Fue una jornada en que la necesidad, como tantos otros días, me hizo revisar todas y cada una de las fotos y todos y cada uno de los vídeos que plasman esos fantásticos días vividos junto a ti...
Ocurre muchas veces: cierro los ojos, y por mi cabeza pasan todas esas imágenes...desde las de tus ojos llorosos de los primeros días, hasta esas siguientes en que el cariño que te mostramos, te hicieron sentirte realmente feliz y cercano a nosotros...todas esas muestras de que ese interés tuyo por todo, te hizo empezar a copiar nuestros actos: esas palabras tuyas que tanto ansiamos volver a escuchar...esos "papa" y "mama" que pronunciabas, mientras nos señalabas en las fotografías ante nuestro asombro; así como esa expresión de felicidad en tu rostro cuando venías a abrazarnos al pedírtelo con muchísimo cariño en ruso.
Todos esos recuerdos, nos hacen tan felices por haberlos vivido...pero tan desdichados, por tenerlos que añorar.
No debe ser justo, (aunque así sea) que pase un sólo día en que no podamos estar juntos; que tanto haya ocurrido antes de conocernos y que incluso después, haya que seguir contando con un enemigo tan poderoso como es el tiempo...en que cada segundo cuenta y cada minuto es como un dardo en el corazón.
Hay muchas veces, (como ahora mismo) en que sientes el ahogo y la desesperación de una espera en la que no se conoce un final... El tiempo, da más oportunidades al diablo para que enrede lo que tan real parece; y por eso, se hace a su vez, más angustioso.
Ahora, me viene también a la cabeza, una fotografía con una frase, que me hizo pensar que eras tú realmente quien me lo escribía; y tú quien estabas al otro lado de esa mirada...una imagen que casualmente, se me apareció en internet, mientras buscaba información sobre una fantástica película francesa que acababa de ver y que nada tenía que ver con lo que encontré: bueno, hasta ese momento, porque me pareció una especie de "aparición milagrosa"...
No se lo digas a nadie, pero creo que yo nací para amarte... (Foto: www.desmotivaciones.es) |
Y eso, me hace soñar con que es el destino quien así lo quiere; y sueño con el final feliz de nuestro encuentro: pero a su vez, es lo que hace tan duro que aún haya que seguir esperando. Te queremos más que a nada en el mundo...y hay que vivir esta experiencia para poder creer, que estas palabras, te las dicta el corazón...
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