Mostrando entradas con la etiqueta flechazo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta flechazo. Mostrar todas las entradas

lunes, 10 de noviembre de 2014

Siempre debe existir la Esperanza...

     No todo es tan positivo en el camino de la adopción... Y tampoco es fácil poder hablar de ello, cuando sientes que la tristeza te inunda por la injusticia y la incomprensión...pero siento la necesidad de expresar el malestar por una historia con triste final (aunque deseo que únicamente signifique un punto y seguido...) que conocí hace aproximadamente un mes... Una situación que nunca debió producirse y que nunca pudimos imaginar que concluyera así después de tanto tiempo (mucho más de lo que podamos imaginar) de sufrimiento e injusticia. No daré más datos por respeto a la intimidad, pero es algo que muestra otro aspecto de la realidad de los procesos de adopción.
No es necesario tener que pasar por una situación que no beneficia a nadie, pero sí perjudica a todos: y ante todo, al futuro de los menores. En este caso, estos amigos con quienes tantos momentos de angustia, pero también de Esperanza compartimos; nos abrieron aún más los ojos a la no siempre agradable realidad...y por ello, hace que esa tristeza e incomprensión sean aún mayores.
     Seguiremos tratando de ser de ayuda, e incluso si tenemos ocasión, lo seremos para ellos; aunque muchas veces es anímicamente la única posibilidad que nos quede...y tratando de mostrar que el camino, es seguir siempre adelante: porque seguimos convencidos de que al final, con esfuerzo (nunca conocemos nuestra propia capacidad hasta que nos vemos necesitados), los deseos y los sueños, se pueden hacer realidad... No es nunca fácil, pero hay que estar convencidos plenamente de que ese es el camino correcto; y descubriremos entonces, cuando consigamos ese tan ansiado final feliz, que todo merecía la pena... 
     Queridos amigos...ésta semana, mientras trataba de dormir en una de esas noches de insomnio, tras conocer cuál había sido el motivo del retraso que nos había impedido recibir esas noticias (una semana más...) que nos hicieran soñar con la vuelta a Vladivostok; leía los mensajes recibidos por toda clase de redes sociales, mails, etc., tras la pérdida del pequeño Denis... Y lo hacía por miedo; pero también para sacar fuerzas nuevamente y poder afrontar una situación como es la espera que ahora tratamos de soportar... Y al leerlos, volvía a ilusionarme y volvía a sentir el cariño de tanta gente, que en aquellos momentos, nos animaba y apoyaba y nos daba fuerzas para asimilar aquella pérdida...aunque también es cierto, que si de algo estábamos seguros, es que tras intentar lo imposible por tenerlo a él a nuestro lado, debíamos seguir el camino porque habría alguien necesitándonos, pero también quien curaría las heridas simplemente con la esperanza y la ilusión que nuevamente depositaríamos en nuestros sueños y en el futuro de algún pequeño o pequeña. Lo cierto es, que debido a la situación, tardó demasiado en llegar esa nueva asignación que nos permitiera volver a hacer volar la imaginación y la fantasía que ya sentimos anteriormente... Y cuando tras algún que otro contratiempo, volvimos a la ciudad donde nos esperaba nuestra pequeña; nos dimos cuenta que había un motivo por el cuál, todo merecía la pena; y que volveríamos a enamorarnos de ella...aunque bien es cierto, que el miedo a tropezar dos veces en la misma piedra, no nos permitía sentirnos aún libres; y los miedos a enfrentarnos con tanto amor a un nuevo inicio, nos daba verdadero pánico. Pasaron los días al lado de nuestra pequeña, y poco a poco, sentimos que ese flechazo que había sido tan profundo la primera vez, se había vuelto a instalar, sin apenas darnos cuenta en lo más profundo de nuestros corazones...y que pensábamos en ella inconscientemente, sintiéndonos sus padres; y como si ya pudiéramos comenzar a curar todas las heridas abiertas en una pequeña que hasta entonces, careciendo de un futuro claro, ya poseía un terrible y difícil pasado. Esos días, no pensábamos en nuestros temores, sino en cómo afrontaríamos el resto de la vida junto a ella; y cómo cubriríamos todas las carencias que ya entonces observamos y quién debería ayudarnos a ello. Nos dimos cuenta, que ya habíamos aprendido a ser padres...y que las heridas deben cicatrizar mientras las observamos; pero que no son motivo para evitar volver a hacernos daño. Por ello, hoy volvemos a sufrir, y nadie podrá dudar del amor a aquel pequeño; pero hoy, sólo podemos pensar en la niña que nos permite volver a respirar...volvemos a sentir que las heridas se abren de dolor, por no tenerla aún a nuestro lado; y únicamente sufrimos, porque volvimos a encontrar el Motivo y porque volvimos a sentir el Flechazo del Amor por ella. Quizás, por mucho que lo pensáramos tras aquella pérdida, no habríamos sido capaces de imaginar, que podríamos volver a sentirnos tan felices. La vida ofrece nuevas oportunidades; pero no hay que dejarlas pasar por encerrarnos y cobijarnos en la tristeza...porque aunque sea difícil; aunque duela, hay que seguir luchando por lo que uno más quiere y desea en la vida...y como todos dicen y nosotros deseamos mostraros (si todo va bien...)muy pronto con el ejemplo: "al final, todo merecerá la pena"... Siempre hay un final feliz esperándonos: y si no es así, es que no es el final. 
     Mucho ánimo, familia... De un modo u otro, pronto veréis vuestro futuro claro y despejado; y encontraréis vuestra propia Felicidad haciendo realidad vuestros sueños y deseos: vosotros, sólo debéis elegir el camino. 

jueves, 17 de julio de 2014

Hoy si, se produjo el Flechazo. Ya nos sentimos suyos.

     Ayer nos ampliaron el informe médico y la niña visitó al oftalmólogo... Ya pensamos en el momento de la aceptación de la asignación, que será ya mañana (hoy ya aquí en VLADIVOSTOK, donde vivimos el día 9 horas antes), así como una simple pero tan necesaria siempre aportación (bajo ofrecimiento nuestro), que consistirá en cajas de pañales para los pequeños...
     Todos se están portando muy atentamente con nosotros y están contentos con nuestra presencia... Nuestra ya familia de Vlad, así como el personal de la casa cuna. 
     Disfrutamos también de la compañía de quienes ya recogieron (tras no poco esfuerzo e incertidumbre hasta el final) a su precioso y simpático pequeño, a quien no haría falta preguntar para comprobar que ya siente que su vida ha cambiado; y qué decir de ésta pareja que ha visto hecho realidad su deseo de ser padres de este afortunado niño. 
     Tenemos ya a su vez, la certeza de que los columpios y caballitos, serán nuestros mejores aliados para entretener a nuestra hija, porque parece que los juegos "chapados a la antigua", son los que más éxito tienen con ella...ojalá no le de por los tirachinas y las farolas, porque sería un problema! 
     El cambio producido en la jornada de ayer, fue sustancial...y aprendimos a sentirnos padres de esta niña: el flechazo llegó ayer al observarla mientras realizábamos su primera visita al médico con ella; mientras observábamos su reacción al subir por vez primera con nosotros al coche y emprendíamos el camino hacia la clínica. Fuimos afortunados por poder vivir este momento a su lado, porque empezamos a vivir y sentir profundamente que ya comenzamos a buscar solución y afrontar sus carencias y necesidades; previniendo daños mayores en el futuro... Para el resto, debemos esperar que cuanto antes llegue esa fecha de juicio que nos permita emprender las acciones requeridas para poder solventarlas; aunque conociendo algunas de ellas, iremos preparando el camino. 
     Ayer llegó el Flechazo a nuestro corazón: ese pellizco en el alma que nos permitía contemplarla como si de un ángel se tratara...aprovechamos su relajación en nuestros brazos para poder besarla sin parar, ya que su inquietud lo hace más difícil cuando compartimos juegos. Tuvimos la ocasión de dar seguridad a nuestra hija mientras se acurrucaba en mi regazo esperando entrar a la consulta del médico: parecía comprender, que queremos estar siempre a su lado y darla esa confianza...y esperamos que muy pronto nos lo permitan. Ayer pues, se produjo ese momento de inflexión para nosotros, pero considero que también para ella, puesto que comienza a lamentar las despedidas e incluso olvida la hora de "ñam-ñam" y se atreve a despedirnos mientras se pierde en el pasillo que la reúne con sus compañeros y amiguitos. 
     Hoy, comenzamos a pensar en el triste momento que mañana llegará, el de volver a decir adiós a nuestros corazones, que quedarán custodiando a nuestra pequeña...pero que esta vez necesitamos los tres, llegue cuanto antes. Poco tiempo queda ya, pero trataremos de ofrecerle nuestro amor hasta el último instante...porque es cierto que el tiempo es poco para tantos sentimientos y tanta información; y hay que aprovecharlo siempre al máximo.


     

lunes, 14 de julio de 2014

Hoy, conocimos a Paula: un día repleto de emociones. Ya buscamos su aceptación.

     Todo ha ido muy bien: ha sido un día cargado de emociones muy muy fuertes...
Nos ha quedado claro que esta niña, nos necesita más que Denis, porque a estas alturas y con lo espabilado y listo que es, ya trabajará para el servicio secreto por lo menos... Como todos estos niños, desgraciadamente tienen una historia difícil y muy triste, pero ojalá todo vaya bien y podamos darle todo lo que necesita, que es ni más ni menos que cariño y los cuidados que nunca tuvo... Es muy tierna y simpática aunque el desarrollo está muy por debajo de su edad:  a pesar de ello, nos sorprende en algunas cosas porque realmente son supervivientes... 
     El panorama que rodea la casa cuna (ya que está en el centro de la población), nada tiene que ver con la "casa de los sueños" de Denis...pero el trato de la doctora y las cuidadoras es, como ya nos habían comentado nuestros paisanos y amigos "castitas", digno de elogio y mención. Realmente es muy duro ver el ambiente que rodea a los niños en desamparo, pero ver personas así a su cargo y cuidados, permite al menos tener Esperanza de que se les trata, dentro de las posibilidades, con el mayor de los esfuerzos y dedicación: porque verdaderamente, no es fácil poder trabajar presenciando la situación y el futuro de estos niños si no encuentran una familia (y aún a pesar de llegar a encontrarla). Para las familias, no es fácil un viaje a conocer a quienes deseamos lleguen a casa convertidos en hijos: pero es una experiencia vital que nos muestra la terrible realidad del mundo, porque no es algo exclusivo de este país... Nos permite comprender y valorar aún más el Amor y el Convencimiento que nos mueven para dar un hogar a los pequeños: y qué terrible no poder dar cobijo a todos esos niños que encontramos esperando una familia. Nos hace comprender que en la vida, damos demasiada importancia a cosas que realmente no la tienen y que olvidamos otras que nos rodean y no parecemos querer observar. No es humano que permitamos ciertas cosas y circunstancias que nos rodean en lo cotidiano de la vida: y en este caso, expreso lo que se observa al conocer a quienes no tienen absolutamente nada (aunque hay muchos más casos) y una vida entera por delante...pero que en muchos casos, simplemente será un enorme vacío. Hoy, en un día terriblemente lleno de emociones positivas, también, y tras muchas lágrimas de alegría (lo cuál lo hace aún más difícil de comprender), derramo otras de incomprensión tras volver a observar el lado más oscuro de la vida en forma de niños que nada tienen. Por eso, cada día que pasa estoy más convencido de la Necesidad de la Adopción y de tratar de hacerlo más fácil: porque al final, los menores, serán siempre los mayores beneficiados por ello.
     Hoy fue el día en que al fin, conocimos a nuestra pequeña Paula: y también, hoy es el día de creer que todo saldrá bien esta vez...porque esta niña, como tantos otros, necesita una familia cuanto antes: y nosotros estamos más que convencidos de poderle ofrecer la nuestra para conseguir ver cubiertas todas y cada una de sus carencias. 
     Ha sido una jornada cargada de sorpresas, que comenzaron con el reencuentro con nuestra traductora y  representante y continuaron con la visita nuevamente al Departamento de Educación... 
     Tras esa visita, teníamos vía libre para conocer a nuestra pequeña...
     Cuando el corazón almacena tanto Amor, no entiende de ofrecerlo con Mesura: y por ello, a riesgo de equivocarnos y exponernos a ser heridos, lo volcaremos todo en Paula porque es quien lo requiere y lo recibirá de nuestra parte. 
     Conocerla fue maravilloso: volver a cruzar nuestras miradas su mama y yo, y darnos cuenta de por qué tanto sufrimiento y tristeza...volvíamos a tener delante de nosotros a quien en ese preciso instante, nos pareció que nos estuvo siempre esperando: quien nos miraba con timidez pero cierta confianza y cuyos ojos parecían decirnos, "ya estáis aquí?"... Como si nos pidiera a gritos, esos besos que no dudamos en ofrecerla. No lloró aunque requirió templanza para reconocer y asimilar a la primera referencia masculina en su vida...a mí. 
     Todo lo imaginado se esfumó en ese instante y olvidamos cualquier patrón establecido, para dejarnos llevar y buscar la mejor manera de ser aceptados, ya que cada niño es un mundo, con una historia por descubrir. Fue el punto de partida para irnos conociendo y tratar de averiguar lo máximo para poder complacer e ir poniendo solución a sus carencias, comenzando desde ese instante con las afectivas, ya que serán las que podamos ir cubriendo poco a poco hasta, si todo va bien, llevarla a casa con nosotros...
     Fueron una mañana y una tarde repletas de imágenes e intentos de ir agradando a esta niña que poco a poco nos va conquistando ya el alma...y que nos permitió hoy volver a pensar en positivo y no buscar más explicaciones a lo ocurrido hasta ahora. No hay tiempo que perder, porque debemos cambiar la pasividad afectiva por el calor humano: y el tiempo está limitado a unas pocas visitas durante la semana, pero que a buen seguro, darán mucho de sí... Debemos conseguir que a finales de semana, se sienta "especial" por una vez y sea capaz de asimilar el cariño para empezar a exteriorizar y descubrir todos esos sentimientos reprimidos que no le han permitido aún "ser niña". Nos esforzaremos por dar ese calor afectivo que todo niño debe recibir, para apartar el lado más frío y mecánico de su rutina diaria. 
     El estímulo que en este caso sí necesita nuestra pequeña, le irá llegando en grandes dosis, porque el propio instinto nos marca el camino para poder hacerla sentir aceptada y segura de nosotros. No hay tiempo que perder para hacerla recuperar y sentir la inocencia y despreocupación que un menor debe tener...para permitirla pensar que aún no debe prepararse para ser capaz de resolver por sí misma cualquier reto, sino que habrá alguien que la ofrezca su atención y ayuda.
A medida que vaya abriendo su corazón y coja más confianza en nosotros, podremos ir sintiéndola más nuestra; porque en esta primera e intensa jornada compartida, únicamente hubo tiempo para el acercamiento a ella y para dedicarnos a conocerla. El cariño, aunque lo tengas todo dispuesto para ofrecerlo, va en aumento a medida que llega esa complicidad y empiezas a sentir su aceptación: y sólo entonces puedes relajarte y pensar que es real...es entonces cuando se produce de manera casi incomprensible ese "flechazo" que permite comprender y ser capaz de exteriorizar otros sentimientos: el Enamoramiento, surge tras ofrecerte y sentir que la propia "curiosidad" produce su búsqueda de un acercamiento...es entonces cuando te conquista un pequeño y permite la relajación de ambos: cuando ya se da rienda suelta por ambos lados a la improvisación y a conseguir que los corazones latan al mismo ritmo. Entonces ya puedes añadir más piezas al rompecabezas y empezar a pensar en todos los que rodean tu vida y rodearán el futuro de tu hijo (-a). Hasta ese instante, te aíslas para buscar esa complicidad... Pero a partir de ese instante, comienzas a sentirte su papa o su mama...