Un mensaje lleno de Esperanza y Fe...respuesta a la carta dirigida a Su Santidad el Papa Francisco.

     Poco a poco, todo el mundo va conociendo nuestra necesidad y nuestro espíritu de sacrificio, para conseguir, de la mejor manera posible, involucrar a todo el que podamos para adelantar en la medida de lo posible, la firma del tan ansiado y necesario Convenio Bilateral en materia de Adopción con Rusia.
     Siguiendo con esa Esperanza, escribí una carta a Su Santidad el Papa Francisco: una carta, escrita desde el sentimiento más íntimo del corazón, y la tristeza del momento por el que atravesamos; pero llena de Esperanza y Fe en tener todos cuanto antes, a nuestros hijos en sus casas, en sus familias...sintiendo un tan necesario cariño, así como los cuidados que todo niño merece y necesita...
     Pues bien, ya que Su Santidad, había solicitado a todas las Conferencias Episcopales a lo largo de todo el mundo, información sobre la opinión real y directa de las familias, sobre los temas más "espinosos" a los que se enfrenta la Iglesia (uno de ellos, la adopción)...aprovechamos como familia, para mostrar nuestro punto de vista, así como la Necesidad y los Derechos de los Niños en Desamparo repartidos por todo el mundo.
     Sabiendo de su próxima reunión con el Presidente ruso, el Sr. Vladimir Putin (25-26 Noviembre), veía positivo que conociera la situación de las familias adoptantes; así como el vínculo que siempre nos unirá a la Federación Rusa, por darnos lo más deseado y querido en nuestras vidas...y ya de paso, que pudiera transmitírselo dentro de sus posibilidades.
     Habrá quien piense que es exagerado; que no servirá de nada, e incluso, que no obtendría contestación, ya que ni tan siquiera, lo leería en persona...
     Pues bien, como creyente (aunque realmente, no muy practicante), siempre he pensado que había alguien a quien recurrir; ó por lo menos, he querido creer, que había algo en lo que siempre refugiarse, en lo que había que confiar... porque ello, daría siempre energía, ilusión y esperanza, en los momentos más adversos. Habrá quien no crea y aún así, haya echado una mano de ese deseo de creer en los peores momentos; porque aún sin confesarlo, todos habremos creído en algunas circunstancias ó habremos necesitado recurrir a ello...
     Ésta carta, nos encargamos de hacérsela llegar por distintas vías; y una de ellas, la más directa, ha sido la que ha dado sus frutos: confiaba en quien debía hacérselo llegar... y sólo con eso, ya me habría servido de ayuda para afrontar ésta dura espera. Pero hay más: no había mejor día, mayor alegría de hacérnoslo saber, ni más apropiado día para contestar, que precisamente ayer; el Día Mundial de la Infancia y Día Internacional de los Derechos del Niño.
     El mejor día: el día en que todos sentíamos el vacío por la ausencia aún de nuestros hijos, fue el día de recuperar la Esperanza y la Fe... Fue otra casualidad, de las muchas ya en éste proceso de adopción? Yo, más bien "Creo": porque siempre he seguido las señales, que han parecido casualidades, pero que eran oportunidades... y porque pienso, que nos van marcando el camino. Ésta nueva señal, nos indica que todo va por el buen cauce y nos hace confiar en la solución inmediata.
     Todos quienes siguen éste blog, saben que en su día, al iniciar nuestro proceso, quise solicitar al Papa Benedicto XVI, la Bendición a la llegada de nuestro hijo: pero que debido a su renuncia, ésta no llegó a producirse...
     También en su día, dimos la Bienvenida desde éste mismo blog, a Su Santidad el Papa Francisco; el Papa del Pueblo...un Papa cercano y en quien confiar. Hoy, me lo demuestra con hechos, porque hemos recibido ya esa Bendición de Jesús; porque estoy absolutamente seguro, que es el mismo Papa Francisco, quien ha redactado esa respuesta que llena de orgullo, satisfacción y esperanza, tanto el corazón como el alma de todos quienes puedan ver en éste mensaje reflejada nuestra necesidad...y que significa, una respuesta esperanzadora a nuestro más íntimo deseo. Nos envía un mensaje de protección y cuidados; para que sintamos su presencia en éste duro camino; y sobre todo, nos permite creer en el futuro de todos los niños en desamparo (cosa en la que hacía mucho hincapié en la carta), ya que nos informa que éste tema, estará presente en el próximo Sínodo sobre Familia... En ésta carta, le solicitábamos la mediación con autoridades y organismos internacionales, para evitar las barreras burocráticas, que impiden que miles e incluso millones de niños repartidos por todo el mundo, no lleguen a tener la oportunidad de encontrar su familia; debido a la dificultad y la lentitud de los trámites necesarios para completar una adopción...y de las trabas impuestas en su desarrollo...

     Ahora también, empiezan a llegar informaciones desde Rusia; y desde las notas que nos llegan del Encuentro sobre Infancia y Familia, celebrado la pasada semana en Moscú, y a la que acudieron tanto ecais españolas, como autoridades en materia de adopción del Ministerio de Sanidad Servicios Sociales e Igualdad y de Comunidades Autónomas (IMMF e ICAA); sobre la posible firma del Convenio Bilateral, a lo largo del próximo mes de Diciembre... para cuando, según todas esas informaciones, Rusia ya tendrá preparada y dispuesta dicha firma. Confiemos pues, en que por nuestra parte, se cumpla éste plazo y no haya que demorarlo más de lo necesario...
     Sabemos perfectamente, que Su Santidad el Papa Francisco, no tiene posibilidad ó capacidad de influir en la decisión de reanudar nuestros procesos; pero como dije hace varios días... "nunca sabemos cómo o cuando e incluso quién pueda dar con esa solución ó influir en ella; pero debemos seguir creyendo en ello, porque nos ayudará a hacerlo más llevadero, y a cumplir el Sueño"... POR QUÉ NO HOY?.
     Gracias, Francisco: porque has hecho recuperar la ilusión y la esperanza...seguiremos creyendo con toda la fuerza de nuestro corazón, que la solución estará cercana; y que en el futuro, los niños en desamparo, lo podrán tener más fácil para encontrar lo que más necesitan en el mundo...UNA FAMILIA, que los cuide, los proteja y los de su amor incondicional; porque existen, pero hay que favorecer ese encuentro...
     Cuando estén nuestros hijos a nuestro lado, y por mucho que sea el esfuerzo realizado, TODO HABRÁ MERECIDO LA PENA...
     Mientras tanto, seguiremos rezando por nuestros hijos y su bienestar; para que en nuestra ausencia, obtengan todo lo mejor que se les pueda ofrecer en estos momentos. Y nosotros, con nuestro ejemplo, seguiremos luchando por tratar de ofrecerles en el futuro, la sociedad que queremos para ellos...