Esta semana que con sofocante calor da sus últimos coletazos, comenzaba acelerada y ajetreada...tratando de conseguir cuanto antes, una nueva y urgente legalización en la Embajada rusa, por requerimiento de nuestra representante. Ya el martes pudimos enviarlo a Vladivostok, antes de emprender camino a Ávila para visitar a nuestros familiares (y sentir más cerca a ese abuelo que tanto añoramos) que había sido retrasado estos últimos meses por motivos laborales. Pues bien, a pesar de los problemas e impedimentos habituales de última hora, y tras haber terminado ya Lera el cole, hicimos un viaje casi relámpago; pero muy enriquecedor y que nos permitió darnos un pequeño respiro tras varias semanas sin descanso. Estas últimas semanas han sido muy agotadoras y las altas temperaturas, no ayudaban mucho...pero a pesar de ello, el viaje no se le hizo cansado a Lera; que debido a su gusto por ir en su "machina" y su "sillita", no tenía ninguna intención de dormir hasta llegar al lugar que relaciona con el descanso: su cama. Fue muy gracioso tratar de hacerla dormir, mientras haciéndose ya la noche, ella cantaba y disfrutaba observando el camino a través de la ventanilla...
A lo largo de la semana, han sido habituales los baños en la piscina para tratar de sofocar el calor...y Lera lo ha agradecido, aunque no conseguimos hacerlo de noche, debido a lo poco usual de estas extremas temperaturas. Ojalá pronto acabe esta ola de calor y nos permita descansar durante las escasas horas diarias de que estamos disponiendo. Ha sido una semana de auténtica locura; pero esperamos que esta que comienza, nos depare buenas y gratas noticias...
Por cierto: ya recibimos el libro "La cigüeña que vino de Rusia", puesto que está ya a la venta en librerías y a través de la página web de la editorial Seleer...
www.editorialseleer.com . Ahora, trataremos también de encontrar el momento para disfrutar su lectura...
