Querida familia...queridos amigos:
Como prometía hace unos días en esa última entrada del blog, tenemos mucho que contar y muchas experiencias, sentimientos y emociones que compartir y transmitir. Esta experiencia, viene marcada a fuego en nuestra historia familiar, ya que se trata de nuestro regreso a Vladivostok; pero eso sí, con una notoria e importante diferencia: en esta ocasión, lo hacíamos ya junto a nuestra querida hija Lera.
Durante los próximos días, iré narrando nuestras andanzas y aventuras por el Lejano Oriente ruso...compartiendo experiencia y tratando de transmitir los sentimientos que despertaba cada momento y cada lugar; y lo que es aún más importante, la relación tan íntima y personal que hemos ido tejiendo y forjando junto a cada una de las personas con quienes hemos tenido la fortuna de compartir nuestro proceso de adopción, en aquellas lejanas tierras de Vladivostok. Allí, compartimos maravillosos momentos junto a quienes consideramos parte importante de nuestra familia; pero también lo hicimos con quienes ya no están... Nos habíamos propuesto una serie de objetivos muy ambiciosos; pero gracias a todos ellos, pudimos ver cumplidos todos nuevos sueños y deseos, así como seguir soñando con nuevos proyectos e iniciativas que si todo transcurre como debe, quizás podamos compartir en el futuro. Nuestro regreso, consiguió no sólo mantener el vínculo que nos une con este lugar y sus gentes; sino estrecharlo aún más y sentirnos si cabe, más agradecidos por el milagro que allí se hizo realidad.
Espero que esta nueva aventura; pueda servir de ayuda a otros, o al menos, dejar a un lado los miedos que pueden surgir acerca del regreso a los orígenes de nuestros hijos...
Como en muchas ocasiones he tratado de transmitir y reflejar, Lera consulta y nos solicita constantemente los vídeos e imágenes de cada uno de nuestros viajes a Vladivostok; por lo cual, de algún modo ha continuado en contacto con aquel lugar; recordando con alegría los momentos compartidos de nuestros encuentros, así como pudiendo conocer lugares que no había tenido ocasión de contemplar aún... Era por tanto para ella, una aventura y experiencia familiar, teniendo conocimiento pleno y completa seguridad en que se trataba de un viaje de vacaciones; del cual volveríamos nuevamente los tres juntos a nuestro hogar: su confianza e ilusión, no dejaban de sorprendernos; pero tampoco lo hacían sus recuerdos y su alegría por regresar a un lugar, donde la aguardaba mucho más cariño de lo que podíamos imaginar.
Comienza por tanto, una nueva aventura de Nuestra Historia; en la que iremos detallando cada una de las jornadas...que irían ganando en intensidad y emociones, a medida que el viaje avanzaba. Una maravillosa experiencia, en "el lugar donde los Sueños se hacen realidad"...Vladivostok.