Hoy, reflexionábamos sobre todo lo que hemos dejado de vivir durante este último
año por conseguir traer a nuestro hijo a casa y lo que luchado por poder
hacerlo. Todo mereció la pena: por lo que fue y pudimos aprender y vivir...esa
alegría, ilusión y felicidad que aún hoy no logro expresar con palabras, pero
que perfectamente conocen todos quienes han pasado por la experiencia de la
adopción; pero también, y que nos llena de esperanza, por lo que está por venir,
porque será nuevamente otra fantástica y maravillosa historia de amor, que será
la continuación de un mismo viaje, de un mismo camino....algo muy hermoso que
nos permitirá volver a soñar despiertos sabiendo que tenemos un hijo o una hija
esperándonos para ser feliz en nuestra (su) familia y en nuestro (su) hogar que
siempre estuvo esperando: estaremos esperando a quien vino al mundo para ser
feliz a nuestro lado y darnos el mayor regalo del mundo con su alegría y
compañía, pero también aguardaremos con la responsabilidad de ser capaces de ofrecer todo lo que
necesite para obtener de la vida, todo lo que hasta entonces se le haya negado;
Cuidados, pero sobre todo, todo el Cariño del mundo...
Hoy, al igual que
la pasada semana, hemos vuelto al cine tras más de un año también en que parecía
no existir tiempo para nada, ni para descansar ni relajarse tan siquiera...y era
para ver la película más deseada en los últimos años; no por ser la más
comercial, sino por lo entrañable de su argumento y que tan bien conocemos
quienes sentimos añoranza y sabemos que la felicidad está muy lejos, pero que
existe la posibilidad de ir en su busca...que nuestros sueños están
esperándonos, pero que hay que esforzarse por hacerlos realidad, porque nada cae
del cielo, salvo raras excepciones.
Esta película tan esperada, era: "2
Francos, 40 Pesetas"...perfectamente ambientada y que con tanta precisión
muestra la realidad de la emigración española y la búsqueda de una vida llena de
oportunidades y que en determinados momentos nos mueve a las personas a buscar
lejos del país que nos vió nacer (esa misma que necesitan nuestros hijos que
esperan una familia para lograr esa oportunidad; pero que por sí solos aún no
pueden conseguir). Puedo asegurar, que el sentimiento que transmite, logró
emocionarnos porque sabemos lo que es desear volver al lugar que más feliz nos
hizo, al igual que tratamos de resistirnos a abandonarlo aquella primera vez:
porque desde entonces, no pudimos volver a sentirnos vivos, dejando allí lo que
más queríamos, nuestro primer hijo; que meses después, tras mucho sufrimiento y
dolor, nos fue arrebatado...y todos saben que esa ciudad que nunca abandona
nuestros pensamientos, tanto en los sueños como en nuestras más oscuras
pesadillas, es Vladivostok: tan amada y que tanta felicidad trajo a nuestras
vidas, pero que tanta tristeza dejó en nuestros corazones. Sabemos que también
ahora aguarda nuestra llegada con el más maravilloso tesoro allí nacido; que
esperará para ser feliz aquí, en España...y eso nos genera tanta ilusión, que
nuestras almas vuelven a vibrar de auténtica pasión por tratar de hacer sentir
"especial" a quien esté destinad@ a ser nuestr@ hij@. Y nuestros corazones
volverán a palpitar al ritmo que nos marque ese rostro que ya anhelamos
conocer...
Hoy, recordaba el inicio de esta historia que ahora vivimos,
al ver esta película: puesto que con la emoción y la ilusión por esta vivencia,
propuse a su director, Carlos Iglesias, el argumento para una película que diera
vida a la realidad de la adopción, con su dureza, experiencias y alegrías...algo
que me parecía muy buena idea entonces, pero mucho más increíble y realista tras
todo el camino recorrido: y algo muy de agradecer fue el interés mostrado, a
pesar de no llegar a ser una posibilidad...pero quien sabe? Aprendemos a soñar;
así es que, quizás tras un libro sobre la adopción, pudiera surgir algún interés
por plasmarlo... Los imposibles, no existen: nosotros ponemos los límites si
creemos.
También, hoy me acuerdo de las cosas que nos perdemos en la
vida, sobre todo con nuestros seres queridos, por no hacer un esfuerzo cuando
crees que debes hacerlo y aún puedes... Hay que vivir los sueños cuando se
presentan, porque sólo en ese momento puedes tener la certeza de vivirlo, aunque
siempre hay impedimentos: los propios o los que nos imponemos por no ser capaces
de hacerlo y poder vivirlos...esa pasión que nos mueve siempre y que tantas
veces nos deja sueños incumplidos... Aunque ya puedo asegurar, que el sueño que
nos llevó a comenzar nuestra historia de adopción en Rusia, se cumplirá: Nunca
te rindas!...
Este blog es más personal. Es un Diario: en él, iremos contando lo que es el día a día de nuestra adopción: desde el por qué lo decidimos, pasando por todo el proceso de información, cursos, trámites y todas nuestras emociones, vivencias...Es una historia que no terminará el día que logremos tener a nuestro hijo(-a) en casa, sino que contará también la adaptación y todo lo que venga después...La Historia de una Adopción en Rusia.
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