nuestros corazones.
Tuvimos que ocultarle la realidad de aquella pérdida; para no acrecentar su dolor...pero no pudimos permitir que se fuera sin saber la verdad: y sin que supiera también que allí mismo, en Vladivostok, nos esperaba otro ángel a quien deseábamos volver a poner rostro. Fue realmente duro guardar el triste silencio por la pérdida de quien le proporcionaba tanta fuerza para seguir luchando; pero llegar a conocerlo, era el motivo para aferrarse a la vida: y desgraciadamente, aquella noticia llegó en el peor de los momentos. Este es y será siempre un motivo más para no ocultar nunca la realidad de todo el camino recorrido hasta la adopción de Lera; porque a lo largo del mismo, también hubo otras maravillosas historias, como la estrecha relación que se dio durante el proceso, entre el tiempo que Denis puso rostro a nuestro proceso y el periodo de enfermedad y pérdida de mi padre.
A pesar de todo, no le permitimos en ningún momento sentir nuestra pena y tristeza; (lo cuál a su vez, nos hizo más fuertes para superarlo) pero sintió la pérdida propia de ese pequeño que le aliviaba y alimentaba el corazón... Lo que sí sintió por nuestra parte, fue la Esperanza de llegar al final feliz y poder ofrecerle ese rostro por el que seguir luchando...y aunque no llegase a tiempo; siempre supo que no cejaríamos en el empeño y que conseguiríamos hacerlo abuelo. Aunque fuera tarde; lo hicimos y a buen seguro que tuvo noticia de ello...porque también de eso estamos convencidos; y teniendo tal seguridad, se haría realidad de algún modo misterioso.
Ahora, sigue presente en todo momento: en cada sonrisa, en cada gesto y acción de Lera, porque nos evoca su reacción y respuesta en cada instante. Lera nos permite también sentirlo más cerca, porque no existe duda de que su felicidad y alegría, estaría trasladada y contagiada en su abuelito; ese mismo al que ya reconoce a pesar de no haber tenido la oportunidad de conocer. Te queremos, papá...no dudo que seguiremos compartiendo alegrías, a pesar de la inevitable distancia que nos separa: nos vemos en el cielo.
Hoy, es un día que necesitaba y me apetecía estar junto a mis seres queridos...sentir su presencia: pero también un día para compartir con todos vosotros, quienes conocéis lo importante que es en la vida, la presencia de esas figuras de referencia, como son un padre y una madre; y lo mucho que se les echa de menos cuando nos dejan... Aun así, somos afortunados quienes hemos crecido rodeados de ellos; ya que desgraciadamente no todos los menores tienen la misma fortuna: en este día, tampoco puedo olvidarme de ellos y pedir para que todos puedan encontrar esa familia que tanto necesitan y en la que crecer felices.
Gracias a todos por acompañarnos...y por buscar y desear ese bien común para todos los pequeños.