No todo es tan positivo en el camino de la adopción... Y tampoco es fácil poder hablar de ello, cuando sientes que la tristeza te inunda por la injusticia y la incomprensión...pero siento la necesidad de expresar el malestar por una historia con triste final (aunque deseo que únicamente signifique un punto y seguido...) que conocí hace aproximadamente un mes... Una situación que nunca debió producirse y que nunca pudimos imaginar que concluyera así después de tanto tiempo (mucho más de lo que podamos imaginar) de sufrimiento e injusticia. No daré más datos por respeto a la intimidad, pero es algo que muestra otro aspecto de la realidad de los procesos de adopción.
No es necesario tener que pasar por una situación que no beneficia a nadie, pero sí perjudica a todos: y ante todo, al futuro de los menores. En este caso, estos amigos con quienes tantos momentos de angustia, pero también de Esperanza compartimos; nos abrieron aún más los ojos a la no siempre agradable realidad...y por ello, hace que esa tristeza e incomprensión sean aún mayores.
Seguiremos tratando de ser de ayuda, e incluso si tenemos ocasión, lo seremos para ellos; aunque muchas veces es anímicamente la única posibilidad que nos quede...y tratando de mostrar que el camino, es seguir siempre adelante: porque seguimos convencidos de que al final, con esfuerzo (nunca conocemos nuestra propia capacidad hasta que nos vemos necesitados), los deseos y los sueños, se pueden hacer realidad... No es nunca fácil, pero hay que estar convencidos plenamente de que ese es el camino correcto; y descubriremos entonces, cuando consigamos ese tan ansiado final feliz, que todo merecía la pena...
Queridos amigos...ésta semana, mientras trataba de dormir en una de esas noches de insomnio, tras conocer cuál había sido el motivo del retraso que nos había impedido recibir esas noticias (una semana más...) que nos hicieran soñar con la vuelta a Vladivostok; leía los mensajes recibidos por toda clase de redes sociales, mails, etc., tras la pérdida del pequeño Denis... Y lo hacía por miedo; pero también para sacar fuerzas nuevamente y poder afrontar una situación como es la espera que ahora tratamos de soportar... Y al leerlos, volvía a ilusionarme y volvía a sentir el cariño de tanta gente, que en aquellos momentos, nos animaba y apoyaba y nos daba fuerzas para asimilar aquella pérdida...aunque también es cierto, que si de algo estábamos seguros, es que tras intentar lo imposible por tenerlo a él a nuestro lado, debíamos seguir el camino porque habría alguien necesitándonos, pero también quien curaría las heridas simplemente con la esperanza y la ilusión que nuevamente depositaríamos en nuestros sueños y en el futuro de algún pequeño o pequeña. Lo cierto es, que debido a la situación, tardó demasiado en llegar esa nueva asignación que nos permitiera volver a hacer volar la imaginación y la fantasía que ya sentimos anteriormente... Y cuando tras algún que otro contratiempo, volvimos a la ciudad donde nos esperaba nuestra pequeña; nos dimos cuenta que había un motivo por el cuál, todo merecía la pena; y que volveríamos a enamorarnos de ella...aunque bien es cierto, que el miedo a tropezar dos veces en la misma piedra, no nos permitía sentirnos aún libres; y los miedos a enfrentarnos con tanto amor a un nuevo inicio, nos daba verdadero pánico. Pasaron los días al lado de nuestra pequeña, y poco a poco, sentimos que ese flechazo que había sido tan profundo la primera vez, se había vuelto a instalar, sin apenas darnos cuenta en lo más profundo de nuestros corazones...y que pensábamos en ella inconscientemente, sintiéndonos sus padres; y como si ya pudiéramos comenzar a curar todas las heridas abiertas en una pequeña que hasta entonces, careciendo de un futuro claro, ya poseía un terrible y difícil pasado. Esos días, no pensábamos en nuestros temores, sino en cómo afrontaríamos el resto de la vida junto a ella; y cómo cubriríamos todas las carencias que ya entonces observamos y quién debería ayudarnos a ello. Nos dimos cuenta, que ya habíamos aprendido a ser padres...y que las heridas deben cicatrizar mientras las observamos; pero que no son motivo para evitar volver a hacernos daño. Por ello, hoy volvemos a sufrir, y nadie podrá dudar del amor a aquel pequeño; pero hoy, sólo podemos pensar en la niña que nos permite volver a respirar...volvemos a sentir que las heridas se abren de dolor, por no tenerla aún a nuestro lado; y únicamente sufrimos, porque volvimos a encontrar el Motivo y porque volvimos a sentir el Flechazo del Amor por ella. Quizás, por mucho que lo pensáramos tras aquella pérdida, no habríamos sido capaces de imaginar, que podríamos volver a sentirnos tan felices. La vida ofrece nuevas oportunidades; pero no hay que dejarlas pasar por encerrarnos y cobijarnos en la tristeza...porque aunque sea difícil; aunque duela, hay que seguir luchando por lo que uno más quiere y desea en la vida...y como todos dicen y nosotros deseamos mostraros (si todo va bien...)muy pronto con el ejemplo: "al final, todo merecerá la pena"... Siempre hay un final feliz esperándonos: y si no es así, es que no es el final.
Mucho ánimo, familia... De un modo u otro, pronto veréis vuestro futuro claro y despejado; y encontraréis vuestra propia Felicidad haciendo realidad vuestros sueños y deseos: vosotros, sólo debéis elegir el camino.
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