Querida Lera:
Hace hoy dos años que te conocimos...aunque parezca imposible creer que no hayas estado siempre con nosotros. Quedaba aún un largo y tenso camino por delante para tenerte a nuestro lado; pero recuerdo la felicidad de aquel día, que nos permitió tomar fuerzas y energía para creer en poder afrontar un futuro juntos... Recuerdo aquellos primeros instantes, mientras jugabas en el columpio, en que no creíamos que fuera cierto tenerte ya como centro de nuestras vidas y nuestros corazones. No eras simplemente el bálsamo que curaba esos corazones deseosos de darte todo su Amor; sino que nos permitías creer que todo lo acontecido para llegar a ese instante, estaba predestinado para nuestro encuentro. Desde ese preciso momento, teníamos plena confianza en que todo iría bien; y aunque era un deseo, haríamos todo lo posible para que así fuera.
Como ayer mismo le decías a mamá: "te acuerdas de Savodskoy? De la cama elástica? La naranja?"... Pues sí, Lera: recordamos perfectamente cada recoveco y cada detalle de todo aquello que te rodeaba en aquel momento y meses después cuando volvimos a por ti...por supuesto aquella cama elástica, la piscina de bolas con los dos toboganes, la casita de jardín con el timbre que tanto te gustaba y todo lo demás: porque incluso a ti, las fotos y los vídeos te lo recuerdan y te permiten sentir el calor y el amor que te dispensábamos allí; y que tanto te ayuda a ver y recordar aquel lugar como algo positivo y agradable. No siempre estuvimos allí contigo; pero esos recuerdos hacen que Savodskoy, sea grato incluso para ti.
Ese primer contacto, nos hacía pensar cómo un ser tan pequeño (hipostatura, que era evidente por tu escasa altura) y en teoría tan indefenso, podía tener tanta fortaleza y valentía...y es que, ese espíritu de supervivencia que pudimos comprobar en tantos pequeños, es algo que sigue acompañándote a día de hoy. Ya entonces lo eras: una pequeña tremendamente avispada, curiosa y con un interés fuera de lo común, que te permite aprender a pasos agigantados y retener la información ante nuestra continua incredulidad. Quizás las emociones y los sentimientos, cueste algo más comprenderlos o interpretarlos; pero sin duda, tu dulzura y cariño, nos hacen sentir felices...y nos motiva cada vez más a continuar avanzando hacia la total adaptación. Eres una niña muy atrevida y extrovertida...y aunque a veces nos pongas colorados con tus ocurrencias, seguimos asombrándonos con tus avances y con esa tremenda simpatía de la que haces gala.
Hoy, tras dos años de aquel primer encuentro, y con la tranquilidad y alegría de tenerte a nuestro lado, confieso estar muy orgulloso de ti y de poder mostrar nuestro amor y felicidad, a pesar de las dificultades y el largo camino que nos queda por delante a todos. Cada sonrisa y cada (escandalosa) expresión de felicidad, son alimento para el corazón...y cada beso, abrazo o muestra de afecto, es un tesoro para nosotros. No todo parece alegría, pero incluso cada "desafío" y cada "negativa" (sobre todo afectivos) que me dedicas, son también un regalo para mi; puesto que estoy convencido de que los haces para "probar" esa Paciencia que tantas veces desafías. Sabes que nuestro amor es incondicional; y por eso mismo, te gusta sentirlo...y puedo asegurar que, aunque cueste tiempo, llegarás a comprender que no es pasajero; y que siempre nos tendrás a tu lado, para tratar de ofrecerte unas vidas a la que tu pones color, ilusión y alegría.
Quizás en ocasiones, la falta de tiempo te haga sentir distante: pero creo que como sabes que me derriten tus besos y tus abrazos sinceros, me los vas racionando para que comprenda lo especial que es cada uno de ellos. Debes saber que cada momento de ausencia, es para mí lo más doloroso...porque tu compañía, es para mamá y para mí, lo más maravilloso que hay en este mundo. Cada momento de ausencia, es un auténtico sacrificio que debemos realizar...y algún día comprenderás, que era necesario y por tanto, lo mejor y más beneficioso para nosotros.
Seguiremos forjando juntos un futuro, para que llegue cargado de oportunidades...y como tantas veces hemos expresado: te enseñaremos a volar, para que algún día, tú misma seas capaz de emprender el vuelo... y tomar el camino que tú elijas.
Llegaste a nuestras vidas como un regalo Divino y eres nuestro mejor maestro: continúas abriéndonos los ojos y permitiéndonos siempre observar los aspectos más hermosos de la vida...experimentando sensaciones y sentimientos que se antojan especiales y que hacen que a tu lado, se conviertan en únicos.
También, cada día debemos dar gracias a aquella mujer que te llevó en su vientre, permitiéndote ver la luz; y dándote la oportunidad de encontrar a ésta, tu familia, que te esperaba y anhelaba más que a nada en el mundo. Aún a sabiendas de que no sería capaz de cubrir tus necesidades, decidió seguir adelante y darte en adopción: y así, dió vida...y no sólo a ti, sino también a esa familia que hoy, tan feliz es a tu lado. Te queremos, hija mía...y somos muy afortunados de poder seguir celebrando a tu lado tantas y tantas fechas y momentos especiales.
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