Aunque "Dios aprieta, pero no ahoga"...hay veces que nos falta el aire

     Parece que la vida no nos da un respiro. Dicen que "Dios aprieta, pero no ahoga"...pues a nosotros, parece que últimamente, nos falta el aire...
     Nos falta alguna buena noticia, que haga olvidar las malas. Creo que no era el mejor momento para tener que, simplemente esperar...Demasiadas preocupaciones, para tan pocas alegrías. Para intentar tranquilizarnos y relajarnos, se me ocurren muchas cosas, pero que desgraciadamente, no podrán hacerse realidad (a no ser que toda la mala suerte que nos acompaña, cambie radicalmente).
     Tanto estrés causado por el trabajo; tanto cambio del tiempo; y ello sumado al mal estado de todas y cada una de las cervicales (de ahí, la natación y el gimnasio), hacen que lleve más de dos semanas con una sensación de mareo, que no termino de recuperarme para poder llevarlo con más calma...
     Por lo menos, ya han pasado 10 días desde que entregamos el informe psicosocial, con lo cuál ya queda menos. Hay que ser capaz de rescatar las cosas buenas, aunque sea algo tan simple. A pesar de todo, el ánimo sigue alto gracias a la imaginación y a nuestros sueños de futuro, rodeados de niños...
     Quizás, sólo haga falta un poco de inspiración provocada por la positividad de la Matrioska de la casa, que todo lo controla y observa desde su privilegiada ubicación en el salón...