sábado, 31 de enero de 2015

El tiempo parece escaso; no se puede detener un momento?

     Una semana repleta de visitas médicas y urgencias...
     Escaso tiempo hay para poder disfrutar el momento; e incluso para poder escribir algún comentario... Tanto cambio y tantos imprevistos, parecen tenernos con la lengua fuera constantemente; pero esperamos que muy pronto, todo sea menos complicado y podamos compaginar las tareas sin circunstancias que alteren la esperada calma, que pueda permitir que todo parezca más fácil. Nunca pude imaginar, a pesar de tantas veces oírselo a quienes llegaban a casa con sus pequeños, que el tiempo no fuera suficiente, incluso dedicándolo al 100%, para un único nuevo miembro en la familia...pero podemos dar Fe que así es.
     Hay instantes en que todo parece estar bajo control, pero cada trámite y cada visita o prueba médica, vuelven a alterar el ritmo: y acabamos de empezar! Bueno, sabíamos que no sería fácil, pero también es importante mostrar las dificultades por si alguien puede pensar que con la llegada a casa de los pequeños, el trabajo puede estar hecho... Y queda claro que ahora, tras la adopción, es cuando comienza otro esfuerzo continuo para conseguir engranar todas las piezas y preparar ese futuro en familia que nos permita ser felices... Y aunque sea con constancia, cada paso y cada sonrisa, deben darnos energía suficiente para seguir ofreciéndolo todo por nuestros hijos: son muy deseados, y hay que hacerlos sentir, sobre todo amados.
     Esta semana, comenzaron ya las citas médicas; unas para comprobar el estado de las carencias, y otras para comprobar que los problemas superados, en realidad lo están. Es un comienzo de cero, que poco a poco, nos permitirá conocer el estado de salud real de nuestra hija; pero que en principio, incluso puede agobiar...así es que, lo mejor será, ir paso a paso y sin pensar en plazos. Hay que prepararse para hacer frente a una agenda repleta de visitas y consultas. Tiempo al tiempo y a armarse de Paciencia: tramitación de documentación, registro, pasaporte, seguridad social, inscripción consular...Esto no ha hecho más que empezar, pero todo merecerá la pena, por el bienestar de nuestra hija. 

sábado, 24 de enero de 2015

Los primeros momentos en casa... Asimilando los cambios.

     Llevaba días tratando de escribir, pero la vivencia y la escasez de tiempo, nos absorben por completo... Y ahora, tratamos de ponernos al día.
     Si hubiera escrito el primer día en casa, lo habría hecho desde el nerviosismo de unos padres primerizos ante la incredulidad de no saberse capaces de controlar una situación tremendamente extraña: parecía que habían soltado un toro bravo harto de Red Bull en una habitación sin posibilidad de escape...y no era más que una inocente niña con el cuerpo trastocado y desordenado con tanto cambio horario de descanso y alimento, a lo que había que añadir, la excitación por la cantidad de emociones vividas en muy poco tiempo y que fueron incrementando con la llegada a Barajas y posteriormente (cerca de las 2 de la madrugada), a su hogar; donde comprendía que todo, estaba preparado para satisfacerla y hacerla feliz. Es cierto que fue un día en que todo era confuso, incluso para nosotros; pero donde lo que se había convertido en una alegría, parecía ser una continua pesadilla: nuestra hija, parecía haber perdido el apetito, no era capaz de pedir lo que en los últimos días hacia, e incluso no quería tan siquiera pensar en descansar... Todo lo que parecía un fantástico Idilio, haciéndolo mucho más fácil, comenzaba a convertirse en una incógnita y amenazaba nuestra casi indestructible Paciencia. Pero todo llega, y aunque tarde, llegó el momento de que Lera cayera rendida, eso si, casi de inmediato: su resistencia se había venido abajo tras muchas horas de insistencia...y el cansancio había hecho mella. En ese preciso instante, y casi sin haber probado bocado en todo el día, decidimos ir también nosotros a descansar y recuperar un poco el aliento. Pero claro, apenas tres horas después, estábamos ambos en la cama, con los ojos como platos, observando la cámara instalada frente a la cama de nuestra hija, casi sin comprender por qué no podíamos conciliar el sueño a pesar del agotamiento evidente que sentían nuestros cuerpos...estaba claramente frente a nuestros ojos, lo único que no habíamos sido capaces de pensar durante ese eterno día de lucha por calmar a Lera, un auténtico ángel, que se había comportado como tal durante unos días en que tampoco podíamos creer que lo hiciera todo tan fácil: el archifamoso Jet Lag, que tantas veces nos negamos a creer, pero que tantas veces hemos experimentado... Si nos afectaba a nosotros, cómo no lo iba a hacer, y mucho más aún sin comprender nuestra hija, que el cuerpo se comporte de forma extraña, sin sentir dolor alguno? Ahí teníamos una respuesta simple, que nos había mantenido en vilo durante toda una jornada que presumíamos de ensueño: pero nos servía para tratar de imaginar, que cuando consiguiese volver a retomar su tranquilidad (relativa, como lo es en cualquier pequeño o pequeña de dos años!), volvería a asomar el ángel que habitaba aquel cuerpo que parecía poseído por algún tipo de ente...
     El domingo incluso, hubo ya algún rastro de lo que fueron los primeros días; y volvía a mostrar algo de apetito y muestras de agotamiento...pero su cuerpecito, aún se negaba a aceptarlo. Fuimos por vez primera juntos y por supuesto que la primera para ella, a un centro comercial, para realizar algo de compra más que necesaria para hacer más simples esas cosas imprescindibles y cotidianas. El domingo, ya regalaba sonrisas, pero acompañadas de lágrimas...las de incomprensión y de quererlo experimentar todo por primera vez: nos regalaba momentos de verdadera alegría y otros de lástima por las lágrimas derramadas al tenerla que negar algo por su propia salud y seguridad. 
     Poco a poco, ha ido recuperando sus buenas costumbres, aunque requiere toda nuestra dedicación...queda muchísimo trabajo por delante, pero su alegría e ilusión, parecen hacerlo cada vez un poquito más fácil: iremos conociendo sus gustos y manías, y así podremos prevenir reacciones y anticipar sorpresas. 
     Ahora, nos sigue sorprendiendo su interés por esos perros (su continuo "sabáka", desde que despierta) que tanto tiempo llevaban esperándola... Gracias a ellos y a su empeño por agradarlos, es muy gracioso observarla pronunciando su continuo "hoooola"; que ni más ni menos, nos indica que hay que acercarse a observarlos y a ser posible, poder acariciarlos. Hoy, me gustaría que la jueza que nos permitió estar hoy juntos, observase y comprobase cómo le agradan esas mascotas, porque no haría falta realizar esa pregunta...
     El lunes, acudimos por vez primera ya al pediatra; y la simpatía de nuestra hija, se vio acompañada de una tranquilidad que hasta nosotros nos vimos sorprendidos...y me hizo pensar en adquirir una de esas batas a las que tanto está acostumbrada y tanto respeta, para esos momentos en que no parece fácil el control...jajaja. 
     El martes, fuimos de paseo y a comenzar también los trámites necesarios; y ya podemos sentir que hay una nueva "alhaja" en Colmenar: Empadronamiento y visita pendiente (con regalo inesperado e innecesario, ya que suficiente era con las muestras de cariño ofrecidas durante mucho tiempo; pero también muy de agradecer)... Y ahora, comenzarán el resto de trámites...

jueves, 22 de enero de 2015

El Recibimiento:...por fin, en casa!

     El último relato de nuestra aventura, lo escribía mientras volábamos de camino a casa: el viaje desde Moscú a Madrid, me daba la oportunidad de escribir (aunque hubiera que esperar a la madrugada para poder publicarlo), instantes antes de poder abrazar a nuestra familia y muchos de nuestros amigos más cercanos... Era la emoción quien no nos permitía echar una cabezada, a pesar de que el cansancio hacía mella. Viajaba con nosotros esa persona tan entrañable que conocimos apenas 5 días antes en Vladivostok: la única española residente allí...por tanto, un ángel abandonaba también esa tierra para poder respirar el aire de su tierra; pero para volver de inmediato y seguir ofreciendo su esfuerzo y generosidad en pro de los menores más necesitados de ayuda. Nos despedimos de ella (temporalmente), justo cuando se percató de que nuestro recibimiento estaba próximo; cuando nos aproximábamos al umbral de la puerta de salida de la terminal...
     Ese instante, fue mágico: esperábamos un Recibimiento emotivo, y a buen seguro que lo fue... Allí estaban muchos familiares y muchos de nuestros amigos más íntimos: incluso estaban los hijos de estos... Pero sentíamos tanto cariño, de quienes allí nos lo mostraban, como de quienes debido a la distancia, no pudieron estar. Nos sentíamos muy especiales, tras esa "soledad" de no poder compartir (sí lo hicimos con nuestros amigos de VLAD, pero podéis comprender la necesidad de hacerlo con quienes más han sufrido a nuestro lado y mejor conocen todo el camino hasta llegar aquí) nuestra Felicidad durante tantos días de estancia en el Lejano Oriente. Por mucho que lo imaginásemos, fue un momento Mágico; de volver a Creer que lo que estábamos sintiendo, era al fin Real. Poder ver a nuestra hija rodeada de tanta gente que la amaba sin haberla podido aún conocer...(a pesar de hacerlo a través de nuestros ojos y palabras) y poder sobre todo Abrazarlos uno a uno, con lágrimas de alegría en los ojos, sintiendo cada uno de ellos con un mensaje de cariño especial... Fue sencillamente, Maravilloso. Dudábamos de la reacción de LERA, pues el trayecto y los últimos dos días, la habían desgastado y agotado hasta la extenuación... Pero su reacción, fue la que menos debía sorprendernos: la de esa niña deseosa de cariño, que normalmente recibe cada mirada, devolviendo una sonrisa. 

Queríamos que fuera ella la protagonista; porque lo era 100%...pero ella se encargó de dar la emoción: quiso ir empujando el carro de las maletas, como veía hacer a papá; con lo cual, todos la buscaban con impaciencia. Cuando apareció allí, delante de tantos ojos llorosos por la emoción, les regaló esas miradas de angelito que todos los niños llevan dentro y se reservan para las mejores ocasiones. Verla así de feliz y tranquila entre abrazos y besos, nos permitió relajarnos y disfrutar de todos y cada uno de los presentes... Era realmente emotivo y muy de agradecer, poderlos ver uno a uno y saludar a quienes nos acompañaban en esos momentos: habían hecho un esfuerzo para poder estar allí, a una hora un tanto complicada, cercana ya a la medianoche. Por cierto, algo muy gracioso (y también de agradecer) tras haberlo echado tanto de menos durante la Navidad: nos tenían preparado un Roscón de Reyes! Pero también un bizcocho recién horneado que hizo las delicias de nuestra hija, siendo lo primero que comió a su llegada a España, en el mismo aeropuerto! (Y que comió casi ella sola, durante el fin de semana). Hubo también muchos regalos cuyo valor más importante es sin duda el sentimental: el de recordar a todos quienes tuvimos el placer de abrazar...y algunos más a quienes muy pronto confiamos en poderlo hacer. Llegaba el momento de abandonar el aeropuerto, y el carrito de paseo de unos amigos, hizo las delicias de nuestra hija... Íbamos cargados de maletas, pancartas, regalos...pero también de recuerdos, enseñanzas y una larga historia llena de Amistad y cariño compartido, que no es más que el inicio de lo que está por llegar. 
     Estábamos tan a gusto, que se dilató bastante tiempo y llegábamos a casa aproximadamente a las 2 de la madrugada... Muy tarde, pero lo más sorprendente, la emoción con que vivía cada instante nuestra pequeña: era algo lógico, porque era la primera vez que íbamos solos en el coche y ya podía presumir que algo bueno esperaba en el destino...y así era: llegaba a su hogar! Y la mayor sorpresa, las mascotas: esos perritos que tanto tiempo llevaban esperando poder ofrecer su cariño a quien ocupase ese lugar especial en nuestro corazón...y a buen seguro que también en el suyo. 

     Lo cierto es, que no extrañó nada...y la mejor sorpresa, fue poder ver su enorme atracción hacia estos animales tan cariñosos, a quienes nunca había tenido ocasión de acercarse: un enorme amor por sus "sabáka", que nos harán las cosas más fáciles, por lo favorable que es para los pequeños la relación con los animales. Qué decir, que su reacción al ir conociendo la que era ya su casa, era de alegría desmedida, lo cuál seguía aumentando su nivel de excitación... Ya preveíamos que le impediría conciliar el sueño, así es que, decidimos probar bocado...y qué mejor que hacerlo a las 4 de la mañana con un café recién hecho y un buen pedazo de roscón? Pues bien, eso fue el preludio de ver a LERA caer rendida y conseguir calmar ese cansancio acumulado durante las últimas jornadas...mientras terminábamos de deshacer maletas y nos dirigíamos a esa cama que parecía observarnos para tratar de darnos acomodo. Era el descanso del guerrero; el que tanto anhelábamos junto a nuestra hija, habiendo vivido un fabuloso sueño, y sintiéndolo hasta poderlo ver hecho realidad...Y por fin, todo había ido bien; y en apariencia, esas primeras horas, parecían más fáciles de lo esperado, pero...llegaba la verdadera adopción: ya, nuestra vida no nos pertenece, sino que le pertenece a LERA...

miércoles, 21 de enero de 2015

Revivimos el dolor y la tristeza...a pesar de tener ya la luz que ilumina nuestras vidas.

     Anteayer, cuando ya parecía encontrar un momento para expresar todo el cóctel de sentimientos y locura vivida el fin de semana; y empezando ya a recuperar la calma y a disfrutar como lo hicimos los días antes de coger el avión desde Vladivostok, recibimos una noticia que nos partió el alma... Era una de esas noticias que nunca esperas recibir: la peor de las llamadas; la que nadie puede imaginarse que pueda llegarnos en los procesos de adopción en Rusia... Nosotros que sabemos lo que representa, volvimos a quedarnos con el corazón helado como aquel 6 de febrero del pasado año: sin saber qué decir y sin poder creer que fuera cierto...una nueva pérdida, que a pesar de estar ya junto a nuestra hija, no nos permite sentir la alegría del momento, sino el lamento y el sollozo por otra familia rota de tristeza. Además, se nos hace más difícil asimilar, por tratarse de una familia muy cercana y con quienes hemos compartido y seguiremos compartiendo (de eso no hay ningún tipo de dudas...) no sólo tristezas, sino también todas las alegrías que deseamos consigan aliviar y reconfortar esos vacíos que en tantas ocasiones ya lo han hecho... Se trata de una familia buena, con un espíritu de sacrificio y generosidad, que como en tantas otras ocasiones, no merecían de ningún modo, tener que sufrir por ofrecer su Amor a un menor, que sea quien fuera, recibiría un gran regalo teniéndolos a ellos como padres. Hay muchas circunstancias que rodean los procesos de adopción, por lo que no conocemos cual será su proceder: porque es el corazón y la razón quien les dirá si han sufrido ya demasiado, o les quedará aún convicción y ganas de seguir adelante... Como no podía ser de otro modo, únicamente podemos ofrecer nuestro ejemplo, porque aunque fue muy duro (quizás insoportable y a pesar de todo, seguimos creyendo en que el Destino nos tendría preparada la más maravillosa de las sorpresas), hoy somos la familia que siempre soñamos. Por supuesto, no daré nombres (pido a todos que no me preguntéis...). 
     Hoy comprendemos que en nuestro caso, tenía que ser LERA y no Denis, porque la miro con lágrimas en los ojos y no puedo creer que hubiera algo mejor en el mundo...a pesar de que hace meses, tras perder a Denis, no podríamos haber imaginado sentir por alguien lo que hoy sentimos por ella: es nuestra vida, porque ella nos la devolvió y nos permitió volver a soñar con ese futuro que ahora apenas comienza...
     Hoy, con el corazón aún roto, sólo puedo plasmar aquí, unas palabras que de otro modo, son incapaces de salir por las emociones. 

     Han sido días muy complicados (incrementado por la tristeza que acompaña a las familias con las que más hemos compartido y que por distintos motivos, se han topado con la injusticia y la adversidad), porque el cambio es radical, y nuestra hija requiere todo nuestro tiempo y atención...pero ahora que todo parece ir encajando, sacaremos tiempo (aunque poco...) para poder relatar como son estos momentos (y esos primeros días) tan importantes para el futuro...ya que aunque parezca mentira, son realmente complicados, a pesar del Idilio que vivimos desde el mismo instante de recogerla... Si hasta ahora era una Historia de Esperanza e Ilusión, ahora lo es de Esfuerzo y por qué no, de Felicidad...porque es lo que se trata de conseguir una vez que ya se consigue estar juntos. Será muy importante poder plasmarlo, para que quienes sigan nuestro camino, vean no sólo la tremenda alegría de conseguirlo, sino los retos, (que muchas veces quizás no contemos con ellos) a los que hay que enfrentarse en los primeros momentos...

sábado, 17 de enero de 2015

Un día muy especial...el del viaje de vuelta a casa.

     Hoy, es un día muy especial... El momento mas deseado: el de poder comenzar a compartir nuestra alegría con nuestros seres queridos. Soñábamos con este día...y al fin, llega. No sé cuánto contendremos las lagrimas al salir por la puerta del aeropuerto, pero no creo que traspasemos el umbral antes de que comencemos a emocionarnos. Llevamos unos días difíciles y llegamos agotados física y emocionalmente por el transcurrir de estos últimos días. Despedirnos de Savodskoy y de Vladivostok (así como de esas familias que nos ayudaron y nos ofrecieron su cariño), fue complicado, pero los llevamos para siempre en el corazón.
El viaje a primera hora del jueves direccion Moscú, nos hizo madrugar, pero sobre todo, volver a cambiar las rutinas de las últimas jornadas: y quien más lo ha notado, ha sido nuestra hija. Le ha faltado el descanso, pero también llegaron los cambios en todo lo que la rodeaba...y su única referencia, seguían siendo sus papás. A nosotros, nos ha faltado incluso tiempo para comunicarnos con todos quienes nos escribían y esperaban noticias: pero el cambio horario, acompañará nuestra vida durante los próximos días. Aún así, el inconveniente será menor; porque al fin podremos ofrecer a Lera, tranquilidad y estabilidad: podremos comenzar a establecer unos horarios normales que le permitan desarrollar su actividad de un modo mas fácil. Ayer, el cansancio nos impidió realizar una visita a alguno de los múltiples puntos de interés de la capital rusa; pero tratábamos de realizar hoy los trámites rápidamente en el consulado para poder al menos visitar la Plaza Roja y la Catedral de San Basilio...ese emplazamiento que parece sacado de un cuento y que es un símbolo cuando hablamos de adopción en Rusia. 
    Hoy, por tanto, tras un descanso interrumpido innumerables veces por el cambio horario (para los tres), nos levantábamos temprano para resolver el último trámite pendiente: el visado de Lera para poder entrar en España. Desayunamos bastante bien, pero llegó el primer momento (normal de cualquier modo) de lloros y quejas de nuestra pequeña, debido indudablemente a tanto ajetreo; y aunque nos duele el alma ver esas primeras lágrimas, comprendemos perfectamente que llegarán... Y aún más, nos duele tener que decir NO, a quien únicamente desea conocer y observar todo lo que le rodea. Comenzamos ya a sentir y vivir a su lado, esas "primeras veces" para todo...a disfrutar viendo cómo todo le sorprende y como lo más simple y cotidiano, es una auténtica maravilla para ella. A pesar de esos pequeños instantes de berrinche, era todo alegría para ella; y para nosotros, un regalo divino... 
    Conseguimos dejar resuelto el tema visado; y emprendimos ese viaje juntos hacia ese lugar de ensueño en forma de monumentos grandiosos (de los cuales Moscú está repleto...). Y lo hicimos en metro: accediendo a esas largas escaleras,  que de verdad dan vértigo, sobre todo al observar el magnífico efecto de sentir esa inclinación casi imposible... Nos quedaron pendientes muchas visitas, como la de poder recorrer las principales estaciones de metro, que parecen museos subterráneos; pero pudiendo contemplar esos pasadizos con tanto encanto; llenos de comercios y pequeñas tiendas donde sorprende lo que puede uno encontrar. Una experiencia muy positiva; pero el plato fuerte estaba por llegar...
    Nos aproximábamos a la Plaza Roja, observando el cambio de guardia en la Tumba al Soldado Desconocido; y comenzaba un pequeño recorrido, pero que nos llenaba de gozo...estábamos observando el Kremlin y accedíamos a una Plaza llena de historia y grandiosidad; que por supuesto, no nos defraudó. Hicimos un pequeño recorrido, que dió para mucho; sobre todo para poder captar esas imágenes tan deseadas de una nueva familia completa...y ésta vez, nos parecía increíble: era la nuestra!

    Estábamos ya, mucho más cerca de casa; y a pesar de cargar con nuestra hija a cuestas, no había mejor motivo para realizar un pequeño esfuerzo, que poder plasmar esas instantáneas que tanto reflejan y tanto representarán quizás para ella en el futuro. Tras ese paseo, Lera cayó rendida en mis brazos...y volvimos a ese hotel donde esperaba nuestro equipaje, para emprender ésta vuelta a casa de la mano de nuestro particular "ángel"; y que ahora mismo trato de escribir entre turbulencias. He encontrado un momento perfecto para hacerlo, en vez de buscar descanso mientras Lera duerme aparentemente de forma plácida... Como ya comenté, es mucho más difícil encontrar el momento de escribir; pero a su vez, es un modo de seguir correspondiendo a todo el cariño recibido...
    Parecía no llegar este día, pero al fin, dormiremos en casa, pudiendo contemplar a nuestra hija en ese entorno que tanto habíamos deseado y preparado para ella.

    Muchas lágrimas y mucha Esperanza...pero también mucho Esfuerzo e incertidumbre,  es lo que conlleva un proceso de adopción en Rusia; y que a pesar de todo, sigue provocándonos mucha tristeza y mucho desconsuelo... Quizás, mucha gente no lo comprendería; pero seguiremos derramando lágrimas, a pesar de haber finalizado la adopción de nuestra hija...pero se nos rompe el corazón, porque sabemos lo que representa y lo que se sufre, cuando pensamos en esas familias, muchas de ellas tan cercanas y queridas, que siguen padeciendo las increíbles decisiones de quienes tienen la capacidad de decidir, y lo hacen perjudicando con total conocimiento, a esos menores y a esas familias que buscan el modo de reunirse tras tanto amor ofrecido y tanto Esfuerzo y lucha por conseguirlo...y sabiendo el daño que causan a quienes no hacen más que bien con esas uniones. Nos duele sobremanera pensar en ellos, porque no existe lógica...pero tampoco consuelo. Como tantas veces hemos comentado, los procesos de adopción unen, y crean grandes familias en torno a ellas, porque es fundamental poder encontrar muchas veces un hombro donde llorar y un abrazo que compartir...y porque realmente, es importante para poder ayudar a nuestros hijos cuando surgen las dudas o no nos creemos capaces de encontrar una solución. A pesar de ello, seguiremos mostrando la realidad de nuestra familia en torno a este proceso que finaliza en su primera etapa; pero que requiere una vida entera de sacrificio y por supuesto, grandes recompensas. Nuestra hija traerá mucha Felicidad también a muchas personas; y nuestro camino podría servir de ejemplo a muchas personas dispuestas a emprender su propia aventura, que les permita ofrecer su cariño a esos pequeños, que en gran número, necesitan una familia: no es fácil, ya lo sabemos...pero merece la pena, por todo lo que aporta como experiencia vital; y por lo que es capaz de ofrecer y enseñar. Hoy, es un día muy difícil para muchas familias, pero de un dolor tremendo para una en concreto: la In-Justicia vuelve a mostrarnos una decisión cruel, que hace muy complicado el camino; pero que debe servir para poder seguir mostrando la capacidad del ser humano de seguir adelante cuando parecen no quedar fuerzas para hacerlo: y para seguir luchando por el futuro de unos hijos que no pueden hacerlo por si mismos. A eso nos ofrecemos y eso mismo nos causa tremenda tristeza cuando parece no llegar. 

miércoles, 14 de enero de 2015

Un día perfecto: La Recogida de LERA. Un nuevo proyecto en familia que no acaba más que comenzar...

     Ha llegado el momento de poder expresar nuestra Felicidad y nuestra tremenda Alegría e Ilusión por un nuevo proyecto que acaba de comenzar... El día de ayer, era el tan esperado momento de recoger a nuestra hija, tras el paso de unas Navidades españolas y rusas a su lado, tratando de ir estrechando un vínculo no sólo importante, sino fundamental para ahora y para ese futuro que ya ha comenzado. Los días habían pasado y el reloj mostraba la hora elegida para comenzar con los trámites previos a su recogida...las oficinas de la Administración rusa volvían a su actividad habitual, y quedaban muchas puertas que tocar, antes de poder pensar en esos brazos tendidos que esperábamos ofrecerle para siempre a LERA. Comenzó pronto la actividad, puesto que había que recorrer toda la ciudad en busca de esos documentos con sus respectivos sellos y firmas, que nos permitieran, a modo de yincana, recoger la sentencia firme del juzgado e iniciar la búsqueda de diversos documentos imprescindibles para realizar su pasaporte ruso y poder tramitar en Moscú, su visado de entrada en España (cosa que si todo va bien, haremos esta próxima jornada). Todo fue bastante bien y sin los habituales problemas de tráfico: cosa muy de agradecer para poder hoy mismo, recoger ese pasaporte (una ventaja por tratarse de ésta ciudad y poderse hacer de forma mucho más rápida)....y no existía ningún obstáculo para finalizar el tan anhelado día, pudiendo vestir a nuestra hija con su propia ropa y emprender una nueva vida juntos: cogerla de la mano y no soltarla jamás. Bueno, eso creíamos; pero la hora del almuerzo es casi sagrada en todas partes, y lo es aún más, tratándose de menores con unas rutinas muy extrictas: así es que, nosotros tuvimos ocasión de comer algo y esperar el momento, observando emocionados cómo dos familias italianas (cuya casa cuna muy conocida y querida por nosotros, estaba en el centro de la ciudad), llegaban al VLAD Inn con sus hijos. Esa imagen, al verlos llegar, nos recordaba la ya vivida en nuestro anterior viaje (el de asignación), así como las tantas veces narradas por nuestros amigos que en ocasiones anteriores, realizaron este maravilloso viaje...esa misma que tanto echábamos de menos poder compartir, pero que en esta ocasión, sabíamos que no ocurriría. 
     Llegado el momento, recogimos todos nuestros sentimientos y nuestros recuerdos; y comenzamos el que sería el último recorrido hasta la casa cuna de Savodskoy, donde nos aguardaba nuestra hija... Fue fabuloso realizar ese viaje, pensando en ese momento tantas veces soñado, y que tanta emoción despertaba simplemente al imaginar. Nos íbamos despidiendo al paso, de todos esos paisajes, esas barriadas humildes y ese entorno un tanto desolador, que nos mostraba un paso del tiempo mucho más duro del que estamos acostumbrados...pero que a su vez, nos enamoró y nos permitió aprender a observar desde el corazón. 
     La llegada a la casa cuna, fue hermosa: nuestra hija esperándonos, sabiendo perfectamente que sería para siempre, a pesar de su corta existencia y su escaso vocabulario... Había comprendido perfectamente lo que sus profesoras le habían contado...y nuestra labor de estas semanas, había dado sus frutos: qué más daban ahora esos días de fiesta en el hotel, esperando que pasaran sin más...porque lo que estábamos presenciando, nos hacía más fácil la despedida. Comenzamos a cambiar su ropa entre signos de alegría que no creímos pudiera exteriorizar de ese modo...mientras observábamos eso si, de modo más triste, cómo sus compañeros la despedían y nos regalaban a los tres, multitud de sonrisas y palabras, que deseamos sean el anticipo de sus propias despedidas. Y llegó el momento que nos hizo liberar las emociones...y nunca mejor dicho! Les pedimos por favor, nos permitieran enviarles noticias y fotografías sobre su evolución y situación ya en España...porque queríamos mantener algún tipo de lazo con éste lugar que tanto nos daba; y por si algún día, podíamos corresponder con algún tipo de ayuda. Y entonces, una de sus profesoras (o cuidadoras, como prefiera llamarse), se emocionó y comenzó a contarnos el enorme cariño que sentían, no sólo por nuestra hija, sino por todos los compañeros de ese grupo, por ser los que en este momento, más tiempo llevaban allí compartiendo sus vidas con ellas; así como la enorme alegría que se les dábamos al saber que estábamos dispuestos y nos ofrecíamos a hacerlo. No pudimos por menos, que sentir esas palabras tan profundamente, que no pudimos ni quisimos evitar esas lágrimas que tanto deseaban brotar, porque volvíamos a sentir ese enorme cariño que muchas de ellas, sienten por esos pequeños carentes del amor de una familia; y que en muchas ocasiones, de algún modo ellas tratan cubrir y consiguen al menos aliviar. Nos fundimos en unos abrazos que agradeció más que cualquier regalo posible; y entre lágrimas nos dimos cuenta que hay cosas mucho más importantes, y que nos hacen a todos reaccionar de igual modo: ofrecimos cariño y nos lo devolvieron de igual modo, a pesar de esa apariencia fría y distante...y lo agradeceremos y recordaremos siempre. A partir de ahí, la despedida se turnó más difícil, pero aún más hermosa...
A punto ya de salir por la puerta, apareció la directora, con el regalo que había dejado para nosotros la doctora de la casa cuna (una persona fabulosa a quien no tuvimos la suerte de ver muchos días, pero que perfectamente conocía nuestra historia y estaba puesta al día de cada visita que realizamos durante estas últimas semanas... Ese regalo, significa mucho por venir de quien lo hace; y esperamos que la vida, se porte muy bien con ella a partir de ahora, porque también marcó nuestros corazones. 
     Ya abandonando el edificio, y con extraordinaria alegría y plenos de Felicidad, comenzábamos a imaginar y esperar esos momentos de dificultad y esos lloros de Lera, que en cualquier instante podrían llegar...porque el cambio en su vida era radical y echaría de menos su sencilla rutina: pasaría de no conocer a penas nada, a empacharse de cosas que asimilar. Pensábamos que tanta nueva información, pasaría factura; pero nada más lejos de la realidad...quizás sintiera que nuestra necesidad de ofrecer y recibir cariño era tal, que comenzó a regalarnos momentos inolvidables y multitud de sonrisas que hacían mucho más fácil su adaptación, pero aún más la nuestra: sentimos que era ella quien nos adoptaba a nosotros, porque nos hizo un regalo que nunca habríamos podido esperar...hizo de la transición, un momento único e irrepetible; aunque siempre deberemos tener presente que los padres somos nosotros, claro! Todo era nuevo, y ante las dudas, queríamos ponérselo fácil; pero aunque llegarán, no fueron en esos primeros instantes tan difíciles...y nos permitió compartir con ella, toda esa alegría que no pudimos compartir en su momento aquí con otras familias, ni por supuesto con la nuestra por la distancia. Superamos la prueba del baño con nota; la de la confianza ya nos la había demostrado y nos quedaba saber, que sería del momento de volver a atravesar la puerta del hotel y qué esperaría encontrarse allí: así es que, decidimos ir al restaurante y empezar a conocer su apetito y sus preferencias...si es que existían! Lo primero fueron sus enormes ganas de sentarse en una trona...y luego, nos asaltaron las dudas al preguntarle si quería o le gustaban (para saber qué pedir o al menos podernos guiar...) las sopas, el puré, las patatas, el arroz o una simple tortilla; aunque lo peor, fue la respuesta: un NO rotundo a todo! No podíamos creerlo, así es que, debíamos probarlo! Solución: pedir de todo y darle a probar...al fin y al cabo, hambre no pasarían, pero seguro que alguna preferencia o algo  al menos, le gustaría...
     Cuando fueron llegando platos, fuimos ofreciéndolos todos: y nuestros ojos, no podían creer lo que contemplaban... Comía indistintamente con una mano u otra; y además, el único problema era saber qué comer primero. Nos quedamos atónitos, pero encantados, porque volvía a hacer fácil lo que creíamos sería complicado...y al menos entonces, volvíamos a salir al paso sin menor problema. Quedaba la prueba del sueño: y su contínua actividad, daba pie a pensar que acabaría rendida...jaja, pero entonces, la sorpresa era la energía que tenía para no parar de jugar y no caer agotada a pesar de ello. Llegamos a apagar todas las luces y tratamos durante horas, de conseguir que se relajara y conciliara el sueño; porque a pesar del estrés, era lo más logico! O eso pensábamos; porque claro, era tan poco lo que conocía, que aún no lo había hecho con el cielo y las estrellas...esas mismas de las que yo hablaba estos últimos días, cuando recordaba a mi padre: y casualmente, la que más brillaba, estaba justo delante de nuestra ventana...y al abrir las cortinas, y observar a través de ellas, ella no dejaba de mirarla; pero nosotros, también podíamos verla brillar desde la cama en la que permanecíamos tumbados. Fue otro momento, que hizo que todo pareciera estar unido y atado, como pareciendo dar una explicación a los sentimientos más íntimos y más reconfortantes...como si en aquella estrella, y sin poder comprender lo que yo pensaba, LERA hubiera sentido algo tan fuerte, que llamaba su atención. 
     Tras esa constante lluvia de regalos que nos fue ofreciendo nuestra hija, llegó el momento de decir adiós y comenzar su descanso...que se aproximaba ya a la medianoche, de un día que de ninguna manera, podía haber dado más de sí... 
     Desde el primer instante, hemos comprendido que somos muy Afortunados; porque a pesar de que las dificultades llegarán en algún momento... ofrecimos nuestra familia y hemos sido Bendecidos con un auténtico Ángel. 
     Ésta, es la imagen de la entrada al barrio o municipio donde visitábamos a nuestra hija hasta ayer...y desde mañana, aquí debajo, quedará la fotografía de su marcha, fuera de los límites de dicho lugar, para comenzar una nueva vida juntos...Hasta siempre, Savodskoy!

     Mañana, el camino continúa...nos dirigimos a Moscú, dejando atrás Vladivostok: pero será por supuesto un hasta luego, porque esperamos y deseamos volver muy pronto... 
     Hoy, con mucha tristeza, me despido de estos simples zapatos... Ellos, han pisado el terreno en todos los viajes que nos han traído a nuestra querida y lejana Vladivostok. El deseo se ha hecho realidad y cumplieron también su cometido. Hoy, han parecido decir que aquí acababa también su camino...y precisamente aquí, en Vladivostok, nos separamos. Unos simples zapatos, pero muchos recuerdos unidos a ellos y a los momentos más maravillosos de nuestra vida... Ellos también, han seguido esta historia y han sido testigos de todos esos  instantes que nos han emocionado.
     Y ahora sí, a todos quienes nos acompañáis y habéis sido testigos de este duro pero gratificante proceso de adopcion: Gracias de todo corazón por vuestro cariño y vuestros comentarios de estos días y todos los que llegaron antes; pero sabemos que comprenderéis perfectamente la imposibilidad en muchas ocasiones de contestaros, ya que es enormemente difícil incluso, poder escribir un simple post... Cada uno de ellos, es un regalo para nosotros, pero también para nuestra hija Lera: nos emocionan vuestras palabras y por qué no, sentirnos queridos en cada frase que nos dedicáis. Gracias por acompañarnos y compartir esta historia...y sin duda (y con mucho menos tiempo...), seguiremos haciéndolo: esto no acaba, sino que de hecho, ahora es el momento de aplicar todo lo aprendido y demostrar que todo lo que hemos comentado y todo el esfuerzo realizado hasta ahora, nos servirá para que Lera sea siempre feliz a nuestro lado, siendo capaces de solucionar del mejor modo, la adversidad del camino. Un abrazo muy fuerte a todos y mucho ánimo a quienes esperáis el momento de poder vivir el día quizás más especial en vuestras vidas... Porque quienes ya lo habéis experimentado, sabéis perfectamente a qué me refiero. 

     

lunes, 12 de enero de 2015

MAÑANA, ES EL GRAN DÍA...EL DE EMPRENDER EL CAMINO A CASA DE LA MANO DE NUESTRA HIJA Y COMENZAR UNA NUEVA VIDA JUNTOS.

     Estos últimos días, estamos haciendo vida social en Vladivostok: sí, en el otro lado del mundo, seguimos haciendo amigos, que nos permitirán conseguir que quede aún más marcado para siempre y poder mantenernos y sentirnos muy cerca de este lugar tan querido por nosotros...seguimos pues, estrechando los lazos. Ayer también, nos permitieron sentirnos en casa: nos invitaron a degustar una variedad de platos típicos que ellas mismas prepararon con mucho cariño, como la sopa Borscht, el pescado rebozado, a modo de boquerones, que había sido pescado la noche antes en la Bahía congelada, degustamos caviar de la región de Kamchatka, una bebida también habitual, el Kvas, e incluso los bombones típicos y esponjosos (debido al agar-agar que llevan en su composición) o el chocolate con sal que fabrican aquí mismo en la ciudad. Nosotros, colaboramos con un poco de jamón ibérico y turrones que habíamos guardado (sin probarlo en toda la Navidad, eh?) para poder regalar a quienes más deseáramos: lo cierto es que fue una pena no haber podido traer más en las maletas, porque no quedaba un sólo hueco en ellas...y nos habría gustado poderles ofrecer más. 
     Como tantas veces he comentado, éste entorno, nos cambió la vida y nos ofreció lo que ningún otro lugar había podido ofrecernos antes. Es muy agradable estrechar lazos con cualquier persona y lugar conocido, pero éste, en el Lejano Oriente ruso, lo hará de una forma especial: para siempre quedarán marcados muchos nombres, de personas y lugares, como la tan nombrada Vladivostok, con sus monumentos y recuerdos; o la cercana región de Artem, donde se encuentra la casa cuna en el barrio de Savodskoy, que hasta mañana, seguirá cobijando a quien ya es nuestra hija. Este lugar, que visitamos a diario, carece de monumentos de interés o de lugares turísticos, pero cada centímetro de ese recorrido, es un cúmulo de sentimientos, pensamientos y sueños que se van haciendo realidad... Observar a través de la ventana lo que aparentemente no varía de un día a otro; siempre nos ofrece un paisaje distinto por hacerlo con estos ojos deseosos de sentir nuestra, la tierra que vio nacer y cuidó de Lera hasta poderlo hacer nosotros mismos. Y por ello, estas barriadas humildes, serán siempre recordadas desde el agradecimiento, como las que albergan grandes tesoros por descubrir y hermosos futuros que pulir...junto a esas familias que los desean y los están esperando en algún lugar. Quizás puedan extrañar, las múltiples grabaciones e imágenes realizadas en este trayecto, pero no serán nunca para mostrar necesidades, sino para revivir los maravillosos momentos que rodearon cada segundo de ésta enriquecedora experiencia de vida. 

     Hoy, es el último día que nuestra hija, tendrá que observar el mundo que la rodea, a través de una ventana... Porque a partir de mañana, podrá comenzar a sentirlo.

     Mañana, es ya ese día tan deseado y esperado...el de recoger a LERA para siempre y emprender de la mano juntos, el camino a su hogar; y el comienzo de una nueva vida en familia con todo el Amor que cualquier menor requiere. Previamente, tendremos que resolver el papeleo propio, y tramitar su pasaporte ruso, ya que mantendrá la doble nacionalidad hasta que llegue a la mayoría de edad, donde decidirá cual de ellas mantiene. Es el único caso en que un ciudadano ruso puede tener doble nacionalidad, pero únicamente hasta que alcanza esa supuesta madurez de los dieciocho años, en que debe elegir una de ellas...a pesar de posiblemente sentir profundamente las dos. 
     Mañana pues, será el día en que nos despidamos de esos paisajes y sólo tengamos tiempo para observar y atender a nuestra hija. Será el día en que dejemos atrás Savodskoy y a todos esos pequeños, algunos seguramente muy recordados, que seguirán esperando a sus familias...y que deseamos con toda el alma, lleguen cuanto antes. También será la última ocasión de poder captar recuerdos y detalles que nos permitan ir tejiendo una historia personal lo más real y cercana de nuestra pequeña; y de observar y agradecer a quienes han cuidado de nuestra hija durante todo el tiempo que ha estado allí, y que es el equivalente a la práctica totalidad de su aún corta existencia. Quedarán allí, muchos recuerdos...y como en tantas otras ocasiones anteriores, quedará marcada entre esas paredes, una maravillosa historia de Amor, Esperanza y Encuentro...que ésta vez sí, el Destino quiso ver concretada. 
     Serán momentos inolvidables, lo sabemos; y aún así, habrá un recuerdo especial para esas familias que luchan por encontrarse para siempre con sus hijos... Y ante todo, porque no deja de rondar mi cabeza estos días; llegarán las lágrimas por el recuerdo de ese abuelo que nos dejó con el corazón destrozado a su marcha, y que no podrá conocer a su nieta: mucho te he añorado, papá; pero ha sido muy difícil poder derramar lágrimas...y ahora, muchas de ellas serán por tí, no lo dudes. Estoy convencido de que si aún no has podido conocerla por algún agujero desde el cielo; habrá algún nuevo ángel que os visite y que haya oído hablar de ella, leído o quizás incluso la haya podido conocer en algún momento...Y te podrá transmitir nuestra Felicidad. Existe un cielo lleno de estrellas, entre las que estoy convencido que mañana, será la tuya la que más luzca...y me guiaré siempre por ella. Te quiero, papa...y confío que de algún modo, puedas disfrutarlo.

domingo, 11 de enero de 2015

El de ayer, fue un día maravilloso...de recuerdos imborrables.

     Además de sentir ya los nervios por la cercanía del momento de recoger a Lera, nuestra actividad social de los últimos días (gracias de corazón a todos ellos, porque nos han hecho sentir totalmente integrados), nos permitió vivir uno de los días que más recuerdos nos traerán siempre...un día realmente inimaginable. 
     El día comenzó como tantos otros, visitando a nuestra hija y compartiendo la mañana entre juegos y carreras...ya que preferimos una sala vacía, mejor que el gimnasio, para poder interactuar más con ella. Fue otro rato entretenido, hasta que llega la hora de su comida, que es imperdonable para ella...parece que tiene un radar o un reloj en el estómago! 
     Tras la visita, hicimos tiempo para coger el tren en dirección a la ciudad, ya que gentilmente, nos habían invitado a la academia donde nuestras amigas, enseñan el idioma castellano. Era algo que nos apetecía, porque además, es difícil poder escuchar nuestro idioma por estos lares...
     Fue un día de deseos cumplidos: Al llegar a la estación de Vladivostok y bajar del tren, nos encontramos el Transiberiano que acababa de finalizar su recorrido...y a pesar de estar sin la locomotora, pudimos observar, a través de las ventanas, como son los diversos compartimentos y categorías del tren; y a pesar de su aspecto, no dejó de emocionarme estar ahí, delante de este tren histórico, aunque en verdad, muy anticuado y quizás venido a menos. Aún así, era un privilegio poder haber tenido la ocasión de verlo, cuando pensábamos ya, que nunca tendríamos otra ocasión mejor para hacerlo.

     Tras ese parón, compartimos un rato con los estudiantes de español, en una academia con unas vistas privilegiadas de la bahía Zolotoy Rog (Cuerno de Oro), desde donde pudimos observar otra panorámica del puente y todos los alrededores de la bahía, entre ellos los buques de la marina y la estación del ferrocarril... Fue un gran momento de compartir datos y experiencias y muy agradable poder hacerlo con gente deseosa de aprender. Ahora mismo, lo estudian como hobby o para poder viajar y conocer mundo, pero ojalá en el futuro, pueda servirles también en el aspecto laboral.

     Y después, venía el plato fuerte de las sorpresas y el momento de compartir y charlar, con la única española en Vladivostok (Vídeo de Rusia Hoy, pinchando aquí): un ángel que por vocación y servicio a los demás, llegó a Vladivostok hace ya 17 años, convirtiendo su Bondad y Generosidad, en beneficio y oportunidades para unos niños que de otro modo, quizás no habrían conocido un futuro apartado de los problemas más crudos de las sociedades marginales. Ahora, estos menores, conocen muchos otros valores y pueden enfrentarse a lo que la vida los depare, desde la convicción de poder hacerlo, y sabiendo que hay personas que son capaces de ayudar a los demás sin ningún interés particular...y esto además, provoca un reconocimiento que podrá servir de ejemplo para esta sociedad tan reacia a pensar que alguien pueda ofrecer algo, sin recibir nada a cambio. Eso es predicar con el ejemplo; y una persona así, nos hace sentir orgullosos...es un verdadero estandarte de nuestro país fuera de nuestras fronteras; y no habrá nada que pueda detenerla mientras el cuerpo se lo permita. Fue realmente una conversación de intensa emoción y un verdadero placer haberla podido conocer. Quizás, haya quien pueda recordarla entre quienes siguen habitualmente el blog; porque ya hablamos hace más de un año de su labor (en concreto, el 6 de julio de 2013)... Y lo que tuvimos ocasión de compartir, era algo que pensábamos sería harto difícil conseguir; pero que hemos hecho también realidad. Posiblemente, no sea la última vez que la veamos (y deseamos que así sea...), o que quizás incluso coincidamos en nuestro viaje de vuelta...pero está más que garantizado, que seguiremos en contacto; y más aún teniendo en cuenta su ofrecimiento para ser de ayuda y poder tender una mano a tanta distancia del hogar... Gracias, Alicia: de todo corazón. 
     
     Tras este encuentro, caminamos de vuelta a la estación, para irnos despidiendo, entre lágrimas de emoción, de este enclave en el Lejano Oriente, que tanto nos ha dado y nos ha enseñado durante este proceso de adopción...porque no sabemos cuando podremos volver a hacerlo, y menos aún con la belleza de su iluminación navideña.

     Ésta última semana, estamos recibiendo mucho cariño y muchas agradables sorpresas por parte de personas a quienes hasta hace una semana, no conocíamos: Ksenia, Yulia, Katia, Ella y Konstantin... y la importantísima e impagable ayuda y compañía de nuestra querida amiga Katia (sí, parece que es común el nombre, pero muy bonito también) a quien ya conocíamos, por haber compartido y vivido siempre nuestra historia de adopción en tierras rusas en primera persona. Se han ido sucediendo acontecimientos, que nos han permitido ir conociendo a quienes nos han abierto de algún modo sus corazones: e incluso en el hotel, creo que sienten de algún modo esa extraña soledad nuestra, de estar en el lugar donde debes, pero en unas circunstancias no tan habituales...quizás estén también deseando ver cómo finaliza este capítulo; y podernos ver con nuestra hija por aquí, como antesala de nuestra vuelta a casa, porque nos dejan detalles de cercanía y creo, se acostumbran a nuestra presencia. Al fin y al cabo, han sido muchos días, pero además, con tan poco tránsito de personas, que todos han acabado conociéndonos...
     Nos queda poco tiempo para poder contemplar y disfrutar del paisaje que atravesamos a diario, por esos barrios y poblaciones por donde parece haberse detenido el tiempo en décadas anteriores. Poco nos queda ya, para poder observar esos contrastes tan normales, si tenemos en cuenta lo aislada que permaneció durante muchos años la ciudad, por su enclave estratégico y militar. Ahora, conviven aquí generaciones con ganas de cambio y otras que no podrían ni imaginarlo...pero todo llegará y deseamos que sea muy próspera en el futuro. Este lugar, tiene mucho encanto; pero también las dificultades propias de su distancia a cualquier otro lugar. Poco a poco, hemos descubierto que debajo de esa apariencia fría, se esconden corazones calientes deseosos de poder mostrar "a su manera", lo que los latinos consideramos tan habitual: exteriorizar y compartir los sentimientos.

viernes, 9 de enero de 2015

Se va acercando el día, mientras observamos los avances y tratamos de tenerlo todo previsto.

     Estos últimos días, seguimos visitando a nuestra pequeña, observando como los días pasan...unos ratos en su compañía, y otros, pensando en ella y en esa vida juntos que ya nos aguarda. Comenzamos a verlo cercano y cada vez más real...y podemos empezar a preparar su llegada, para conseguir que sienta los tremendos cambios que experimentará su vida (al igual que la nuestra), de la manera más liviana posible. 
    Los encuentros, van mostrando los avances que poco a poco y granito a granito vamos consiguiendo... Y nos permite disfrutar de momentos realmente maravillosos. Por mucho que no queramos sentirlo, somos unos grandes desconocidos para nuestra hija (y a buen seguro, que habernos permitido recogerla anteriormente y poder compartir con ella unos días antes de comenzar lo que serán para ella unos de desestabilización total, habría sido de una importancia tremenda)... pero a pesar de todo, también somos ya y seremos, su Referencia: seremos quienes la podamos ofrecer Seguridad y Confianza; y todo cambiará en un instante. Tan hermoso y tan real, que nos obligará a demostrar esa Responsabilidad que tanto hemos esperado para poder ofrecerla.
     La varicela parece haber desaparecido y podemos utilizar nuevamente, los lugares comunes donde no pudimos hacerlo éstas últimas semanas, para no contagiarlo a los menores de grupos distintos al suyo... 
     Por supuesto, igual que no faltó su pequeño regalo el día de Año Nuevo, donde Ded Moroz se acordó de ella...el día de Reyes, no podía faltar el que la dejaron nuestros Magos de Oriente. Ella, aún no conoce el significado de un regalo, porque sigue creyendo que como siempre ha ocurrido, nada es suyo...pero ya no es así, y muy pronto comenzará a darse cuenta: y quizás lo haga al llegar al que para siempre, será su hogar. A partir de ahí, no tendrá que devolver lo que sea suyo, aunque nunca tendrá que olvidarse de compartirlo con los demás. 

     Nos hemos atrevido a probarle a Lera alguna prenda de ropa, para que se vaya acostumbrando poco a poco...pero parece que es agradable para ella, poder recibir nuestra aprobación, porque lo hace con mucho gusto. 
     También tras solicitarlo una y mil veces (de otra manera no lo habríamos conseguido...), nos permitieron captar recuerdos de los espacios donde nuestra pequeña desarrolla hasta ahora su vida cotidiana... Fue algo fantástico, que sin duda, nos servirá para poder recrear y mostrarle con la mayor realidad posible, como transcurrieron esos primeros años de vida. Y también pudimos sentir el cariño y el buen trato recibido por parte de quienes son responsables de su estado...
     Estos días, aprovechábamos para comprar unos trajes típicos rusos para Lera y recorrer nuevamente estas calles que tanta huella dejarán para siempre en nuestro corazón...y tratamos de hacer más llevadero este viernes en que no pudimos ver nuestra hija por motivos de logística.
     Por cierto, qué alegría da poder ver a una niña vestida de sevillana, a 14.000 kms de casa...curioso, no? 

miércoles, 7 de enero de 2015

Un gran día para alimentar los recuerdos del lugar que nos robó el corazón.

     El lunes, pudimos visitar a LERA por la mañana. Podemos apreciar cada día, cómo los síntomas de la varicela van remitiendo y se van cayendo las pequeñas costras que cubrían esos granitos ya resecos en su mayoría...buenas noticias! 
     Aprovechamos, porque es el momento, de pedir ayuda para encontrar esos recuerdos u objetos que con tanto cariño ocuparán lugares de privilegio en nuestra casa y nuestro corazón...pero también y más importante, para captar esos lugares que quizás nunca más tengamos oportunidad de plasmar y observar en la vida: los recovecos y los pequeños detalles de la casa cuna donde nuestra hija ha pasado esperándonos este tiempo tan importante de su vida: el lugar que la ha cuidado y cobijado hasta nuestra llegada y posterior partida con ella al hogar que la espere. Así, hemos pedido permiso para poder fotografiar y visitar todos esos rincones y esas estancias donde ha pasado su vida hasta ahora: dormitorio, su zona donde come e incluso cualquier otro detalle que nos permitan. Es cierto también, que hemos podido comprobar que las cámaras desechables que dejamos en la casa cuna, han sido utilizadas...y esperamos con expectación poder observar qué nos muestran esas imágenes y si existen en ellas gratas sorpresas y recuerdos para nosotros. 

     Por otro lado; la tarde del lunes, la aprovechamos para visitar emplazamientos no conocidos aún por nosotros... Fue gracias a una gran amiga nuestra, Katia y otras amigas suyas (quienes ya se han convertido en las nuestras; y a bien seguro compartiremos aún algunos gratos momentos que recordar toda la vida...) que pudimos acceder al conocido Faro Egersheld, en el punto más alejado de la Bahía de Pedro el Grande, en Vladivostok. Su vista era impresionante, puesto que estaba totalmente rodeado de hielo, en capas nunca antes vistas por nosotros por su grosor y consistencia...y que abarcaba, tanto dicha Bahía como la salida al mar, que se extendía como una pista de hielo hasta el horizonte. Se observaban también por todas partes, los ya omnipresentes pescadores; aunque esa imagen, tras tantos días, no deja de sorprendernos...sobre todo cuando van acompañadas de verdaderas autopistas por donde los numerosos vehículos circulan con una tranquilidad pasmosa, que nos congela incluso la sangre. 

El acceso a este punto de la geografía de la Región de Primorie, habitualmente está cubierto de agua, lo cual lo hace inaccesible a pie; pero la climatología, en este caso, nos lo permitía...eso sí, con un viento cortante como un cuchillo, que daba una sensación térmica mucho más baja de la que existía...

     Tras nuestra ruta por distintos rincones, fuimos a un restaurante japonés, que nos agradó mucho, y por ello también lo comento, claro: se llama Tokyo Kawai... Por cierto, importante: nos sorprendió la relación calidad-precio; a lo que también contribuye el cambio de moneda en estos momentos...al fin una buena noticia, jiji. Para finalizar la más que agradable jornada, nos llevaron a pasear por el malecón, bajo el puente de la Bahía del Cuerno de Oro, donde pudimos observar la iluminación nocturna del centro de la ciudad, que lo hace extraordinariamente entrañable en estas fechas... Realmente precioso poder observar de noche, nuestros monumentos y construcciones favoritas...una auténtica delicia y un gran regalo para alimentar los recuerdos de ésta ciudad y ésta región, que nos han robado el corazón. Gracias, amigos...



lunes, 5 de enero de 2015

Carta a los Reyes Magos, desde el Lejano Oriente.

     Casi sin darnos cuenta de la fecha, llegamos al día de Reyes! El día o noche, quizás más esperado e ilusionante para todos los niños en España...y en el resto de países donde se mantiene la tradición por la llegada de los Reyes Magos de Oriente. Por eso mismo, ya que nos encontramos en Oriente (en concreto en el llamado Lejano Oriente), aunque mucho más lejos que el origen de partida de nuestros Reyes Melchor, Gaspar y Baltasar; quiero mostrarles nuestra carta de este año: 

     -"Queridos Reyes Magos de Oriente:... 
     Como creo que bien sabéis ya, este año, nos hemos portado bien; aún a pesar de las dificultades con que nos ha sorprendido el difícil camino de la vida... Y aunque hay muchas cosas que nos gustaría pediros, este año sólo querremos una cosa para nosotros: Salud. Lo que queremos y necesitamos es vitalidad, para poder afrontar los cambios tan repentinos que vamos a experimentar con la llegada de nuestra hija...así es que, casi únicamente esto que os pedimos, es para ella, hasta que pueda escribir su propia carta. Como bien sabéis, nosotros hemos recibido (aunque lo será definitivamente en unos días...) el mayor de los regalos con su llegada a nuestras vidas, que afortunadamente, será ya para siempre: y por ello, el resto de peticiones éste año, serán para nuestros seres queridos y para quienes más lo necesitan... 
     Para nuestros seres queridos, pedimos lo mismo que para nosotros, la Salud (que este año tanto hemos echado de menos y tanto dolor y tristeza han traído a la familia) para poder acometer todos sus proyectos y poder afrontar sus sueños. Algunos de éstos seres queridos, porque lo son, de todo corazón; buscan (otros ya lo han encontrado...) el mismo objetivo y el mismo deseo que nosotros estamos viviendo en estos mismos momentos y en fechas tan especiales y familiares: ver ampliada la familia, con unos niños que en muchos casos, ya han conocido... Y no podemos dejar de pensar ni un sólo momento, a pesar de estar viviendo nuestro propio sueño, en quienes han pasado sus Navidades separados de quienes todos y a todos los efectos, consideramos sus hijos; porque no existe nadie en el mundo, que haya hecho o esté dispuesto a más, por hacerlos feliz y tenerlos a su lado... Por todos ellos, y por todas las familias, también os pediremos con toda nuestra energía y Esperanza; pero sobre todo, por esos pequeños, (algunos de ellos con quienes estamos compartiendo sonrisas estos días...) que lo único que necesitan en la vida, es una familia que los Ame y los cuide: y hay muchas, que están dispuestas a hacerlo. Os pedimos que les deis Fuerza para encarar ese trecho que los separa y tratéis de mediar para que todos ellos, puedan reunirse cuanto antes. Sabemos que toda la Magia de este día, se basa en el poder de Creer...y otra cosa no hemos hecho hasta ahora, desde que iniciamos este camino que parece iniciar ya una nueva etapa: hemos creído, sorteado obstáculos y conseguido lo que en algunos momentos parecía imposible...y lo estamos viendo hacerse realidad. Así es que hoy, más que nunca, creemos en vosotros..."

     Feliz día de Reyes!!!...y disfrutad del roscón: nuestro hogar, éste año, también se llenará de amor para todos en este día, a pesar de nuestra ausencia... 
     
     

Una sensación de Libertad: de verse abrir poco a poco las puertas de un futuro juntos.

     Ayer domingo, volvimos a visitar a Lera: el tiempo y su mejoría, nos permitían disfrutar y compartir un rato en el patio de la casa cuna...ese mismo que tanto nos permitió disfrutar este verano pasado y que tan repleto de nieve está y estaba desde el día que llegamos. Fue una tarde fabulosa, donde reímos y pudimos comprobar también su tozudez, al querer subir a un trineo al que no podíamos acceder... Pero claro, acabo saliéndose con la suya cuando vimos la ocasión para ello. Ya comienza a medir hasta donde puede llegar y cómo... El resto del tiempo transcurrió en el interior de las salas donde habitualmente la visitamos, pero esos momentos fuera, nos volvieron a hacer sentir la libertad...como si fuera una muestra de lo que está ya muy cerca de producirse; esa salida de la casa cuna y ese trayecto juntos hasta el hotel que nos albergará hasta que esté toda la documentación lista y podamos desplazarnos a Moscú, la penúltima parada de este largo viaje. Ya estamos más cerca; y lo de ayer, fue sólo el aperitivo de lo que tanto hemos deseado... y de ese momento irrepetible con el que tanto hemos soñado.



Disfrutando de lo que serán gratos recuerdos...y reponiendo energías.

     El sábado, estuvimos de paseo con nuestro ángel en VLADIVOSTOK y relajándonos de la rutina de todos estos días: estuvimos en la isla Russkyi, observando el campus de la universidad y contemplando unas vistas espectaculares del impresionante puente que lo une a la ciudad y haciendo alguna comprita para LERA (poca cosa porque quizás no quepa todo en la maleta! Jiji). Y sobre todo, nos encantó la visita que hicimos a una Catedral Ortodoxa (Pokrovsky Dom, en el parque del mismo nombre), en la que estaba oficiando misa el Obispo o Patriarca de la Iglesia ortodoxa de aquí: fue impactante y muy emotiva...impone bastante y te hace en parte partícipe, aunque la suntuosidad del acto, no permite la cercanía hacia los feligreses: observarlo todo con nuestros ojos, deseosos de conocer y aprender cosas de aquí, hacen de ello un recuerdo maravilloso. Os recomendamos si podéis, presenciarlo...ese olor de las múltiples velas y del incienso, le daba un aire rodeado de Misterio.

     La verdad es que, descansar este día y recargar energías, vinieron de maravilla, porque nos liberamos de esa rutina y nos permitió recuperar toda la energía. Nos consuela saber que el tiempo pasa, pero hasta pensamos que luego echaremos un poco esto de menos después de tanto como ha costado; aunque todo quedará en un segundo plano ante la recompensa tan grande para los tres... No nos hemos ido y estamos deseando poder volver con ella dentro de unos años, cuando comprenda y aprecie el significado... Es difícil explicarlo, pero tenemos necesidad de aprender todo lo posible de aquí y llevar cuantos más recuerdos para poder contárselo algún día... Pero bueno, lo importante será tenerla ya con nosotros y empezar a correr y dejar de pensar tanto. 
     Recibimos mensajes de ánimo, e incluso de quienes ya han pasado por esta misma situación, mostrándonos lo mismo que estamos sintiendo en estos momentos... Y la reflexión es muy hermosa; porque no deja de ser un hotel, donde transcurre la mayor parte del tiempo, esperando el momento de volver a ver a tu hija, sabiendo que ya lo es pero que no puedes hacer más para estar a su lado, que esperar y aprovechar los momentos que te permiten hacerlo. Aún así, a pesar de ser un simple hotel, no deja de albergar sueños y realidades...esos sueños como los que nosotros tuvimos ya aquí en otras ocasiones; y que ahora vemos ya hechos realidad en espera de un nuevo día: el que la recojamos para siempre y empiece una nueva vida juntos.
     Casualmente, comentábamos la película Regreso al futuro el día de año nuevo; y la reposición en tv nos permite comprobar que ese regreso al futuro, se produce al año 2015 en la segunda parte! Jiji... Ya digo, que volveremos en el Delorean... Aunque de momento, nos contentamos con disfrutar de la realidad y empaparnos de todos estos recuerdos que serán tan importantes.  

sábado, 3 de enero de 2015

Los días van pasando...eso si, con nostalgia.

    Miramos por la ventana...y recordamos a esas familias que han pasado ya por aquí: algunas a quienes conocemos, otras con quienes compartimos encuentros habituales y otras a quienes hemos conocido incluso aquí. A todas ellas, parecemos esperarlas en nuestras miradas a través de las ventanas del restaurante donde habitualmente pasamos las horas de las distintas  comidas en el hotel... Miramos la curva de entrada al parking imaginando el imposible de ver entrar por allí a una familia española en busca de lo que nosotros estamos viviendo ahora mismo. Habría sido fantástico poder compartir nuestra experiencia y tratar de ser de ayuda a través de ella y lo aprendido durante este tiempo; e incluso mostrarles lo que hemos podido ir descubriendo de la ciudad o como hacer transcurrir el tiempo de la mejor manera: ahora había tiempo más que de sobra para poder haber disfrutado de estos momentos en compañía...pero tampoco será así. Echamos de menos esos rostros de alegría de quienes han pasado ya por aquí; e incluso se los ponemos a esas familias que ansían verse en esta situación de vivir el sueño más deseado, en compañía de esos hijos que les esperan. 
     La nostalgia y el poco tiempo que es posible aún estar con nuestra hija, nos hacen sentir unos días largos y cansinos...pero cada vez falta menos: y también, algún simple gesto de agradecer, como el de hoy al servirme el café de la comida, que nos hace sentirnos un pocos cerca de casa... También es cierto, que todas las facturas, las firmo con un rostro de complacencia (con la característica sonrisa) como el que se muestra en el café...y quizás nuestra presencia, les muestre la cercanía que siempre exteriorizamos los españoles.

     Aunque no dejan de sorprendernos algunas circunstancias o casualidades, como que la hermana de una de las camareras del hotel, viva desde hace años en Madrid.

jueves, 1 de enero de 2015

С Новым Годом из Владивостока (Feliz Año Nuevo desde VLADIVOSTOK)

     Fue una Nochevieja sin uvas y sin grandes alardes...pero queríamos que fuera al menos, a la misma hora de recibir las campanadas, como de costumbre, aunque 9 horas antes, así es que, cenamos en la habitación del hotel, donde únicamente contabilizamos otras dos familias además de nosotros. Y para poder preparar la cena, recurrimos a grandes inventos... 
     El día de Año Nuevo, fue algo distinto esta vez por muchas circunstancias que ya conocéis, pero también es extraño, recibir el Año en dos ocasiones; con la sensación de haberlo vivido ya antes...porque de hecho, así era: como una vuelta desde el futuro, aunque únicamente de 9 horas. Como nos decía con mucha gracia un amigo, quizás no tengamos que volver en avión, y lo hagamos en un Delorean! (En clara referencia a la película "regreso al futuro").

     Hay señales que nos indican que el camino es el correcto: aunque es muy emocionante y emotivo que te digan, tras estos días de contacto, que tu hija, está preparada para irse a casa... Y eso, a pesar de quedar aún unos días para poder hacerlo; así es que, seguiremos avanzando en esa relación que debe estrecharse aún más: las señales, tan fáciles de apreciar en detalles como su forma de buscar constantemente nuestra atención; o buscarnos como referencia en cada momento, haciéndonos siempre partícipes de sus acciones. La varicela, no impide que los encuentros sean intensos, ya que la mejoría experimentada cada día en su salud, es más que evidente. 
     Hoy, fuimos testigos de una de esas imágenes que te inundan el corazón y la mente de sentimientos: observar a nuestra hija, delante de un cristal, mirando a través de él, cómo sus compañeros y amigos, continúan con sus juegos habituales y ella, siente algo distinto; se siente especial sin saber aún por qué... Nos emociona verla, y nos entristece ver a los demás pequeños, que siguen pasando el tiempo con la misma rutina a que están acostumbrados y esperando a esas familias que no llegan. Menos mal que no son conscientes de la situación, porque se les ve felices disfrutando de lo único que conocen...
     Un par de horas de encuentro intenso, con toda la emoción y mezcla de sentimientos, dejan exhausto a cualquiera...y lo saben todos quienes han tenido ocasión de vivirlo. Así es que, trataremos de descansar hasta el próximo encuentro, que será en unas horas. 
     Por cierto, ésta vez Ded Moroz sí se acordó de nuestra hija; pero también de nosotros...recibimos un detalle inesperado y que sin duda, siempre nos hará recordar estos momentos; pero también a quienes nos lo hicieron más fácil.