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miércoles, 10 de agosto de 2016

El primer día de playa para Lera: una muy agradable jornada...con sorpresa incluida.

     Amanecía ya este lunes en Santillana del Mar, donde habíamos llegado la tarde anterior, con un caluroso y soleado día; aunque como habían anticipado, vendría seguido de unas jornadas menos propicias para visitar la playa. 
     Comenzaba una jornada cargada de planes que realizar, para tratar de sorprender y satisfacer la curiosidad de Lera: iniciándolo con un desayuno típico con corbatas de Unquera y sobaos pasiegos. Tras este primer paso, nos acercábamos al Zoo de Santillana del Mar, a disfrutar de una visita muy especial...para que nuestra peque, siga ampliando conocimientos y su visión de lo que le rodea. 

     Nuestra visita, coincidía con el cumpleaños de una de las hembras de orangután del zoo, con lo cual, había celebración añadida con regalos y comida especial para ellos (los orangutanes) en este día... Por supuesto, Lera también tiene sus animales favoritos, como los osos, leones, bisontes (sí, aquí los hay, como no podía ser de otro modo teniendo Altamira a tiro de piedra) e incluso las cabritas. Gozó (y nosotros de igual modo) observando los animales; pero nunca es suficiente para ella y antes de concluir la visita, ya estaba esperando la siguiente, que tras la comida, no podía ser otra que la Playa!!!. 
     Era una más que especial y esperada jornada de playa para Lera...pero también lo era para nosotros: tras tener que posponerlo el pasado año, quedaba pendiente ese primer contacto de Lera tanto con la arena de la playa, como con el mar: esa vasta extensión de agua salada por la que tanto respeto y a su vez atracción, sentía nuestra hija. Era sin duda, una de esas reacciones que tanto aguardábamos y que tantas sorpresas podría depararnos...y así fue: su alegría por pisar la playa era evidente; y su interacción con la arena, quedó patente, tras llenar su cuerpo (y el mío) en más de una ocasión. Le faltó únicamente embadurnarse de huevo para simular a una croqueta rebozada por completo: cabeza, ojos, orejas y el resto del cuerpo totalmente cubiertas por arena de playa, no sin ardua tarea para conseguirlo. Quizás el agua estuviese un poco fría para ella, que rápidamente eriza su piel...pero trataba de evitar separarse del agua que azotaba la orilla, por medio de esas continuas olas que suele haber en la playa de Suances, en Cantabria.
     Su curiosidad por recibir y comprobar la sensación que producían las olas del mar, era increíble...y poder portarla en brazos para enfrentarse a ellas, era realmente gratificante.
     Una vez más, la casualidad quiso hacernos coincidir (y ser reconocidos, que tampoco es fácil) con una familia que tras un momento de duda, recordamos... Claro está que únicamente habíamos tenido ocasión de conocer al padre de familia; y además en otras circunstancias: en uno de los encuentros en el Ministerio de Asuntos Exteriores, durante la paralización de las adopciones. También resultaba un momento especial por el hecho de encontrarnos, estando ya ambas familias junto a nuestros hijos...ese objetivo por el que luchábamos y por el que en aquel momento previo, habíamos tenido ocasión de conocernos. Fue fantástico observar a nuestros hijos jugar en la arena y disfrutar del baño, como si se conocieran de toda la vida; o como si el instinto les permitiera sentir una sensación especial de confianza y empatía. Y a su vez, fue verdaderamente hermoso comprobar el sentimiento y la emoción que desprendían los abuelos de este pequeño, con quienes compartían jornada playera: una experiencia muy grata, puesto que nos permite tener la seguridad de que finalmente, tras la llegada de nuestros hijos, también nuestros propios familiares comprenden el por qué de tanto esfuerzo y tantos duros momentos atravesados para tenerlos a nuestro lado...y también al suyo. Es evidente que las dudas, esas que siempre acompañan a los demás en los momentos de adversidad en la adopción (y que en ocasiones provocan ocultar cierta información o circunstancias que podrían no comprender), se despejan cuando al fin ellos, tienen también ocasión de conocerlos y sentirlos suyos. Como siempre decimos, cuando al fin están a nuestro lado (y quizás solo entonces), todos sentimos que todo, mereció la pena por ellos.

viernes, 14 de agosto de 2015

Las alegrías llegaron en un ajetreado día...

     La jornada del martes, nos deparaba muchas alegrías: por distintos motivos, vivimos un ajetreado día.
     Comenzaba el día, con gran ilusión y felicidad por tener constancia de la recogida de varios niños en Vladivostok, por parte de sus papás españoles; con quienes a buen seguro, serán muy felices de aquí en adelante. Entre ellas, alguna familia muy cercana a nosotros y con quienes últimamente, hemos compartido muchas alegrías y seguiremos haciéndolo en el futuro. Es cierto que la llegada de cualquier menor al seno de una familia, nos genera una tremenda ilusión; pero últimamente, parece que muchas han llegado desde ese lugar tan marcado a fuego en nuestro corazón. Seguimos deseando tener noticias de muchas otras familias que afrontan o continúan con sus procesos de adopción...pero muchas de ellas, siguen siendo anónimas. Esperamos que todo ese "ruido" que está deparando la Nueva Ley de Infancia y Adolescencia, traiga consigo la apertura en materia de adopción de menores, de muchos otros países donde en estos momentos, no es posible la adopción por parte de familias españolas...además de mejorar las condiciones para que los niños institucionalizados en España, tengan una familia: tanto en acogimiento como en adopción.
     También el martes, decidimos a ultima hora, salir a comer para después realizar una visita muy esperada y especial... Y nos decidimos por Segovia. La casualidad quiso que coincidiéramos allí, en la misma fecha que lo hicimos el pasado año, con los tíos y el primo de Lera (mis cuñados y sobrino, claro)... Si el pasado año fue una visita emotiva y rodeada de sueños por realizar junto a Lera; este año, lo vimos hecho realidad, en la misma compañía...pero ya con nuestra hija. Fue un almuerzo fantástico y disfrutamos de fenomenales viandas, pero aún mejor compañía. Una decisión muy acertada la de salir...y la de ir al mismo lugar en que lo hicimos el pasado año; porque nos deparó multitud de recuerdos. Ahora, tendremos siempre plasmado el recuerdo de un mismo día, con un significativo y deseado cambio...la presencia de Lera.
     Tras la despedida; nos dirigimos a una localidad cercana...Cantalejo! Allí, pudimos conocer a una familia con la que hemos estado en contacto continuo, afrontando los peores momentos y disfrutando de los más positivos: pero hasta ese día, lo fue siempre en la distancia. Era un momento muy esperado, y con total convencimiento, puedo decir que fue aún mejor de lo que habíamos imaginado.
     A esta familia (al completo), nos unen muchos sentimientos, pero también muchas vivencias compartidas... Como en tantas ocasiones, hemos compartido con ellos un difícil proceso, que nos llevó a conocer a dos hermosas princesas, de quienes sabemos a día de hoy, que eran dos auténticos tesoros, que nos esperaban desde mucho antes de conocerlas. No siempre las cosas fueron igual de felices; y siempre estuvimos juntos en todo momento, tratando de ser de ayuda mutua y animando y alumbrando un difícil camino hacia nuestro objetivo de ampliar la familia. Disfrutamos una fabulosa tarde en muy grata compañía, jugando con las pequeñas y conversando acerca de muchos de los hechos acontecidos y las historias que hemos ido conociendo y acompañando a lo largo del camino...y esperamos poderlo repetir muy pronto. 

viernes, 5 de septiembre de 2014

Otra grata sorpresa en el proceso...en forma de novela gráfica.

     Ayer, no me equivocaba...porque en la vida hay que tratar de soñar; y a veces incluso, sirve para olvidar o apartar la tristeza...pero, de un modo u otro, nunca hay que dejar de buscar esos sueños. 
     Anoche, hablaba con unos clientes en el restaurante: unos a quienes siempre tuve mucho aprecio, y que en su día conté nuestra experiencia de adopción e incluso les dí a conocer la existencia de este blog... Hablábamos de "Casualidades", e incluso recordé y les conté situaciones que me vinieron a la mente...pero en ese momento, no podía imaginar, que estaba a punto de producirse otra: pero ellos aún menos, porque ni tan siquiera lo sabía en ese momento, pero les estaré aún más agradecido. Ambos, trabajan en distintas editoriales (podría también ser de ayuda en el futuro, puesto que muchos conocen mi deseo tras concluir este proceso); pues bien, nos regalaron un fantástico libro, que sabiendo nuestra aventura en Rusia, vieron apropiado para enriquecer aún más nuestra biblioteca de adopción y poder seguir con curiosidad, ésta historia gráfica de una familia estadounidense adoptante en Rusia hace aproximadamente 5 años... Realmente, es quizás el mejor regalo, porque de todos ellos, aprendes; y también sirven para preparar y tener prevista cualquier adversidad o situación que pueda producirse a lo largo del proceso e incluso en la estancia en el país en alguno de los viajes. 
     Teníamos tanta curiosidad por los detalles, que comenzamos a escudriñar y buscar datos y detalles: dónde, cuando, como...todos esos comentarios que puedan traernos recuerdos de alguna de nuestras familias conocidas o alguna coincidencia más en el proceso... Y la sorpresa fue, cuando nada más comenzar, todo nos parecía muy cercano; como si alguien nos hubiera estado siguiendo en nuestros viajes y fijándose en detalles, incluso íntimos de anécdotas o acontecimientos surgidos durante estos últimos dos años: todo era tan real, ya que la historia de adopción, se desarrolló en VLADIVOSTOK! Todos los detalles, nos iban produciendo una emoción inesperada y una sensación sumamente agradable... Los lugares, tan queridos y recordados por quienes viajamos a esa ciudad y esa región a conocer a nuestros hijos: con todo detalle, muestra todos y cada uno de los lugares visitados para realizar los trámites necesarios para visitar a los menores, e incluso, como en nuestro primer viaje, tener que atravesar la Bahía (donde hace 2 años se inauguró el puente más hermoso del mundo y tan recordado por nosotros), para llegar a conocer y reunirse con su hijo. 
     Tan emocionante fue también, observar las viñetas donde muestra retratado con todo detalle, la vista principal del hotel VLAD Motor Inn, que frecuentamos todas las familias adoptantes y que definí hace algo más de un año, como el "Hotel donde los sueños se hacen Realidad" (en clara referencia al hotel donde acudimos las familias para conocer a nuestros hijos; y donde nos albergamos y reunimos durante los primeros días junto a ellos tras convertirnos en sus papás, la mayor parte de familias, y vivir allí nuestros primeros sueños juntos). Por cierto, un detalle: nos habían confirmado que ya ondeaba allí la bandera de nuestro país; pero pudimos corroborarlo en nuestra última visita. Las casualidades, no paran ahí...mencionaba también en el libro, a la representante que tramitó y acompañó durante el proceso a esta familia, y que casualmente, creo con casi total seguridad, se trata de la misma que conocimos en éste hotel, a través de otras familias en nuestra visita de hace un par de meses. 
     Se trata pues, de una novela gráfica, que recomendaremos a nuestros amigos (especialmente a los que tramiten o hayan tramitado en nuestra querida región de Vladivostok), porque evocará grandes recuerdos a unos y permitirá hacérselos sentir y soñar a otros... Otra sorpresa y otra grata casualidad en este hermoso y tortuoso camino de adopción. 
     El título de la novela: "La joya más preciosa"...de Marian Henley.