jueves, 17 de septiembre de 2015

Días de muchos nervios...y esperamos que también, de buenas noticias.

     Estos días, vuelven a exigirnos más tarea de lo habitual... Entre esas tareas, algunas vivencias, no tan agradables, que deparan los pequeños con su inquietud y constante actividad: visita de urgencia al médico con Lera, debido a una caída en el patio de casa, que provocó su primera brecha (conocida) y sus primeros puntos. Se trató de una experiencia angustiosa, por la necesidad de visitar el hospital para cerrar la herida y valorar su estado. A pesar de todo, no deja de sorprendernos la valentía y la dureza de nuestra pequeña, que únicamente derramó lágrimas en el momento de la caída; pero no volvió a quejarse ni tan siquiera en el instante de practicarle la cura con las correspondientes grapas.
     Por cierto... como contraste a la fortaleza adquirida mientras tenía que hacer frente ella sola a cualquier circunstancia o enfermedad; comienza a "pedir" a través de juegos, ese cariño, cercanía y cuidados (al fin y al cabo, todo aquello de lo que careció mientras fue privada de su infancia) de los que no dispuso cuando por edad le correspondía: cuando siendo un bebé, requería ese calor humano que le diera seguridad y tranquilidad mientras no podía valerse por sí misma y que ahora, de forma natural, el propio instinto se encarga de solicitar. Poco a poco, van saliendo esas carencias que pudo tener; y ella misma se encarga de ir cubriendo con afecto, ese vacío sentimental que en su pasado se fue generando. Es muy reconfortante sentirla con tanta ansia por aprender; con una tremenda estimulación cognitiva, que nos permite observar un desarrollo poco habitual y una rápida adaptación al entorno.
     Por otro lado, también ha sentido estos días mucho nerviosismo a su alrededor, debido a los siempre presentes problemas de salud familiares...pero ayer, quizás comenzara ya a sentir más sosiego, tras recibir una maravillosa noticia que si Dios quiere, nos permitirá afrontar con más tranquilidad una nueva etapa a todos.

     No podemos nunca perder la Esperanza... Y por eso, estamos deseosos de poder compartir muchas más alegrías, comenzando hoy mismo con una que muchos anhelamos desde hace bastante tiempo. 
     

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