Está siendo un mes duro...y no ya solo por la espera que se hace eterna; es que, ni esa espera se hace tranquila...y eso que lo intento. Hay cosas en la vida (siempre hay alguna) que nos hace realmente estar siempre preocupados y que tratan de hacérnoslo todo más difícil: hay veces, que todo parecen cuestas llenas de baches en el camino de la vida, y que no te dejan disfrutar de lo que verdaderamente importa y deseas.
En éste momento de espera, que es motivo de ilusión y esperanza; de alegría...no deja de haber esos problemas que no te dejan relajar y ver pasar el tiempo, para comprobar que cada vez, queda menos para vivir ese deseo de ser padres; ese sueño hecho por fin realidad...
Ahora, después de tanto tiempo tras ese deseo tan íntimo; después de haber pasado por todo tipo de circunstancias y sentimientos, de pruebas y desilusiones...no podemos centrarnos únicamente en ese sufrimiento que trae consigo la espera.
También, durante nuestro proceso, ha habido contratiempos y hemos tratado de llevarlos de la mejor manera; y con la energía y la positividad le hemos dado fuerza a nuestro sueño.
Y ahora, no puedo creer, que todavía haya más cosas que nos lo puedan hacer más difícil...
Ésta historia comenzó, como todo en nuestra vida, con la mayor ilusión y con todo nuestro esfuerzo puesto en el final feliz de ésta historia...y así debe continuar.
Hay días (y van unos cuantos), que lo ves todo muy oscuro y no encuentras motivo (o eso crees) para encontrar luz en ese camino...y aún así, sigo pensando que en ese caso; hay que seguir subiendo esa cuesta, esa montaña...para llegar un día a lo más alto; y desde allí, poder disfrutar de las mejores vistas: y a su vez, poder ver toda la luz que te ha faltado durante la ascensión.
Quiero creer, y así he hecho siempre: que los problemas pasan y te dejan disfrutar de las alegrías...y que además, te hacen apreciarlas aún más si cabe.
Y en nuestro caso, lo más importante de nuestra vida, y por lo que siempre hemos suspirado; lo que nos ha mantenido siempre con la ilusión, y lo que nos ha motivado durante muchos años a seguir soñando...está a punto de hacerse realidad. Y ello, debe darnos y nos dará el mayor empujón de ánimo...porque es algo que se debe disfrutar, que se debe sobreponer a cualquier desafío y cualquier obstáculo. Si éstos días he sido capaz de intentar ayudar a quienes la han necesitado o a quienes he podido, por ese mismo motivo, debo ayudarme a mí mismo y sobre todo, a mi querida Paula, y recuperar el ánimo y la ilusión, porque estamos a punto de ver hecha realidad la mejor y más preciosa historia de amor, de encuentro y de lucha por un objetivo compartido tantos años, que nunca podríamos haber imaginado...y todo eso, merece la pena y no se podría pagar con todo el oro del mundo.
Seremos los más felices del mundo y nuestro hijo, lo será con nosotros: estamos a un paso, de empezar a vivir otra vida totalmente distinta, y con una serie de sueños distintos por realizar.
Éste, debe ser el primer paso para un cambio en las preferencias y en las decisiones que motiven o provoquen nuestras acciones...y el que nos permitirá con toda certeza, conocer lo que de verdad importa...empieza otra vez, la lucha por el optimismo y el aspecto positivo.
Sigue adelante...cada paso podría parecer más duro pero no te detengas! La vista es hermosa en la cima... |
Porque el mayor sueño y deseo de nuestra vida, ha sido ser padres, por eso mismo, debemos saber aprovechar esos días de desánimo, consecuencia de situaciones ajenas a nosotros, que nos están acompañando en este tiempo de espera, que de por si en algunas circunstancias es difícil de sobrellevar. Como en tantas otras ocasiones nos ha ocurrido, aun cuando uno de nuestros momentos más intensos, especiales, en cuanto a emociones, sentimientos, etc, lo estamos viviendo ahora, salpicado por esos últimos días de desánimo, seguiremos luchando, porque nuestro pequeñin, F. Denis, nos está esperando, y sabe que nuestro amor, felicidad e ilusión, la compartiremos con él, y por supuesto con toda nuestra "gran familia".
ResponderEliminarSeguiremos adelante, porque lo que de verdad importa, hace mucho tiempo que lo aprendimos, y así lo tenemos presente cada día.