Hay noches, que los recuerdos empapan la almohada...que es imposible conciliar
el sueño y resulta más duro seguir adelante y volver a despertarse con ilusión.
La otra noche, viendo y escuchando los testimonios en que tratábamos de
encontrar la puerta de llegada a casa de nuestro hijo (prensa, radio,
televisión...), las lágrimas caían ante el total desconsuelo por la pérdida
producida y los daños colaterales que conllevó...
Ayer, también fue un día tremendamente difícil...ya que incluso en fin de semana, recibimos noticias desde Vladivostok: algo no habitual, y que en principio podrían parecer "positivas"...pero para nosotros, ya no lo son. Parece que nuestro viaje podría retrasarse aún más. Aunque éstas últimas semanas, parecía que sería
"inminente" (he llegado, de todo corazón, a odiar esa palabra), parece que aún
podría no ser así... Toda esa ilusión generada diariamente, pero que parece insoportable precisamente por esa constancia; se nos vino abajo de repente y todos los sueños y el deseo de que éste fin de semana pasara cuanto antes, se vieron otra vez turbados y amenazados por algo que esperamos, sea otra mala pasada y no se haga realidad. Son casi 4 los meses sin nuestro Denis; y se resiste a llegar esa asignación que nos haría apartar esa tristeza producida por éste parón inesperado en nuestro camino...y si se hace realidad éste presagio, serían hasta 6 los meses esperando volver a Vladivostok desde ese terrible día.
Ya, muchos días cuesta encontrar ese optimismo que siempre nos acompaña; pero ayer debo confesar que durante muchas horas, se me borró esa sonrisa habitual, porque sentíamos el corazón roto...
El resto de acontecimientos en el día, tampoco acompañaron; hasta que al fin del día, y de manera casi inesperada ya, hubo algo que nos permitió esbozar la sonrisa y exteriorizar la
frustración: y el culpable, el fútbol. No lo contaría, si no estuviera relacionado con nuestro estado anímico y las prioridades que establecimos desde el mismo instante de embarcarnos en la adopción. Somos socios del Real Madrid desde hace ya bastantes años: desde que pude pagar por mis propios medios ese primer abono y que se convirtieron en dos al casarnos... Ese gasto extra, que nunca nos importó hasta que sentimos que todo debería ir destinado a nuestr@ futur@ hij@ y a los gastos generados en torno al proceso. De ahí que cediéramos nuestros abonos ( y casi incluso, llegásemos a olvidar durante éstos últimos dos años; para dedicar también todo el tiempo a es@ hij@ que ya debería haber estado en casa) y por primera vez, no viajáramos a ver a nuestro equipo en las finales disputadas...
Ayer, pudimos disfrutar de la victoria más deseada siempre por nuestro equipo: la Champions League... Pero ésta vez, tengo que confesar, que me sentía en parte mal, por los sueños rotos de nuestros amigos y vecinos Atléticos...porque ya, no puedo observar la tristeza en el rostro de quienes me rodean (aunque sea por algo tan simple como el fútbol), porque muchas veces, sirve de desahogo para los constantes problemas que nos rodean. Ésta vez, además no viajamos por no generar gastos "innecesarios"...y como tantas otras veces durante éste último año, también por la "posibilidad" de un próximo (inminente) viaje al Lejano Oriente: no queríamos abandonar el Restaurante un fin de semana en época de Comuniones...pensando en que en breves fechas, podríamos volver a viajar y volver a faltar en el trabajo.
Es cierto también, que hace 1 mes, y ante la inmediatez de una posible asignación (latente siempre desde que se produce una retirada de asignación...), pensamos que incluso, no veríamos éste partido por la posibilidad que supondría estar volando entre Moscú y Vladivostok durante el transcurso de ésta Final (los viajes a Vladivostok desde nuestra ecai, casi siempre los realizamos el sábado; para que con la distancia y el cambio horario, se pueda comenzar la semana desde primera hora del lunes). Nada más lejos de la realidad; puesto que
en ésta montaña rusa de la adopción, ni puedes dar nada por seguro, ni todo es como parece. Además, nada, ni un simple detalle o motivo de alegría, lo es en toda su extensión...tenía pánico al recuerdo; y se hizo realidad. Pensar en celebrar algo, teniendo tan presentes las ausencias y los sueños futuros y los ya vividos alrededor del fútbol, me herían el corazón y lo seguirán haciendo siempre: ni se volverán a repetir aquellas celebraciones junto a mi padre, ni podremos nunca ver a Fernando Denis con esas camisetas que con tanto cariño le regaló su "padrino" Fernando, y que seguían esperando su llegada.
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F. Denis: Quizás, nunca sepas que ellas, al igual que ésta ciudad y éste país, también te esperaban para que encontrases la Felicidad. |
Tantos recuerdos, por todos lados, duelen; y siempre creemos en poderlos apartar con la nueva ilusión generada con una nueva asignación...porque nunca pensamos en imposibles, sino en hechos y realidades normales en la vida; aunque parece que también nosotros, quedamos hace tiempo olvidados de la mano de Dios... No termino de reconciliarme con
"el de arriba"; pero tendré que seguir confiando en
algo, aunque también en alguien: en las personas que harán posible éste sueño y el encuentro con quien confiamos ésta vez sí, se convierta en nuestr@ hij@. A pesar de todo, seguimos con la Esperanza y la Ilusión de unas noticias que se resisten, pero que nos darán la vida en el momento en que se produzcan... Y que como siempre, nos negamos a aceptar que tampoco se produzcan ésta semana: hasta última hora, siempre confiaremos en que
todo es posible...