Otra nueva semana que pasa sin esa llamada tan anhelada... Aunque sí, trajo noticias muy agradables y positivas para muchas familias en nuestra misma situación: sin duda, la reanudación de la región donde más expedientes de familias españolas hay registrados en espera de juicio, es una gran noticia... Pero no hay que olvidar, que aún quedan muchas otras y que todas son igual de necesarias: la Ratificación del Convenio en España está ya casi ultimada; y la próxima semana será ya un hecho...pero en cada región que se resiste, tenemos puesto rostro a esas familias que esperan a quienes consideran sus hijos (o la Esperanza de que sea allí donde los conozcan) y que en muchos casos, también hemos podido conocer, aunque sea a través de una simple imagen. Nos emociona y encoge el alma cada noticia positiva...pero no quiero ni recordar lo que conlleva cada una que contiene un triste mensaje.
Las semanas pasan despacio cuando esperas que algo se produzca y no llega; pero es también cierto, que cuantas más pasan, más cerca estamos de que ese instante se produzca: hay que ver el aspecto positivo, a pesar de que en muchos momentos parecemos no encontrarlos...
Posiblemente, muchos de los consejos que nos dan, sean acertados...pero es difícil haber vivido tan intensamente este último año, y ahora, tener que limitarnos únicamente a esperar... Se hace casi imposible poderlo hacer, porque además de nuestras vivencias y particularidades, hemos aprendido y descubierto muchos detalles y casos, que en nuestras circunstancias, nos provocan estar en una alerta constante... También es cierto, que tratamos de estar al día de cualquier noticia o cualquier detalle que surja; y por ello, no podemos evadirnos tan siquiera un instante.
No puedo negar, que tras esperar noticias en cualquier momento, el hecho de no producirse, nos afecta...y el hecho de existir imprevistos en nuestro camino, nos permite observar pequeños detalles y acabar infundiéndonos nuestros propios temores; aunque siempre, a través de hechos fundados. El hecho de tener que recabar las autorizaciones y renuncia de todos los familiares "conocidos", provoca a veces retrasos e inconvenientes que nadie busca ni espera; pero que ante todo, a nadie benefician...aunque si perjudican, por su necesidad, a los menores que esperan.
Sólo deseamos que llegue cuanto antes el momento de volver a la región que tiene retenidos nuestros corazones y nuestros sueños junto a nuestra hija. Vivimos pendientes de un gesto, que pueda hacernos ver esa luz que siempre ha permanecido latente en el horizonte...porque en un determinado momento, la podremos alcanzar rápidamente y sentir el calor nuevamente en unos corazones que permanecen gélidos y que parecen latir más despacio, para no hacer ruido...
Nosotros, no hicimos nunca esta Promesa...pero seguro que muchos sufren pensando en esa afirmación (entre otras cosas, claro...). Simplemente con observar esta imagen, es difícil no sentir Ternura...sobre todo, relacionando con alguna vivencia o sentimiento íntimo.
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