...Cuantos recuerdos, casualidades y sueños encerrados en esas paredes y esos parques de juegos...conocemos las rutinas, perfecto trato y cuidado de los pequeños y a quienes de ellos se encargan: todo perfecto para ser una aventura "nueva", pero con tanto recorrido ya andado... Volveremos a la sala de música, que tantas lágrimas hizo brotar: las de Denis primero, y las nuestras después...
Veremos a esos ángeles que por allí rondaban hace un año ya... Muchos de ellos de tan grato recuerdo para nosotros...será duro verlos aún allí, y lo único bueno, será poderles alegrar en algún momento...porque también ellos esperan a esas familias que fueron y que aún no volvieron para llevarlos a casa: algunos de ellos en la misma situación a la que nos hemos visto nosotros también expuestos estos largos meses...y que no saben cuando se pondrá fin. Les daremos todo el cariño que podamos ofrecerlos en nuestras visitas, pero algunos que marcaron nuestra vida, volverán a hacerlo nuevamente esta vez... He reflexionado tanto sobre ese momento y la nostalgia; pero me embarga el dolor de volver a ver a todos esos niños de los que quedamos prendados... Sentiremos dolor y tristeza, pero más aún por volver a pasear por aquellos lugares y volver a sentir la necesidad de aquellos niños: la imagen de Denis jugando en esos columpios, paseando y abrazándonos, nos vendrá a la memoria y no lo puedo negar porque lo hace constantemente sin estar allí; pero él al menos tendrá ya una familia (que aunque no sea la nuestra, le dará lo necesario), pero no esos pequeños que aún no la han encontrado y la esperan.
Volveremos a atravesar el puente de la Bahía para ver ÁNGELES: debe haber algo mágico allí que nos atrae y nos permite volver a ese lugar...nuevamente es el Destino el que quiere que sea allí, donde nos esperen nuestros hijos: quizás por algún motivo, se equivocó de pequeño, pero no de lugar...aunque nos hizo conocer a un pequeño fantástico y maravilloso que nos permitió hacer posible pasar un periodo de tiempo muy feliz, hasta poder conocer a nuestra pequeña que nos está esperando allí: quizás, no estuviera entonces lista para salir de la casa de los sueños...y quizás coincidieran y jugaran juntos. Llegué a pensar en que quizás, en algún lugar exista una fotografía de nuestros dos pequeños juntos...porque sería algo fantástico y tremendamente hermoso.
Pero lo que también está muy claro, es que tenemos una "Princesa", que ya protagoniza nuestros sueños y acapara nuestros sentimientos... Y esa princesa del Lejano Oriente, nos espera ya en ese enclave mágico al otro lado de la Bahía: confiamos y deseamos que las dudas y temores que ahora en la distancia sentimos, desaparezcan en el mismo momento de conocerla y de poder observar esa primera mirada; tras ese primer contacto con ella en que deseamos todo se convierta de nuevo en una idílica historia del amor más puro e incondicional...el de unos padres por su hija, que no podrá nunca imaginar el cariño que albergan para poderla ofrecer si se lo permiten. Ojalá sea así, porque nadie puede dudar que haremos todo lo que esté a nuestro alcance para conseguirlo... Hija mía, te aprendimos a querer a pesar del dolor y la tristeza... Ahora también nos separan el tiempo y la distancia, pero esperamos poder viajar muy pronto para que cuanto antes, puedas disfrutar del amor de una familia y que hasta ahora se te ha negado. Ten Paciencia, que el viaje que propiciará nuestro Encuentro, está cada día más cerca...
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