El recuerdo de nuestro hijo: eso es, lo que nos da valor para seguir luchando...

     Éste blog, es de alguna manera "mi niño"...es como una forma de conexión con nuestro hijo; como si de alguna manera, me sirviera para transmitirle todos y cada uno de nuestros sentimientos y circunstancias que lo provocan; así como todos nuestros actos...como una extensión de nuestro corazón hasta él.
     Estos días, provocan un cansancio ya extremo, en que el comer se hace difícil, y el descansar, imposible...
     Ayer, fue un día lleno de emociones dispares y realmente...un día agotador.
     Hubo entrevistas para noticias y programas de televisión, pero eso, no es lo que agota; lo que provoca éste cansancio extremo, lo que me emociona y me arrebata las fuerzas, es entrar en la habitación de nuestro hijo y verlo TODO preparado, esperándolo; y no poderlo sentir más cerca: verlo casi cumplido y tener que seguir esperando...se hace terriblemente duro, entrar ya en esa, su habitación, llena de sueños y promesas; y no poderle hacer sentir todo nuestro amor. Se lo estamos dando con nuestro esfuerzo, pero a tanta distancia, él ni siquiera, lo podrá sentir...
     Llegó la tarde de reunión con parte de nuestros amigos, que estamos pasando por éste duro trance...pero llegué sin aire; exhausto, aunque ilusionado...y ellos, lograron que todos juntos, ese ánimo creciera.
     Aún así, y con tranquilidad, estaba delante del Palacio Real, hablando en una entrevista con Carlos Alsina por teléfono, pero mirando al cielo y pidiendo Fuerzas para poderlo hacer!.. pidiendo estar con nuestro hijo... rogando a Dios, que nos lleve pronto junto a él...
     Nadie, puede imaginar, lo que se puede sufrir durante ésta agonía; somos fuertes y luchamos por el recuerdo de ese pequeño que tan feliz nos hizo, y a quien tanto cambiaron esos días...
     Estos pequeños, que en su vida pueden no haber conocido más que un hospital y una casa cuna...qué han hecho para tener que seguir esperando?; para tener que pasar allí, un sólo día más...
     Cuanto más maduro, menos aprendo...la sociedad, sólo me muestra incomprensión por todo lo que ocurre, porque se le puede dar más importancia a lo material, que a la vida y a las necesidades de los niños...
     Los momentos de soledad y la oscuridad, traen consigo los ríos de lágrimas, que recorren nuestro rostro sin apenas sentirlas...
     No sé aún, como me quedan fuerzas para sonreír e intentar mostrar serenidad, cuando el alma y el corazón están atrapados por el dolor...cuando el cuerpo simplemente, se deja llevar...
     El recuerdo de nuestro hijo: eso es lo que nos da valor para seguir luchando...todo por él, como debería ser hasta el fin de nuestros días...
     Siento en lo más profundo de mi ser, que nuestro hijo y nosotros, somos como un puzzle; en el cuál, las piezas, no tienen ningún sentido por separado, no representan nada.. pero que al juntarlas, adquieren todo su significado.
     Nuestro hijo, lo es todo: es el motor de nuestros actos y el agua que sacia nuestra sed; pero su amor es necesario, como también, es imprescindible tenerlo a nuestro lado...
     Siento, que en cualquier momento, puedo derrumbarme; pero no me lo puedo permitir... sólo podré hacerlo, cuando bajemos los tres de un avión que nos traiga de vuelta de Vladivostok...
     Esos ojos llorosos de nuestro hijo el día que lo conocimos, y que abandonaron su rostro a partir del tercer día; han pasado a ser los míos, porque eso es lo que observo al reflejarme en el espejo...
     Te queremos, hijo mío...y no pararemos de luchar, hasta que estés en casa con nosotros: con papá y mamá. OBNYAT', FERNANDO DENIS... MY TEBYA LYUBIM... (un abrazo, Fernando Denis...Te queremos...)