martes, 2 de diciembre de 2014

Recuperar aliento para seguir (Des-)esperando...

     La jornada del domingo, nos sirvió para recuperar aliento; aunque las palabras del sacerdote durante la celebración del Bautismo de mi ahijada, nos hicieron sentir instantes en que los recuerdos y la nostalgia nos estrangulaban cual corbata apretando la garganta. Fue un emotivo día que nos permitió relajarnos para poder afrontar lo que debería ser muy pronto el final de esta tensa y angustiosa espera. Hoy, unos amigos recién llegados de su viaje de asignación, nos confesaban entender, ahora mejor que nunca, lo que significa la espera tras conocer a quienes están destinados a ser nuestros hijos...y como comentaba, acaban de regresar de conocerlo: como deseábamos, todo fue maravilloso y sintieron ese flechazo reservado únicamente para ocasiones especiales en la vida; esos días que sin duda, les cambiaron la vida para siempre. 
     También hace un momento, ya de día en Vladivostok...nos transmitían desde ésta querida y lejana ciudad, la llegada de una intensa nevada, que había causado diversos problemas, el mismo día en que comenzaba el invierno en Rusia. Éstas noticias, nos hacen presagiar unas blancas y gélidas Navidades; pero que o mucho me equivoco, o ante la falta de noticias, auguro no podremos compartir con nuestra hija. Sería un auténtico sueño poder hacerlo; y mientras quede una mínima opción, seguiremos esperanzados en verlo hecho realidad...a pesar de que el tiempo pasa y esas opciones son cada vez más escasas. Todo se puso en contra y parecen haberse aliado la mala suerte y todas las circunstancias, para provocar un retraso que en ningún momento creímos se produjera. Hicimos todo lo posible; pero parece no haber sido suficiente y tendremos que seguir esperando...porque sólo nos vuelve a quedar eso: esperar. Y si algo nos ha quedado claro ya, es que hay quienes deciden los tiempos y parecen no querer conocer las necesidades (todas las familias las tenemos muy claras y por ello sufrimos)...y por eso mismo, lo encontramos aún menor sentido: hay ocasiones en que las soluciones parecen cercanas, y en las que podemos observar, que no todos los rusos tienen la misma sangre recorriendo sus venas; y esperamos poder volver a reunirnos muy pronto, con quienes allí nos han demostrado que la suya, es tan cálida como la nuestra. 
     Hay veces, que el corazón te pide hacer lo contrario a lo que te dicta la mente...y es que el corazón, ese mismo que bombea nuestra sangre, únicamente comprende el Amor y en ocasiones, desafía a la razón. No pudimos resistirnos a pesar de todo, porque nosotros, no somos de piedra.
     Feliz semana!!!

1 comentario:

  1. Buenos días . Esa nevada de la que hablas fue la que nos despidió subidos en el avión de vuelta para Moscú y no sé por qué me dio la sensación de la mejor despedida de esta singular ciudad. Espero que así sea pues allí pasará esta muñequita nuestra (ojalá ) su último invierno. Nuestra espera también será larga.

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