Como cualquier otro día, vivimos continuamente pendientes de todo lo que ya conocimos y de quienes pueden provocar que esa llamada se produzca: tratamos de recabar cualquier tipo de información de familias que viajan o de nuestros propios representantes; pero también pendientes de todo lo que pueda causar que no se haya producido ya...
Recuerdo a todos los representantes a quienes hemos visto durante nuestros viajes (la mayor parte de ellos, en el Vlad Inn): y da igual quienes sean las familias a las que representan...porque llevan carpetas llenas de sueños que dependen de su buen hacer y de una serie de decisiones burocráticas de las cuales penden las esperanzas de los menores, para acabar formando parte de una familia que tanto necesitan y que tanto los desea. Esos representantes nos transmiten cariño al observarlos; pero también al recordarlos y al pensar en la cantidad de menores y de familias con quienes han colaborado para poderse unir para siempre. Gracias a todos ellos por esa labor...y a todos quienes como ellos (incluidos trabajadores de las casas cuna u orfanatos y funcionarios de los distintos departamentos) y en todas las distintas regiones, hacen realidad el Milagro de la Adopción.
No puedo olvidar tampoco a personas tan especiales, a quienes abrimos nuestros corazones ante la Necesidad de conocer cualquier aspecto sobre nuestros hijos y ante las múltiples dudas generadas en torno a ellos y su historia vital... Esas personas, son fundamentales en los procesos de Adopción en Rusia; y de ellos (casi siempre "ellas"), depende conocer muchos de los detalles primordiales para conocer el presente, pero también el pasado de nuestros hijos: las traductoras. La nuestra, qué decir: es un ángel que transmite cariño y que de un modo natural, empatiza con los sentimientos de las familias; puesto que al mismo tiempo que ellas (como también en nuestro caso), conoce y descubre a esos pequeños que nos esperan, acompañados casi siempre de unas terribles y tristes historias... Y el resto de traductoras que vamos conociendo, son también personas maravillosas que conocen la necesidad (independientemente de la procedencia de la familia) de los niños institucionalizados. Son por tanto las Traductoras, "Transmisoras de Sueños y Sentimientos", ya que van conociendo a las familias en los momentos en que se desbordan Alegría, la Ilusión y la Esperanza, pero también temores, miedos y confesiones. Cualquier detalle en su labor, puede ser fundamental y de una ayuda inestimable tanto para los menores como para quienes se ofrecen para ser sus padres. Viven también, momentos muy íntimos junto a nosotros...y en nuestro caso, deseamos poder contar muy pronto con su compañía, desempeñando su cometido en el juicio que nos permita ser los papás de nuestra pequeña... Gracias Katia, (y al resto de traductoras que acompañan a otras familias...) por ofrecer esa dulzura en momentos tan íntimos e ilusionantes como los que hemos vivido hasta ahora a vuestro lado...
Asimismo, Creemos plenamente en la labor y esfuerzo de nuestro representante; pero el hecho de no poder recibir un mensaje suyo que nos transmita tranquilidad, hace que no podamos alcanzar ese estado. Tenerlo delante, nos da garantías y Paz; al igual que nos las daría poder sentir su mensaje...porque además del cariño que le tenemos a él; la otra palabra que en nosotros genera, es Confianza. Que fácil sería poderlo tener frente a frente y que simplemente nos dijera: "no os preocupéis, que únicamente es cuestión de tiempo"...
Como me gustaría que te llegase este mensaje directamente: pero por si pudiera ser el caso, lo lanzo al viento... Un abrazo muy fuerte y nuestros mejores deseos para ti, Iván...y para el resto de esa familia que sentimos nuestra. Esperamos poder volver a compartir nuestra Ilusión con vosotros muy pronto...
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