Hasta luego, papa: siempre estarás donde estuviste; muy dentro de nuestros corazones.

     Querida Familia y amigos: el dolor, no hay que esconderlo, pero las lágrimas tampoco.

     Ha sido un fin de semana muy duro y difícil; y ello, ha provocado que no haya podido publicar nuevas entradas desde el viernes...Ese dolor, es motivado por las tristes noticias que nos han vuelto a sorprender. A muchos de quienes más nos quieren, los estamos haciendo llorar mucho... pero sabemos que algún día, muy pronto; les empezaremos a dar alegrías y podremos disfrutar juntos por ello...

     Dicen que las desgracias nunca vienen solas...pero cuando son tan dolorosas, lo hacen aún más difícil de aceptar.

     Todos sabéis que hace poco más de un mes, (y debido a la incapacidad e incluso falta de humanidad de nuestras autoridades, que aún siguen sin ser capaces de encontrar una solución para las familias que sufren por lo que más quieren, desean y necesitan en sus vidas) nos comunicaron la pérdida de nuestro hijo; y ahora, la vida nos vuelve a sorprender con la pérdida de una de las personas que más lo necesitaba y deseaba en el mundo: su abuelo, que nunca tuvo ni tendrá ya la oportunidad de conocer a quien más ansiaba y más energía le generaba desde hacía ya muchos meses. La pérdida de nuestro hijo ante la pasividad de nuestras autoridades, a quienes no importa lo más mínimo; nos hizo por éste motivo sentir más cruel no conseguir traerlo a casa junto a quienes más lo querían. Éste pequeño, era la luz en el horizonte y el bastón para seguir caminando, de ese abuelo que aprendió a amarlo a través de nuestros sentimientos.

     Pues bien, esa luz dejó de brillar y con ella, todos los sueños y las ilusiones que ese día se desmoronaron.

     Hasta luego, papa; porque nunca te irás... siempre estarás donde estuviste: muy dentro de nuestros corazones.

     No es justo que nos abandone; pero más aún, sin haber conocido al nieto al que quería y sentía como tal desde que iluminó nuestros ojos y cambió nuestras vidas... ese nieto que debió conocer y abrazar hace más de 4 meses y que llenaba de ilusión sus horas: "su piratilla", que tanta esperanza generaba en él de cara al futuro. Como tampoco es justo, que se fuera sin conocer a su nieta que viene en camino. No es justo, que se haya ido sin abrazar a sus pequeños a quien tanto deseaba... sintiendo lo que significa ser abuelo, pero únicamente a través de vídeos y  fotografías: sin poderse despedir de él, haberlo tenido al alcance de la mano y haber preparado cuidadosamente su llegada: algo que hace meses ya, debería haberse producido y que sin duda, le habría hecho irse con una sonrisa en el rostro...

     No te preocupes, que pronto los conocerás; porque a través de nuestro amor por ellos,te llegarán...y aunque no puedas abrazarlos, ya lo haremos por tí; porque tú nos verás y observarás la sonrisa que nunca se irá de nuestro rostro, a pesar de los momentos que nos están tocando vivir. Sentirás a tus nietos ya lo verás...

     Gracias por tus aciertos; porque nos hicieron felices...y gracias por tus errores, porque nos hicieron aprender de ellos y conocer el camino que podía ser correcto.

     Pero sobre todo, Gracias por todo ese Amor compartido... un Amor tan maravilloso como como el que un padre da a su hijo; y que a su vez, recibe del mismo.

     Al menos en éste caso, nos pudimos ir despidiendo de él; algo que no fue posible en el caso de nuestro pequeño, quien nos esperaba en la distancia y a quien no logramos traer a casa.

     Ahora ya, él nos permitirá tener Hilo directo con el de arriba"...y quizás, él logre que seamos escuchados. Será nuestro ángel, que estará velando por nosotros: será nuestros ojos en el cielo y quien nos haga visibles... Ahora sí, tendremos quien nos guíe a través de las estrellas y quien genere nuestras señales, porque sabe perfectamente cuáles son nuestras metas...

     Siempre dicen que "cuando alguien se va, es porque alguien está a punto de llegar"... y en éste caso, podría ser cierto, aunque el resultado hasta ahora ha sido el de la terrible pérdida doble: la de un hijo

y la de un padre.