Ayer, pasamos el día de más dudas desde que iniciamos el proceso...los miedos, los recuerdos y el dolor acumulado, dieron como resultado, un día terriblemente duro e infeliz... y no menos extraño.
Fueron momentos en los que como siempre, comencé a escribir para plasmar la realidad sin maquillar; los momentos que generan sensaciones difíciles de expresar...esos instantes en que pareces dejarte llevar y se rebosan los sentimientos negativos, que piensas que nunca serán capaces de superarte: instantes que no puedo calcular en el aspecto temporal, aunque escasos; pero en los que pasa por la cabeza todo lo triste y doloroso acaecido a lo largo de los años...a lo largo de toda una vida. No se si será parecida la sensación que se tiene como muchas veces oímos, cuando el cuerpo te abandona camino del paraíso; pero puedo asegurar, que sientes que no perteneces a ese cuerpo ya que la mente parece actuar de forma autónoma. Todo pasa en cuestión de segundos por la cabeza, sin dar tiempo tan siquiera a pensar: la mente trabaja sola como una máquina de diapositivas que funciona a una velocidad infernal...y te dejas llevar. Una sensación, que me provocó tanto pánico (aunque de inmediato, como podréis comprobar, el subconsciente y el corazón, comenzaron a poner orden): el propio mecanismo de defensa que pulimos con nuestra forma de ser, actuó para librarme de esos pensamientos que me comían las entrañas y atacaban la conciencia.
Con ésto, quiero mostrar, que a pesar de todo, cualquiera en cualquier momento, puede verse asaltado por las dudas más crudas a lo largo de un proceso de adopción...y nada tienen que ver con ese deseo y ese objetivo final de ver aumentada la familia, sino con la adversidad que tantas veces choca en contra de la buena marcha y los intereses de dicho proceso.
Me daba miedo, pánico tan siquiera mostrar lo que la cabeza tramaba durante esos instantes...y no me ví con fuerzas para publicarlo ayer (para no generar aún más temor a quienes puedan ver semejanza por la situación o por un momento concreto de sus procesos); porque pensaba, como así ha sido, que dejando pasar el tiempo, todo volvería a recuperar la normalidad y esa "crisis" pasaría en cuanto hubiera un momento de calma. Únicamente, con estas palabras, trataré de hacer reflexionar (por si en algún momento puede ser de ayuda para alguien), que TODOS podemos sentir en un momento dado, las dudas (que luego duelen al recordar) generadas por el dolor y tristeza acumulados; por la incertidumbre o las pérdidas, o por cualquier otro motivo. Uno se da cuenta entonces, que el único camino, como tantas veces he dicho; es seguir adelante...tratando de ver luz, aún en días totalmente oscuros.
Todos estamos expuestos; pero aunque duela el alma, hay que seguir dando pequeños pasos...y si alguno va hacia atrás, debe ser para coger impulso hacia adelante...porque no hay nada peor, que abandonar los sueños; ya que no hay nada de lo que más podamos arrepentirnos, que renunciar a lo que más quisimos siempre en la vida: hoy, más que nunca, estoy convencido de que hay que luchar por ellos... Al final del camino, nos espera siempre la mejor recompensa, el tesoro que siempre soñamos; y no hay nada mejor y más noble, que luchar por nuestros hijos, en un camino en que todos veremos el futuro con más optimismo y oportunidades para ser felices.
El día de ayer, me demostró, que hasta la mente más fuerte y más convencida, puede verse vulnerable ante las circunstancias; pero siempre habrá ese motivo que nos permita avanzar y hacer realidad nuestros sueños y deseos...
Ha sido mucho lo que nos ha generado sentir esas dudas; pero me sentía tan vacío e incluso "sucio" de pensamiento por esas dudas, que encontramos el mejor apoyo precisamente, pensando en aquellos niños que vimos (y todos aquellos que desde entonces imaginamos), y que tanto necesitan una familia...mucho más de lo que podamos imaginar; porque sus historias, sí son realmente tristes y dolorosas.
Por cada aspecto positivo que generamos, hay otro negativo contra el cuál luchar; y hay que tenerlo siempre presente, para poderlo combatir cuando aparece. La vida está llena de ejemplos: la bondad existe porque existe la maldad; la generosidad se refleja, al observar la codicia o la avaricia, al igual que la tristeza aparece ante la falta de alegría... Por eso mismo, cuando uno cae o siente flaquear, hay que levantarse y seguir luchando.
Es duro despertar cada día y esperar algo que no llega...quizás más aún cuando ya has conocido lo que aguarda al final del camino y se te ha escurrido entre los dedos...pero la Impaciencia, nos lleva por el camino de la urgencia; y a veces, aunque nos cueste creerlo, la Necesidad va vinculada a la Paciencia. En nuestro caso, tras la mala pasada de ayer, observamos que el tiempo, será el mejor maestro y nos presentará el momento idóneo para seguir adelante; porque si abandonas un sueño, nunca lo verás hecho realidad.
Ésto, es lo que rondaba ayer una cabeza llena de dudas y temores: 26-05-2014
Hoy es un mal día...llevamos unos días dando vueltas a estos 4 meses y nos
sentimos peor de lo que nos hemos sentido nunca...ha sido mucho el esfuerzo;
pero aún mucho mas el dolor y la tristeza soportados...y parece que aún no vemos
luz, a pesar de buscarla con tanto ahínco y esperanza. Ha sido mucha la
desilusión por Creer tanto en ello; y terrible el sufrimiento de ver como los
días pasan, despertando día tras día y pensando que ese será el que marque otro
cambio en nuestras vidas...pero ese día no llega a pesar de todo: y lo hace más
inhumano si cabe y más incomprensible. Tengo que confesar que nunca he dudado de
la fuerza de seguir adelante, pase lo que pase: pero ahora, siento flojear las
piernas y la cabeza no responde con ese optimismo; porque me siento mal, y las
dudas y la desilusión son tan grandes, que he llegado a pensar en abandonarlo
todo y darme por vencido... No debería tan siquiera pensarlo, pero debo
plasmarlo porque es la primera ve que he sentido esa sensación...a pesar de que de
inmediato me viene a la mente la imagen de un(-a) pequeñ@, sin rostro nuevamente
(lo cual también es muy triste teniendo tan presente siempre esa imagen de quien
tan felices nos hizo).
Nunca hemos abandonado a nadie, y siempre hemos ofrecido
todo lo posible en la vida a los demás; y a pesar de muchas veces ser olvidados,
nunca nos hemos arrepentido ni lo haremos por ser así...porque además nunca
cambiaremos. Hemos sentido en todo momento el apoyo, ánimo y cariño de todos;
pero estos días, no hay consuelo posible y además, no es fácil expresar este
sentimiento...pero es realmente duro y un sentimiento de frustración tremendo:
no puedo creer llegarlo a pensar, porque no puedo dejar de soñar. No puedo
hacerlo, pero encuentro el dilema en mi mente...el sentido, creo que nunca me lo
permitiría y el corazón, no me lo perdonaría: pero además, no podemos abandonar
nuestros sueños, y sobre todo éste, que nos dirige la vida y ha sido siempre el
más ilusionante e importante de todos (por el que siempre dijimos incluso que
seríamos capaces de dejarlo todo) y que motiva y genera la energía en nuestra
vida desde hace 22 años que nos conocimos. No puedo defraudar a nadie, ni a mí
mismo; pero sobre todo a quien más quiero en el mundo, a Paula, a quien me da la
vida aunque muchas veces crea no necesario decírselo...(nunca está de más, a
pesar de todo; porque a todos nos gusta sentirnos queridos). Ahora mismo, no
puedo creer en esa falta de sentimiento o en esa debilidad, porque no puedo
pensar en no tener todo ese amor en un sólo instante de mi vida; pero para no
olvidarlo todo, sólo puedo pensar en alguien que nos estará esperando y
necesitando, con la misma (e incluso más) sensación y tanto vacío como nosotros:
y me siento inmoral por quejarme a pesar de todos los motivos para hacerlo;
porque quienes nos están esperando, tienen en todo caso muchas más carencias y
necesidades... Aún sabiéndolo, siempre me fijé más en las necesidades de los
demás y por ello, nunca pedí nada para mí: gracias a ello, la gente puede
apreciarme más (quizás), pero tampoco quiero sentir que es lástima o
compasión...porque nunca querría ser un Mártir. Siempre hemos pensado en sembrar
para poder recoger, pero hay veces que por muy buena que sea o parezca, la
cosecha puede no ser suficiente a pesar de la intención de los recolectores. Nos
sentimos queridos y comprendidos (o casi, porque cada caso es único y con sus
particularidades), pero muchas veces las soluciones no proceden de quienes
quieren darlas o quienes harían todo lo posible, sino de quienes pueden o deben
ofrecerlas...y ya no sabemos quienes son o la forma de poderlas hacer realidad.
Nunca me he quejado de la vida que nos ha tocado vivir; ni por los
agravios encontrados durante la misma (porque siempre habrá quien lo habrá
pasado peor, no tengo dudas)...pero a pesar de todo el dolor, tristeza y
sufrimiento ya vivido, ésta situación supera ahora mismo todos los límites
marcados.
Según escribo, recuerdo el deseo y las últimas palabras
(porque realmente lo fueron; lo cual es más triste) que me dijo mi padre: "sólo
quiero que seáis felices, tengáis más suerte y consigáis lo que siempre habéis
querido"... Ahora, le podría decir, que "parece que nada ha cambiado"... Pero
éstas palabras y su recuerdo, quizás hagan más posible, también en su honor, que
sigamos adelante...y que pasemos a confiar en nosotros aún más; porque cada vez
tengo menos dudas de que estamos olvidados de la mano de Dios...
Nunca
pensé en tener dudas, pero me he dado cuenta reflexionando, que hasta el más
fuerte y duro de los guerreros, debe sentir el dolor de las heridas, aunque no
quiera (o pueda) reflejarlo...
He llegado a pensar, en si será que
nuestr@ hij@ no nos esté esperando en Rusia...pero si no fuera así, quizás
llegará a ser nuestr@ niet@ en vez de nuestr@ hij@... Son tantas dudas y tanta
desazón, que la Ansiedad ha llegado a un punto, que no la puedo soportar, a
pesar de la apariencia de calma: me ahoga y asfixia hasta un límite jamás
imaginado.
Con todo lo ya pasado, aún no había ocurrido; pero se ha
producido la pérdida de esa Paciencia que siempre me acompaña, pero que no
quiero que afecte a nada ni nadie...y por ello habrá que ser cauteloso y no
complicarlo todo aún más (si se puede, que seguro que sí!).
Hay unas
palabras que nos marcaron y por las cuales habría motivo para hacer una locura o
una barbaridad...y se las dijo un médico a mi padre hace unos meses: "no hay
dolor que no se pueda soportar" (ojalá ese dolor lo hubiera sentido él para
comprobarlo)...y hoy mismo, hasta yo dudo poder soportarlo, porque el siguiente paso, sólo podría
llevar a un camino: porque llevamos ya mucho dolor dentro.
Parece difícil
de creer; pero al afrontar una adopción, renunciamos a todo, por unos niños que
ya han nacido y a quienes incluso aún no hemos conocido: pero sabemos que en
algún lugar, y de algún modo, nos están esperando para ser sus papás... Y
simplemente por eso, hay que continuar; hay que mirar adelante, aunque no
encontremos más que barreras y obstáculos para conseguir ofrecer nuestra familia
a "nuestros hijos", a quienes no conocemos pero que nos necesitan (aunque a
medida que transcurre el proceso, nosotros también cada vez los necesitamos más
a ellos...). Se convierten como he dicho muchas veces, en nuestro motivo, en
nuestra energía para unir lo que la naturaleza y el ser humano parecen no querer
propiciar e incluso evitar... No es coherente, humano ni tan siquiera justo, que
NADIE luche por ello; que nada ni nadie trate de conseguir ese encuentro entre
quienes más lo necesitan y quienes quieren y pueden ofrecerles todo lo que
tienen, pero sobre todo lo mas humanamente necesario como es el amor, el cuidado
y el cariño de sus semejantes...
Y hoy, tras esos momentos de dudas, estamos más convencidos que nunca: seguiremos adelante con la energía renovada y más fuerza si cabe...la generada por quien ya nos estará esperando.
Este blog es más personal. Es un Diario: en él, iremos contando lo que es el día a día de nuestra adopción: desde el por qué lo decidimos, pasando por todo el proceso de información, cursos, trámites y todas nuestras emociones, vivencias...Es una historia que no terminará el día que logremos tener a nuestro hijo(-a) en casa, sino que contará también la adaptación y todo lo que venga después...La Historia de una Adopción en Rusia.
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martes, 27 de mayo de 2014
Todos somos vulnerables: las dudas y el temor, pueden atacarnos en el momento más insospechado.
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temor
martes, 16 de julio de 2013
Miedos y temores durante la espera...
Los miedos y temores durante el período de espera del juicio, no se pueden expresar; por el pánico a que se hagan realidad...
Ese pensamiento de que la historia tenga algún error en el guión y se produzca algún contratiempo. Sentimos vértigo las 24 horas del día (aunque parezca que tengan más)...arrastrados por el pánico, nos abalanzamos sobre los dulces como consuelo; debemos estar activos y entretenidos haciendo algo, y aún así... no paramos de pensar en ellos todo el día; vivimos por y para ellos...
Los temores, son un tabú: que todos sentimos, pero ninguno queremos contar...nos duele, nos abate... Te hacen no dormir y en ocasiones, desesperar; pero es lo más privado y oculto durante todo el proceso...lo que te hace incluso a veces, cambiar de carácter y no poder expresar la alegría por el recorrido ya cubierto, ó simplemente, no ser capaz de exteriorizar esa imagen positiva que suele caracterizarte. Todos lo sufrimos y todos lo sentimos de igual modo, pero no somos capaces de mostrarlo... por eso nadie puede imaginar, cómo puede llegar a ser ese sufrimiento durante la espera: por eso mismo, es tan grande el deseo de que pase rápido. Cuando lo has pasado, te permite respirar (eso dicen) y volverte a hacer cargo de tu cuerpo y tu comportamiento...mientras tanto, estás atado de pies y manos y sólo la cabeza es el soporte que te mantiene en la rutina.
Hasta al más positivo y más alegre (como yo), le afecta al comportamiento y siente a menudo pánico...vértigo ante el abismo que se presenta al imaginar, que algo puede desviarse del camino establecido...a que el cauce natural, cambie de recorrido y te lleve a otro lugar que no sea el soñado: porque ya es un sueño real, que puedes tocar, aunque todavía no esté ahí.
Es como un helado en manos de un niño, que acaba de experimentar su sabor por primera vez; y se encuentra con la prohibición de continuar con su degustación:...con el riesgo de que se derrita y se escape entre sus dedos...
El propio temor y el pánico, provoca en todos nosotros, y de forma resiliente; que reaccionemos ante ellos de forma positiva: que lo afrontemos con ilusión y esperanza, aunque con una angustia inexplicable.
Esa es nuestra pesadilla y la que nos impide conciliar el sueño...ese sueño, que si todo va bien, como debería ser; nos proporciona la mayor de las alegrías...
Mucho ánimo a todos quienes esperáis vuestro momento: ya sea de espera a asignación ó de espera a juicio, porque al final, se encuentra el mejor de los tesoros; y hace que todo lo sufrido hasta entonces, merezca la pena con creces...Debéis ser Positivos.
Siempre destaco el aspecto positivo de cualquier cosa: hoy, deseo que las últimas noticias provenientes de Rusia en cuanto a la nueva ley de adopción de niños, sea realidad...que se permita a todas las monoparentales que han sido ya asignadas con su peque (un peque a quien ya han conocido), puedan continuar su adopción y llevarlos a casa... Además, ellas ya han sufrido un pánico y un horror impensable, que no podemos siquiera imaginar; por la posibilidad y las dudas que ésta ley ha generado en las últimas semanas...Un abrazo a todas ellas y que su sueño, se vea hecho realidad...
Ese pensamiento de que la historia tenga algún error en el guión y se produzca algún contratiempo. Sentimos vértigo las 24 horas del día (aunque parezca que tengan más)...arrastrados por el pánico, nos abalanzamos sobre los dulces como consuelo; debemos estar activos y entretenidos haciendo algo, y aún así... no paramos de pensar en ellos todo el día; vivimos por y para ellos...
Los temores, son un tabú: que todos sentimos, pero ninguno queremos contar...nos duele, nos abate... Te hacen no dormir y en ocasiones, desesperar; pero es lo más privado y oculto durante todo el proceso...lo que te hace incluso a veces, cambiar de carácter y no poder expresar la alegría por el recorrido ya cubierto, ó simplemente, no ser capaz de exteriorizar esa imagen positiva que suele caracterizarte. Todos lo sufrimos y todos lo sentimos de igual modo, pero no somos capaces de mostrarlo... por eso nadie puede imaginar, cómo puede llegar a ser ese sufrimiento durante la espera: por eso mismo, es tan grande el deseo de que pase rápido. Cuando lo has pasado, te permite respirar (eso dicen) y volverte a hacer cargo de tu cuerpo y tu comportamiento...mientras tanto, estás atado de pies y manos y sólo la cabeza es el soporte que te mantiene en la rutina.
Hasta al más positivo y más alegre (como yo), le afecta al comportamiento y siente a menudo pánico...vértigo ante el abismo que se presenta al imaginar, que algo puede desviarse del camino establecido...a que el cauce natural, cambie de recorrido y te lleve a otro lugar que no sea el soñado: porque ya es un sueño real, que puedes tocar, aunque todavía no esté ahí.
Es como un helado en manos de un niño, que acaba de experimentar su sabor por primera vez; y se encuentra con la prohibición de continuar con su degustación:...con el riesgo de que se derrita y se escape entre sus dedos...
El propio temor y el pánico, provoca en todos nosotros, y de forma resiliente; que reaccionemos ante ellos de forma positiva: que lo afrontemos con ilusión y esperanza, aunque con una angustia inexplicable.
Esa es nuestra pesadilla y la que nos impide conciliar el sueño...ese sueño, que si todo va bien, como debería ser; nos proporciona la mayor de las alegrías...
Mucho ánimo a todos quienes esperáis vuestro momento: ya sea de espera a asignación ó de espera a juicio, porque al final, se encuentra el mejor de los tesoros; y hace que todo lo sufrido hasta entonces, merezca la pena con creces...Debéis ser Positivos.
Cualquier pensamiento positivo te impulsa en la dirección correcta. |
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lunes, 15 de julio de 2013
Los niños, pueden nacer también lejos de casa...
Pequeño mío: Hoy hace un mes, que nos embarcamos en el viaje más fantástico e inimaginable; en el vuelo hacia el instante mágico de conocerte... Nos esperaban sólo 17 horas de viaje para estar ya en Vladivostok.
Era el viaje que nos acercaba al momento tan deseado durante muchos años: y por fin, lo teníamos cerca...estábamos a punto de tenerte en nuestros brazos; de sentir a nuestro hijo.
Ya un mes después, el estado anímico es distinto: la espera desgasta muchísimo, pero por encima de ello, está la ilusión por ese segundo viaje que puede llevarnos al objetivo de hacer el viaje de retorno junto a ti... Ya sabemos que los sueños se hacen realidad, porque lo hemos experimentado ya una vez hace muy poco: pero éste segundo viaje, promete ser aún más increíble. Puede ser realmente el viaje de los viajes...con el que podemos soñar, sea un trayecto mágico: el que emprendamos dos, y volvamos tres; pero además, en el que coincidamos con alguno de nuestros compañeros de aventura, de temores e ilusiones, de cariño y esperanza...con algún miembro de nuestra familia del corazón, que con toda seguridad, habrá esos días por el hotel de los sueños; alguien de esa familia de la adopción con quienes tanto hemos compartido, hasta hacernos llorar en tantas ocasiones.
Serán otros momentos y otras circunstancias en las que desearíamos compartir ya sólo la alegría, pensando que toda ésta angustia y miedos a lo inesperado, por fin queden atrás y nos permitan disfrutar.
Será un viaje distinto: con un juicio que produce temor, pero que es un trámite más para convencerlos de qué es lo que más ansiamos en el mundo y para lo que estamos bien preparados...el juicio que nos permitirá ser padres.
Es una oportunidad para poder simplemente expresar lo que nos dicte el corazón; un momento de demostrar que éste niño que nos han permitido conocer, estaba destinado a estar junto a nosotros, pero que algún renglón torcido de nuestra historia, provocó que naciera tan lejos y en tan difíciles circunstancias...
Será una oportunidad también para que ese niño que reclamaba nuestro corazón, viera la luz del amanecer ó del atardecer, en Vladivostok; esperando nuestra llegada para mostrar que los niños, pueden nacer también lejos de casa...para que esa distancia haga que el deseo, permita que el lazo que nos unirá siempre, sea mucho más estrecho y cercano.
Demostrará también, que esas oraciones que tantos años hemos pronunciado, y que salían de lo más profundo de nuestro ser, dieran sus frutos...y que aunque ese fruto estuviese madurando lejos de nosotros, la distancia no sería impedimento, sino que seríamos capaces de encontrar la senda y las señales nos mostrasen el camino, para poder estar junto a él.
Éste proceso es un ejemplo de que cuando el corazón te guía en una dirección, debes permitirle hacerlo; y que quien debe marcar las pautas, es el sentido común...haciéndonos aprender durante el camino, y ayudando a quienes te encuentras en él.
Si todos actuamos conforme el corazón nos dicta, al final, encontramos nuestra recompensa, porque igual que nos abrimos a los demás; nos encontraremos sus corazones abiertos a nosotros...
Cuando das todo lo que puedes, eres recompensado con lo que no esperas...y así nos ha pasado a nosotros durante éstos últimos días: hemos recibido cariño y mucho amor...porque como el mensaje de la cajita que recibimos el otro día decía: "el Amor no se ve, se regala". Y hemos sido agraciados con los mejores regalos...los que vienen precisamente del corazón: como ese que nos enviaba Pilar y el que nos volvió a hacer nuestra amiga Montse en forma de fotografía inédita de hace 3 meses de nuestro pequeño...
La casualidad se ha aliado con nosotros en forma de imágenes en éste caso; pero debe haber una causa...y yo siempre he creído que eran el Destino y la propia vida, que nos están recompensando por las pruebas a las que nos ha ido sometiendo a lo largo de nuestra vida, y que nos han ido haciendo más fuertes y más capaces...y que siempre hemos afrontado juntos.
Siempre hay que estar agradecidos por lo que se tiene; así es que, más aún si te permite obtener lo que deseas...
Era el viaje que nos acercaba al momento tan deseado durante muchos años: y por fin, lo teníamos cerca...estábamos a punto de tenerte en nuestros brazos; de sentir a nuestro hijo.
Ya un mes después, el estado anímico es distinto: la espera desgasta muchísimo, pero por encima de ello, está la ilusión por ese segundo viaje que puede llevarnos al objetivo de hacer el viaje de retorno junto a ti... Ya sabemos que los sueños se hacen realidad, porque lo hemos experimentado ya una vez hace muy poco: pero éste segundo viaje, promete ser aún más increíble. Puede ser realmente el viaje de los viajes...con el que podemos soñar, sea un trayecto mágico: el que emprendamos dos, y volvamos tres; pero además, en el que coincidamos con alguno de nuestros compañeros de aventura, de temores e ilusiones, de cariño y esperanza...con algún miembro de nuestra familia del corazón, que con toda seguridad, habrá esos días por el hotel de los sueños; alguien de esa familia de la adopción con quienes tanto hemos compartido, hasta hacernos llorar en tantas ocasiones.
Serán otros momentos y otras circunstancias en las que desearíamos compartir ya sólo la alegría, pensando que toda ésta angustia y miedos a lo inesperado, por fin queden atrás y nos permitan disfrutar.
Será un viaje distinto: con un juicio que produce temor, pero que es un trámite más para convencerlos de qué es lo que más ansiamos en el mundo y para lo que estamos bien preparados...el juicio que nos permitirá ser padres.
Es una oportunidad para poder simplemente expresar lo que nos dicte el corazón; un momento de demostrar que éste niño que nos han permitido conocer, estaba destinado a estar junto a nosotros, pero que algún renglón torcido de nuestra historia, provocó que naciera tan lejos y en tan difíciles circunstancias...
Será una oportunidad también para que ese niño que reclamaba nuestro corazón, viera la luz del amanecer ó del atardecer, en Vladivostok; esperando nuestra llegada para mostrar que los niños, pueden nacer también lejos de casa...para que esa distancia haga que el deseo, permita que el lazo que nos unirá siempre, sea mucho más estrecho y cercano.
Demostrará también, que esas oraciones que tantos años hemos pronunciado, y que salían de lo más profundo de nuestro ser, dieran sus frutos...y que aunque ese fruto estuviese madurando lejos de nosotros, la distancia no sería impedimento, sino que seríamos capaces de encontrar la senda y las señales nos mostrasen el camino, para poder estar junto a él.
Éste proceso es un ejemplo de que cuando el corazón te guía en una dirección, debes permitirle hacerlo; y que quien debe marcar las pautas, es el sentido común...haciéndonos aprender durante el camino, y ayudando a quienes te encuentras en él.
Si todos actuamos conforme el corazón nos dicta, al final, encontramos nuestra recompensa, porque igual que nos abrimos a los demás; nos encontraremos sus corazones abiertos a nosotros...
Cuando das todo lo que puedes, eres recompensado con lo que no esperas...y así nos ha pasado a nosotros durante éstos últimos días: hemos recibido cariño y mucho amor...porque como el mensaje de la cajita que recibimos el otro día decía: "el Amor no se ve, se regala". Y hemos sido agraciados con los mejores regalos...los que vienen precisamente del corazón: como ese que nos enviaba Pilar y el que nos volvió a hacer nuestra amiga Montse en forma de fotografía inédita de hace 3 meses de nuestro pequeño...
La casualidad se ha aliado con nosotros en forma de imágenes en éste caso; pero debe haber una causa...y yo siempre he creído que eran el Destino y la propia vida, que nos están recompensando por las pruebas a las que nos ha ido sometiendo a lo largo de nuestra vida, y que nos han ido haciendo más fuertes y más capaces...y que siempre hemos afrontado juntos.
Siempre hay que estar agradecidos por lo que se tiene; así es que, más aún si te permite obtener lo que deseas...
La Felicidad no es obtener siempre lo que quieres. Es amar lo que tienes y estar agradecido por ello |
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