Meditando sobre las palabras de una de nuestras amigas que hace poco tiempo han vuelto de recoger a su pequeño; se me aglutinan cientos, miles de recuerdos de la infancia... Hay hechos que no recordamos, pero la mayor parte (desde que alcanza a recordar la memoria) nos vienen a la cabeza tras visitar los lugares que frecuentábamos en la niñez; la mayor parte de ellos, junto a las personas que han formado parte muy importante después en la vida. Eran momentos de disfrutar y de comenzar a forjar nuestra forma de ser, y a buen seguro que quienes compartían esos años en nuestro día a día, influían para enfilar uno u otro camino: los hermanos, primos o vecinos, nos ofrecían diversas posibilidades; y ya entonces, la decisión de "copiar" de unos u otros, comenzaba por marcar y definir poco a poco ese camino que tomaríamos con el paso del tiempo y el aprendizaje que mejor hubiésemos asimilado. Pues todo esto, viene a colación de lo importante de esos primeros años y esos primeros "contactos" y vínculos establecidos con los diferentes familiares y amigos. Muchas veces, existen personas que te marcan en la vida; pero no siempre es posible tener contacto continuo con ellos...aunque siempre están presentes a pesar de no tener esa relación tan próxima. Aún así, la tecnología nos permite en la actualidad, conservar y compartir a pesar de la distancia o incluso el tiempo.
Uno de los objetivos al convertirnos en papás, debe ser el de ofrecer esos recuerdos y ese camino de futuro a nuestros hijos: ser capaces de conseguir para ellos, que en ese futuro que ahora nos parece lejano (y más teniendo en cuenta que ni tan siquiera están aún a nuestro lado en muchos casos), su infancia esté repleta de momentos y recuerdos, que puedan compartir igualmente con sus hijos o incluso con sus amigos... Debemos ofrecer un abanico de posibilidades (dentro de desear siempre para ellos el camino más fácil y seguro), para que ellos mismos comprendan y puedan elegir su camino en la vida...porque cada uno, será distinto; y cada uno, verá su futuro de distinta manera y con diferentes ojos...
Creo que todos, soñamos con poder mostrar y compartir con nuestros hijos, los lugares donde se desarrollaron los momentos más felices vividos en nuestras vidas...aunque eso mismo, nos permitirá mostrarles también a su debido momento, su lugar de procedencia; puesto que sin ninguna duda, corresponde a uno de esos momentos y etapas más felices e importantes para todos quienes afrontamos el camino de la adopción...
A partir del mágico momento de encontrarnos, los Recuerdos, serán mutuos y podremos compartirlos siempre. Por nuestros hijos, todo merecerá la pena: cada día más...
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