La carta de hoy, es la escrita por otros de nuestros amigos, que tienen el juicio paralizado hace ya meses, y para quienes hoy, es también un día especial... Su hijo, los espera en pleno corazón de Siberia, en una época muy fría por esas latitudes. Conocieron a su pequeño, bajo ese frío intenso y la nieve; y si todo va bien, volverán allí bajo esas mismas temperaturas...aunque ya habrá tiempo para disfrutar del sol en su casa, en España.
Allí, en Novosibirsk, los espera la mejor recompensa a tanto sufrimiento y ansiedad...su hijo. Confiad, porque muy muy pronto, emprenderéis ese viaje tan soñado y deseado...
CARTA A NUESTRO HIJO EN EL CORAZÓN DE SIBERIA.
Querido hijo,
El día que nos asignaron al que iba
a ser nuestro hijo, tú, Ilya, nos enseñaron la foto de un pequeñín precioso con
carita de asustado. En ese momento de emoción y alegría no pudimos contener las
lágrimas y nos pusimos los dos a llorar como tontos. Una semana después
viajamos a Kuibishev a conocerte y ése fue el momento más deseado y bonito de
nuestras vidas. Allí estabas tú, más guapo aún que en la foto, un poco tímido
al principio, pero no tardaste mucho en acercarte a nosotros y curiosear todo
lo que te rodeaba, sobre todo nuestra mochila negra donde llevábamos cositas
para ti. Recordamos como te gustaban los globos, los espejos y las ventanas,
como si estuvieras deseando conocer el mundo que existía tras ellas. Desde el
primer minuto te consideramos nuestro hijo para siempre, un bichillo precioso,
que jugaba y se reía mucho con nosotros, y que también se enfadaba un poquito
cuando algo no salía como quería. Los cuatro días que pasamos contigo han sido
lo más maravilloso de nuestras vidas. A menudo nos preguntamos cómo se puede
llegar a querer tanto a alguien con el que has pasado tan poquitos momentos
porque aunque eran muy intensos siempre nos parecía poco. Desde esos días
nuestro amor hacia ti no ha hecho más que crecer y crecer y el deseo de tenerte
a nuestro lado se hace insoportable.
Al volver de Rusia empezamos a
preparar tu venida con toda la ilusión del mundo. Pero un problema del que ni
tú ni nosotros somos responsables nos mantiene alejados cuando ya tendrías que
estar con nosotros, tu familia, y con tus cositas, tu habitación, juguetes y
con todo el cariño que queremos darte para siempre. Junto a otras familias
estamos luchando para poder ir a buscarte lo antes posible porque te echamos
mucho de menos y no dejamos de pensar en ti todos los segundos del día. Sólo
nos queda el consuelo de que en la casa cuna de Kuibishev estás muy bien
cuidado y de que la solución del problema llegará antes o después. Cada día que
pasa sin ti es una tortura, pero aguantaremos lo que haga falta para poderte
tener pronto a nuestro lado.
Te queremos con locura.
Tus papás,
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