Es hoy un día que acapara muchas labores: entrevistas y revisiones, que sin duda son positivas, ya que nos darán una línea a seguir; pero también un poco de trabajo adicional.
Recogía hoy a Lera del cole, quien salía con la misma alegría de siempre, y pidiendo a gritos ese "sumo" tan necesario para su incesable actividad. Es un día de continuo tránsito por oficinas y consultas; por lo que todo va un poco más acelerado de lo normal... A pesar de ello, somos capaces de observar momentos increíbles y entrañables, que nos llenan de gozo: mientras me dirigía a casa con Lera, surcaba el cielo un avión ante su atenta mirada...permanecí un instante junto a ella, observando su rostro, como si recordase algo o quisiera expresarlo, mientras señalaba a ese aeroplano y no paraba de mirarlo alejándose en el horizonte... Lo siguió sin desviar la atención como siempre hace; y esbozando un gesto de alegría, que me hizo rápidamente recordar emocionado, aquel viaje que realizamos hace ya cuatro meses... Parece que ella siente algo especial por ese medio de transporte; pero no puede imaginar lo que también significa desde aquel día para nosotros: ahora, al contemplar los aviones sobre nuestras cabezas, nos evocan únicamente buenos pensamientos, queriendo imaginar la cantidad de sueños que viajan a bordo... Quizás nunca logremos adivinar las historias que rodean a cada persona que coge un vuelo; pero simplemente con recordar las incontenibles lágrimas derramadas en ellos durante nuestros viajes, nos permitimos empatizar con los sueños inimaginables de los viajeros...y deseamos que todos ellos se dirijan al lugar donde hacerlos realidad.
Y es que, a parte del viaje en si, a menudo sus cuidadoras les cuentan y vuelven a contar que iran con un 'samallot'... para prepararles para ese viaje+cambio tan importante en sus vidas....
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