Mensajes desde el corazón...por Pedro Dominguez.

     Hoy, llega la Delegación de la Federación Rusa, a negociar el Convenio Bilateral de adopción entre España y la Federación Rusa: tras la entrevista que tuvimos en el día de ayer en el Ministerio de Sanidad Servicios Sociales e Igualdad, nos quedaron bien claros, tanto el conocimiento de las necesidades de las familias, como la intención de resolver la situación y conseguir cuanto antes, la firma de éste Convenio tan necesario para ambas partes, aunque a los niños, como principales beneficiados. Nos queda nada más que, encomendarnos a nuestras autoridades negociadoras y por supuesto, rogar ó rezar quienes somos creyentes, por un final feliz a ésta horrible pesadilla que hoy, precisamente cumple un mes. Esperaremos noticias, y como decíamos ya entrada la noche de ayer: "y ahora qué?"...ya no está en nuestras manos...
     Por supuesto, también hoy, es un día para agradecer a todos quienes nos han apoyado y aportado su granito de arena en ésta situación que estamos viviendo; porque entre todos, hemos creado montañas... Las firmas que entregábamos ayer en el Ministerio de Asuntos Exteriores, llevaban impresas también la esperanza y la ilusión de todas las familias que sufrimos por nuestros hijos en la distancia... Hoy, esperaremos noticias de la negociación, con confianza y positividad.
     Estos días en que tanto necesitamos ánimo, también hemos recibido mensajes tan bonitos como el de uno de nuestros amigos y compañeros de la "Gran Familia de la Adopción"; esa familia que vuelve a estar activa en los grupos, para ayudar en los momentos de dificultades de los demás, y que muestra el sentir de las personas que en su día, ya pasaron por las circunstancias a las que nos enfrentamos nosotros ahora. Lo comparto también para mostrar la felicidad y la generosidad de quienes ya cumplieron el sueño: de quienes ya tienen a sus hijos en casa... Gracias, por mostrar éstos sentimientos, de todo corazón...

     "Siempre nos encanta mirar dormir a los que queremos. Mirarles tan serenos, sin interferencias. Sentir como nos llega esa paz que inspiran...
​Aquella noche, como siempre, antes de ir a dormir entré en el dormitorio de mi niño y me quedé un buen rato mirándole...Quizás quedé traspuesto, pues cuando volví en mi, había pasado un buen rato que para mi había sido un instante. Mientras miraba hacia él, había regresado a aquellos días....
​Aquel día en que se abrió la puerta de aquella estancia en el Domo de los niños de Perm, y apareció Sasha, pequeñito, mirándonos con ojos muy nerviosos, inquietos, casi temblorosos. Con cinco años, ya sabía que aquella pareja de adultos que estaba conociendo querían ser sus padres, y él no ansiaba otra cosa que pertenecer a una familia y poder decir a alguien “mama” y “papa” (en ruso, estas palabras no se pronuncian con acento). Tan pequeño, ya sabía que aquel día estaba en juego su futuro y mi niño echó el resto para convencernos de que era nuestro hijo y para seducirnos. Hoy puedo decir que no nos engañó....
​Adoptar a Sasha es lo mejor que hicimos en la vida. Verle cambiar de aquel niño tímido que nos observaba con angustia al niño seguro de sí y valiente que es hoy ha sido una experiencia de vida fundamental para nosotros. A mi me ha convertido en otra persona. Mejor que antes, sin duda.
​Hoy tengo muchos amigos que están en mitad de esa misma aventura, llena de dificultades y de vértigos emocionales. Desquiciante si no alcanza el buen fin. Son amigos, familias llenas de amor por entregar, están vacías sin lo que les falta. Como yo, conocieron a su hijo (algunas aún esperan ese momento) y quedaron ligadas a él para siempre. Esos hijos, aún en Rusia, tan pequeños para entender, se preguntan porqué aún no regresaron sus padres que tantos besos, caricias y regalos les dieron el día que les conocieron.
​Las familias deben estar completas, los hijos deben llegar al lugar al que ya pertenecen, donde les espera una habitación pintada con colores alegres y llena de juguetes y ropita para ellos. Estos hijos son de Rusia porque sus ojos, su pelo, su pronunciación, cualquier rasgo suyo nos lo recordará siempre porque son sus raíces físicas, y las amamos. Pero son nuestros hijos, porque somos padres que ya no podemos entender la vida sin ellos, lucharemos siempre hasta el fin por traerlos a nuestro lado, con nosotros, a este lugar al que ya pertenecen, en España, en nuestras casas.
​Para poder mirar sus ojos cerrados felices y en paz, todas las noches, cuando vayamos a dormir."

(Pedro Domínguez)

Si tienes la capacidad de hacer la vida de alguien un poco más fácil, de algún modo,
 HAZLO. El mundo lo necesita...