Los días previos al viaje, eran una mezcla de sentimientos...y tratábamos de planificar de algún modo esos días, en que intentaríamos cumplir una serie de ambiciosos objetivos; todos ellos marcados por el aspecto personal y tratando de hacer de esta, una nueva experiencia vital de suma importancia, tanto para el presente, como para el futuro...y por supuesto, queríamos compartirlo con todos.
También, eran días de compras, puesto que deseábamos ir acompañados de regalos tanto para nuestros seres queridos, como para el personal de la casa cuna, por si tuviéramos ocasión de visitarla: como siempre, tratando de conseguir objetivos complicados, pero que realmente deseábamos ver cumplidos.
Era momento de compartir con otras familias que como nosotros, vieron o verán cumplido su objetivo de ampliar la familia en la región de VLADIVOSTOK; porque eran ellos quienes mejor podían comprender los sentimientos que nos acompañaban en esta nueva aventura...y a quienes más podrían agradar nuestras noticias y andanzas por aquel lugar. Y creo que por ello mismo, me sentí tan cómodo de compartir ese momento a través de estas palabras que reproduzco a continuación:
Queremos compartir con vosotros una nueva experiencia: Hemos tomado una decisión que quizás muchos no comprendan, incluso alguno de vosotros que conocéis como es la adopción en Rusia y más concretamente en nuestra querida región de VLADIVOSTOK... Viajamos de nuevo allí, a finales de este mes de septiembre; y esta vez no se trata de iniciar un nuevo proceso (que ojalá pudiésemos!!), sino de un tema que para nosotros es fundamental: la Necesidad de volver allí y permitir a Lera que conozca la ciudad y el entorno que la cobijó y cuidó hasta que nos convertimos en familia... Muchos pensaréis que es demasiado pronto; pero cuando será el mejor momento? Nunca lo sabremos...quizás pronto, quizás tarde, pero también quizás, nunca. La experiencia nos hizo aprender muchas cosas y una de ellas, es a no esperar si puedes hacer las cosas hoy: hemos comprobado durante muchos años, que los planes muchas veces no salen como queremos y con nuestra edad y las de nuestros familiares, nunca sabes cuando llegará ese "buen momento". Muchos quizás no quieran mantener lazos con el lugar de origen de sus hijos, o no deseen por distintos motivos; quizás por la dureza del proceso o las experiencias negativas vividas en el...pero nosotros hemos compartido siempre nuestro optimismo y nuestra decisión de valorar y apreciar las buenas vivencias y aprender de las malas, tratando de obtener siempre algo positivo. Para nosotros, poder sentir este amor por el lugar que vio nacer a nuestra hija...(y a nuestro Denis; a Vika, Tioma, Maxim, Celia, Sasha, Kiril, Makar, Sabrina, Manuel, Olga, Alex, Max, Nikita, Nikolai, Miguel, Denis, Lena, Alejandro, Joel, Dasha, Sergei, Aliona, Anastasia, Saída...sigo? (Perdonad, porque me faltarán muchos!; pero son todos los que me he acordado de carrerilla). Fijaos si hay motivos suficientes! Y muchos más que aún están en camino y a quienes estamos deseando conocer cuanto antes), es vital; porque no existe nada más importante que ella...y VLAD, nos lo ofreció y nos permitió vivir una experiencia maravillosa. No todo fue alegría, como para muchos otros...sufrimos con experiencias que nunca pensamos pudieran ocurrir, pero que incluso tampoco pensamos que fueran tan dolorosas: y a pesar de todo, amamos la cuna de nuestra hija...adoramos cada lugar: el VLAD Motor Inn, la casa cuna de Savodskoy, la casa cuna de Okatoba...el pan negro, las Matrioskas, e incluso el olor allí presente, las bahías y sus fantásticos puentes y también el Transiberiano... Pero también queremos con todo nuestro corazón a quienes allí conocimos e hicieron posible estar junto a Lera: a quienes algo tuvieron que ver con nuestro proceso, o quienes nos hicieron la estancia más fácil y llevadera. Queremos de corazón a gente que conocimos allí, manteniendo contacto continuo con algunos de ellos...quizás seamos afortunados o quizás porque ofrecimos a aquella gente lo que ellos nos devolvieron con creces: tuvimos la fortuna de conocer personas que desean nuestro regreso casi tanto como nosotros...y por eso, también lo hacemos. No pudimos despedirnos nunca de nuestro gran amigo (mucho más que eso!) IVAN, que a la vez que representante, era un ángel para los pequeños en Vladivostok. Falleció, tras una dura enfermedad, un mes después de nuestra llegada a casa con Lera; y estaremos siempre en deuda con él y su familia. Tuvimos la fortuna de compartir con él y su esposa Lyuba nuestro proceso de adopción...y descubrir con ellos y con nuestra querida amiga Katia y sus amigos(o incluso una de las doctoras de la casa cuna y las cuidadoras), que tras ese carácter introvertido, existen personas con gran corazón, a pesar de no expresar los sentimientos de manera tan abierta como estamos acostumbrados en España.
Viviremos pues, una nueva experiencia, ya que aunque muchos lo piensan desde el mismo día de su llegada a casa, pocos, por distintos motivos, acaban realizando ese viaje que tantas dudas puede generar. En nuestro caso, conociendo a Lera; creemos que será muy importante para ella, poder conocer aquel lugar y su entorno, ya que nunca antes tuvo ocasión de hacerlo. Reconoce perfectamente casi cualquier lugar de Vladivostok, por los vídeos e imágenes tanto nuestros como de internet, que nos pide continuamente; y recuerda detalles de cuando apenas tenía dos años (de su vida en la casa cuna), así es que, afianzará su conocimiento y verá con sus propios ojos, cómo es el lugar del que tan bien le hablan y con tanta nostalgia, sus papás...
Compartiremos esta experiencia con vosotros...y a buen seguro que a muchos os genera algún cosquilleo en el estómago. Me consta que a muchos les encantaría también hacer este viaje; y creo que si todo va como deseamos, no será tampoco el último que hagamos nosotros... Quizás en alguna ocasión, nos atrevamos a hacer este viaje varias familias juntas, para como tantas veces soñamos, compartirlo con quienes mejor comprenden cada sentimiento.
Ante todo, esperamos que esta experiencia y mantener los vínculos ya existentes, sirvan para que Lera siempre conozca la realidad...y nunca dude que todo lo que la contemos acerca de su historia, será lo mismo que nosotros sepamos: para que tenga Confianza plena en nosotros y Seguridad total en sí misma. En el futuro, será ella misma quien decida; pero al menos, verá volver allí con naturalidad y con ese hormigueo de saber que allí están sus raíces y que allí, nuestra familia comenzó una historia de amor que nunca podíamos haber imaginado...que su propia historia puede ser vista con optimismo y como base para afrontar y superar cualquier obstáculo que se presente en la vida; y por supuesto, para nunca rendirse, sabiendo que en algún lugar habrá siempre una solución o se puede presentar una oportunidad. Trataremos de inculcarle la Perseverancia, el Esfuerzo, el Respeto, la Bondad, la Amistad y la Generosidad...pero la mejor manera de comenzar, es con el ejemplo: y también conocerá la importancia de la Realidad, la Verdad y por supuesto, sus Orígenes.
En esta ocasión, pretendemos disfrutar de la tranquilidad de realizar este viaje sin presiones y sin la tensión con que lo hicimos anteriormente en nuestros viajes...por supuesto, con nuestra hija: pero también es cierto que, a medida que se acerca el día, los sentimientos son más fuertes; y las emociones, aunque distintas, nos permiten sentir que estamos viviendo un nuevo sueño. Y como siempre, queremos compartirlo con vosotros.
Pues bien, aquí comenzaba ya nuestra aventura...
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