Pasan los días sin apenas darnos cuenta... Empezamos a recuperar energía, tras lograr una jornada plena de descanso dominical. Sentíamos tanto cansancio físico y emocional, que hasta reposar costaba. Ha sido un fin de semana de decisiones sobre qué hacer con las tan necesarias vacaciones para evadirnos un poco de las tensiones que tanto nos han llegado a atenazar...y por supuesto, como no podía ser de otro modo, acabamos nuevamente en nuestra tan querida Cantabria, visitando a esa familia tan querida que nos acogió con los brazos abiertos hace ya muchos años. Con el paso del tiempo, seguimos acumulando amigos con lo más importante en común: esos grandes corazones que no dudan en poner a disposición de quienes siempre están dispuestos a compartir en la vida...y eso es un gran tesoro que vamos recibiendo en forma de cariño en nuestro día a día; y será una base muy sólida para que nuestra pequeña vaya asentando su futuro: "quien vive rodeado de Amor, tendrá más fácil poder ofrecerlo a los demás".
Un nuevo año sintiendo la Paz en nuestro cuerpo...aunque un año más, sin haber logrado tener un pequeño o pequeña con quien compartirlo. Pasan los días sin apenas darnos cuenta, pero sin importar en absoluto; porque cuanto antes pase el tiempo, antes podremos viajar a reunirnos con nuestra pequeña. Todos nos dicen (y estamos convencidos que así será...porque es lo único que debemos creer), que éste será el último año que volvamos a estar de vacaciones los dos solos...a pesar de recordar que hace un año exactamente, no podíamos pensar en otra cosa que no fuera esa; porque también teníamos quien nos esperaba en la distancia. Ahora, lo sentimos aún más real; y sabiendo que no debería haber trabas ésta vez, preparamos con mucha prudencia la llegada de nuestra hija, pero simplemente para tenerlo todo previsto el día que se produzca la llamada.
Un año más, Cabárceno deberá esperar una visita que prometimos realizar al lado de los pequeños que vinieran de la lejana Federación Rusa...pero confiamos, como hicimos en un principio, que no tardará en llegar ese día. A pesar de la desazón de este último año, ese día llegará y podremos empezar a ver cumplidos nuestros sueños, que darán sin duda como resultado, la Felicidad de nuestra pequeña que nos espera ajena a los cambios tan positivos que la esperan casi al otro lado del mundo; en su hogar... Hija mía, no dejamos de pensarte, a pesar de tratar de no vivirlo con ansiedad...pero que difícil es soportarlo por ser tanta la necesidad. Te queremos, pequeña... Un abrazo tan fuerte como puedas imaginar...
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