Una semana repleta de visitas médicas y urgencias...
Escaso tiempo hay para poder disfrutar el momento; e incluso para poder escribir algún comentario... Tanto cambio y tantos imprevistos, parecen tenernos con la lengua fuera constantemente; pero esperamos que muy pronto, todo sea menos complicado y podamos compaginar las tareas sin circunstancias que alteren la esperada calma, que pueda permitir que todo parezca más fácil. Nunca pude imaginar, a pesar de tantas veces oírselo a quienes llegaban a casa con sus pequeños, que el tiempo no fuera suficiente, incluso dedicándolo al 100%, para un único nuevo miembro en la familia...pero podemos dar Fe que así es.
Hay instantes en que todo parece estar bajo control, pero cada trámite y cada visita o prueba médica, vuelven a alterar el ritmo: y acabamos de empezar! Bueno, sabíamos que no sería fácil, pero también es importante mostrar las dificultades por si alguien puede pensar que con la llegada a casa de los pequeños, el trabajo puede estar hecho... Y queda claro que ahora, tras la adopción, es cuando comienza otro esfuerzo continuo para conseguir engranar todas las piezas y preparar ese futuro en familia que nos permita ser felices... Y aunque sea con constancia, cada paso y cada sonrisa, deben darnos energía suficiente para seguir ofreciéndolo todo por nuestros hijos: son muy deseados, y hay que hacerlos sentir, sobre todo amados.
Esta semana, comenzaron ya las citas médicas; unas para comprobar el estado de las carencias, y otras para comprobar que los problemas superados, en realidad lo están. Es un comienzo de cero, que poco a poco, nos permitirá conocer el estado de salud real de nuestra hija; pero que en principio, incluso puede agobiar...así es que, lo mejor será, ir paso a paso y sin pensar en plazos. Hay que prepararse para hacer frente a una agenda repleta de visitas y consultas. Tiempo al tiempo y a armarse de Paciencia: tramitación de documentación, registro, pasaporte, seguridad social, inscripción consular...Esto no ha hecho más que empezar, pero todo merecerá la pena, por el bienestar de nuestra hija.
Animo, que seguro que pronto estáis más tranquilos. Muchas gracias por relatar tanto los momentos maravillosos como los más complicados, así podremos estar más preparados para cuando nos toque a nosotros.
ResponderEliminarLuis Miguel.
ResponderEliminarLo de preocuparse... va ya con el "paquete de ser padre".
Lo importante es que ya estais juntos y recuerda que con vosotros ella va a tener esa oportunidad que no le pudieron dar allí.
Aunque suene "duro", es ahora cuando empizan las verdaderas dificultades y tambien las grandes alegrias. EMPIEZA vuestra NUEVA VIDA.
Un abrazo del papa adoptivo que siempre os sigue.
Tranquilidad y paso a paso. Yo recuerdo un sentimiento de prisa/obligación en relación a la visita al pediatra. El doctor hizo un examen esencial, cuadró el tema vacunas y me dijo que estuviera mucho con ella, jugase, le hablase... y que volviera a los 6 meses (o quizás más tarde) cuando ya estuviera un poco adaptada. Todavía recuerdo su cara (la del médico) de dolor (por ver la cara de la niña, como actuaba -parecía tener pánico a su bata blanca-...) y de obligación impuesta (por hacer lo que le pedía yo). A mi me tranquilizó mucho ese pediatra; me dió la pista definitiva sobre lo que más necesitaba mi hija. Un abrazo.
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