Cada vez está la Navidad más cerca y eso, sí me hace pensar en algo que si sería tremendamente triste...estas fiestas sin nuestro hijo pudiéndolas disfrutar en casa con nosotros, sí sería algo injusto, algo tremendamente desilusionante para todos quienes estamos a un paso nada más de tenerlos con nosotros: el paso que "alguien" debe dar, y para quien se demuestra, que se no piensa en esa necesidad de los niños ni en el vacío interior que sentiremos las familias, si no conseguimos sentirlos a nuestro lado. Ya se trata de un período (vacacional para la mayoría) desgraciadamente desmotivador desde hace unos años; y en el cual, llevábamos meses pensando pasar junto a ese niño, nuestro hijo, que nos espera a miles de kilómetros de su casa, donde si existiera humanidad, debería estar ya para esas fechas.
Habla desde tu alma y todos los corazones lo comprenderán... |
Éste año ha estado tan lleno de malas noticias, que hace aún más necesaria la llegada de nuestro Fernando Denis: cada día que pasa, más necesaria es su presencia...para nosotros, y para nuestros seres queridos. Qué días de fiesta más oscuros y faltos de ilusión y alegría, si no podemos pasarlos con nuestro pequeño: sería como conocer el infierno, a pesar de haber sido capaces hace meses ya, de pisar el cielo en Vladivostok. Esa región que llevamos en nuestro corazón, y que contrariamente a lo habitual, parece que se resiste a una nueva visita.
Sería capaz de recorrer esa distancia a pie, si me sirviera para poderlo traer de vuelta conmigo... Sería capaz de aprender a volar, si fuera imprescindible para proseguir en busca de nuestro Destino. Sigo aún sin comprender, que haya obstáculos en el camino, cuando se trata de llegar a la felicidad, a través de la necesidad; cuando es el corazón quien guía a las personas.
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