Queda poco para viajar a Vladivostok...

     Hoy, la imaginación hace soñar con esa pequeña cara y esos ojazos que pronto, ya podremos observar: con ese pequeño niño con que hemos sido bendecidos...
     Hoy, dormimos soñando que lo abrazamos; pero ya muy pronto, despertaremos de éste sueño, y lo tendremos en nuestros brazos...juntando nuestros corazones con el suyo; sintiendo que han encontrado lo que buscaban y que ese sueño, ha pasado a ser realidad. Que, como en baseball dirían: hemos llegado a primera base y esperamos al siguiente paso para avanzar cautelosamente a la segunda base; y así, conseguir llegar al destino final que es el de la vuelta a casa con ese ángel encarnado en niño.
     Pronto, pequeño mío; estaremos en casa, contándote cuentos de animales, e historias de superhéroes; cuentos de sueños que se hacen realidad: y de quienes fueron felices y comieron perdices...hasta que logres comprender, que nuestra vida juntos, será el cuento y el sueño hecho realidad, más hermoso que jamás se haya escrito.
     Nuestro niño del lejano Oriente, vendrá para dar mayor sentido a nuestra familia: para ocupar con su alegría, todo el vacío de la casa y un lugar muy grande en nuestros corazones... Para hacernos llorar de alegría, y para que el jardín tenga el más hermoso de los motivos para florecer; nuestro pequeño Fernando, que cada día, brillará y nos iluminará más que el sol.
     Ya, queda poco para que éste último sueño antes de conocerle, nos dirija directamente a su lado...

Recuerda que algunas veces, no obtener lo que quieres, puede ser lo mejor para ti...

     Esto es cierto...quizás, si todo hubiera ido por otro cauce; no conoceríamos el maravilloso mundo de la adopción, con sus alegrías y tristezas; y no habríamos podido conocer éste maravilloso aspecto humano de la bondad y el cariño sin esperar nada a cambio...así como el de poder conocer ésta otra familia que se refleja a diario en nuestra historia de adopción... ("Dios nos da lo que nos hace falta")...