Ayer, no me equivocaba...porque en la vida hay que tratar de soñar; y a veces incluso, sirve para olvidar o apartar la tristeza...pero, de un modo u otro, nunca hay que dejar de buscar esos sueños.
Anoche, hablaba con unos clientes en el restaurante: unos a quienes siempre tuve mucho aprecio, y que en su día conté nuestra experiencia de adopción e incluso les dí a conocer la existencia de este blog... Hablábamos de "Casualidades", e incluso recordé y les conté situaciones que me vinieron a la mente...pero en ese momento, no podía imaginar, que estaba a punto de producirse otra: pero ellos aún menos, porque ni tan siquiera lo sabía en ese momento, pero les estaré aún más agradecido. Ambos, trabajan en distintas editoriales (podría también ser de ayuda en el futuro, puesto que muchos conocen mi deseo tras concluir este proceso); pues bien, nos regalaron un fantástico libro, que sabiendo nuestra aventura en Rusia, vieron apropiado para enriquecer aún más nuestra biblioteca de adopción y poder seguir con curiosidad, ésta historia gráfica de una familia estadounidense adoptante en Rusia hace aproximadamente 5 años... Realmente, es quizás el mejor regalo, porque de todos ellos, aprendes; y también sirven para preparar y tener prevista cualquier adversidad o situación que pueda producirse a lo largo del proceso e incluso en la estancia en el país en alguno de los viajes.
Teníamos tanta curiosidad por los detalles, que comenzamos a escudriñar y buscar datos y detalles: dónde, cuando, como...todos esos comentarios que puedan traernos recuerdos de alguna de nuestras familias conocidas o alguna coincidencia más en el proceso... Y la sorpresa fue, cuando nada más comenzar, todo nos parecía muy cercano; como si alguien nos hubiera estado siguiendo en nuestros viajes y fijándose en detalles, incluso íntimos de anécdotas o acontecimientos surgidos durante estos últimos dos años: todo era tan real, ya que la historia de adopción, se desarrolló en VLADIVOSTOK! Todos los detalles, nos iban produciendo una emoción inesperada y una sensación sumamente agradable... Los lugares, tan queridos y recordados por quienes viajamos a esa ciudad y esa región a conocer a nuestros hijos: con todo detalle, muestra todos y cada uno de los lugares visitados para realizar los trámites necesarios para visitar a los menores, e incluso, como en nuestro primer viaje, tener que atravesar la Bahía (donde hace 2 años se inauguró el puente más hermoso del mundo y tan recordado por nosotros), para llegar a conocer y reunirse con su hijo.
Tan emocionante fue también, observar las viñetas donde muestra retratado con todo detalle, la vista principal del hotel VLAD Motor Inn, que frecuentamos todas las familias adoptantes y que definí hace algo más de un año, como el "Hotel donde los sueños se hacen Realidad" (en clara referencia al hotel donde acudimos las familias para conocer a nuestros hijos; y donde nos albergamos y reunimos durante los primeros días junto a ellos tras convertirnos en sus papás, la mayor parte de familias, y vivir allí nuestros primeros sueños juntos). Por cierto, un detalle: nos habían confirmado que ya ondeaba allí la bandera de nuestro país; pero pudimos corroborarlo en nuestra última visita. Las casualidades, no paran ahí...mencionaba también en el libro, a la representante que tramitó y acompañó durante el proceso a esta familia, y que casualmente, creo con casi total seguridad, se trata de la misma que conocimos en éste hotel, a través de otras familias en nuestra visita de hace un par de meses.
Se trata pues, de una novela gráfica, que recomendaremos a nuestros amigos (especialmente a los que tramiten o hayan tramitado en nuestra querida región de Vladivostok), porque evocará grandes recuerdos a unos y permitirá hacérselos sentir y soñar a otros... Otra sorpresa y otra grata casualidad en este hermoso y tortuoso camino de adopción.
A veces las casualidades no surgen como tal, sino que el destino las tienen muy presentes.
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