lunes, 31 de octubre de 2016

Día 3 de Octubre: Y por fin, estuvimos en el Mumiy Troll...y además,con Lera.

     Desde la lejana ciudad donde los sueños se hacen realidad:
Hoy, despertábamos con una agradable sorpresa...escuchábamos un idioma que nos resultaba familiar...nuestro castellano: lo curioso es que era en boca de una pequeña; pero el motivo era obvio, y también había nacido en Rusia. Por supuesto y sin ningún tipo de complejo, nos acercamos a ellos para saludarlos: una familia que vuelve a juicio. La verdad es que nos ha generado y transmitido mucha alegría; porque es triste comprobar el poco movimiento que hay por el VLAD Inn. Ya lo comprobamos en el anterior viaje, aunque entonces, al menos había más movimiento de familias italianas; pero hasta ahora, no había llegado ninguna desde que estamos aquí... Al menos esta vez, podremos saludar y conocer más a esta nueva familia.
     Está siendo un viaje fantástico, que nos ayudará a recordar, al tiempo que a Lera le sirve para conocer este lugar que ya es también muy especial para ella. Hemos estrechado aún más nuestra relación con nuestra familia de aquí...aunque quizás queden los mejores momentos y más sorpresas para el final: confiamos en ello. 
     Hoy, volvimos a viajar en tren a la ciudad: y tras las habituales fotos en la playa y junto a la noria; estuvimos en el Mumiy Troll; el restaurante (frente al estadio de fútbol del equipo local, el Luch Energiya Vladivostok; y la playa) de la famosa banda rusa de música, que tanto a nosotros como a Lera, nos encanta (y no os digo ya los vídeos en los que tanto muestran imágenes de la ciudad)... Se ha comportado de maravilla, porque quería estar allí: estaba emocionada, porque se pasa el día tarareando el "VLADIVOSTOK Vacation" (versión del original ruso, "VLADIVOSTOK 2000) y otras canciones... Siempre tuvimos ganas y curiosidad de entrar, pero los comentarios nos indicaban que no dejaban entrar a turistas (con mochilas) ni a niños: e incluso, y a muy buen precio, se pueden comprar sus cd's ...una gozada. 

     Estuvimos más tarde haciendo alguna compra; y dato curioso: buscábamos un taxi para ir a una juguetería que conocimos en anteriores viajes, para tratar de encontrar algún detalle que echábamos en falta; pero en cuanto estos veían que íbamos con una niña, ninguno se dignó a recogernos (quizás el motivo sea no llevar una silla o alzador?), hecho que nos incomodó y molestó (y de hecho, van listos si piensan que alguna vez subiremos a alguno!: a nosotros, nos podrán hacer algún feo, pero a los niños!), así es que entre esto y la amenaza de lluvia, optamos por dirigirnos a la estación para coger el tren de vuelta al hotel...donde surgió un problema con el que no contábamos ni nos encontramos en ninguno de nuestros anteriores viajes: el tren, no se detuvo en nuestra estación, Sanatornaya; ante lo cual, acudimos a la revisora, quien no nos había informado al mirar nuestros billetes. Ante su incapacidad para darnos una respuesta o tan siquiera una solución; fueron los mismos viajeros, quienes nos ayudaron y nos dieron las instrucciones precisas (un joven que sabía hablar inglés de manera fluida; y una mujer que viajaba a nuestro lado...incluso unas señoras que bajaban en la estación, nos acompañaron) y pudimos tomar el autobús de vuelta que nos dejara cerca del hotel. Una anécdota más para recordar y una nueva experiencia que por supuesto no importó a Lera, a quien un viaje en cualquier medio de transporte, siempre le parece un regalo...

     Ya cerca del hotel, tuvimos curiosidad por dar un pequeño rodeo y ver si un supermercado cercano al VLAD Inn, que había permanecido cerrado durante un tiempo, (incluyendo nuestra última estancia) aún lo estaba: y comprobamos que lo habían reabierto... Buena noticia para las familias, puesto que hace mucho más cómoda la estancia, al poder estar  aprovisionados de lo más básico para un momento de necesidad.
     Por cierto, a vueltas con el hotel y sus curiosidades: el pan negro que tanto echaba en falta, muy característico de este lugar (y muy rico también), sigue sin hacer aparición!! A ver si mañana hay suerte!! Nos espera un maravilloso día...


domingo, 30 de octubre de 2016

Día 2 de Octubre: Jornada en la ciudad...en grata compañía.

     Amanecía una nueva jornada en nuestra tan querida Vladivostok... 

     Tras el habitual desayuno en el Vlad Inn, viajábamos nuevamente en tren (qué sensación más placentera) a la ciudad, para dar un paseo y reunirnos con Katia y sus (nuestras) amigas. Teníamos ganas de volver a verlas, porque sabemos el cariño que tienen a Lera (también a nosotros), el cual es recíproco... 

     Durante el paseo, volvimos a caminar por el centro de la ciudad, observando con curiosidad una feria de automóviles clásicos rusos (y algunosxnas actuales) en la plaza principal de la ciudad, y plasmando en imágenes cada paso: algunas de ellas, nos permitirán recordar lugares, situaciones y características muy típicas de este lugar. Un buen ejemplo es el hecho de cruzarse con multitud de militares de la marina rusa, debido a la presencia aquí como base, de la Flota rusa del Pacífico. Y tener un recuerdo de algo tan especial, era sumamente apetecible, por lo que decidimos inmortalizar imágenes de Lera junto a ellos: y no hubo que esperar mucho...a los primeros que se lo pedimos, aceptaron con agrado nuestra petición y se fotografiaron tomando a Lera en brazos, y con una simpatía que nos hizo emocionar y agradecer, al tiempo que nos permitía sentir más estima por este cuerpo militar tan representativo aquí en VLADIVOSTOK; y sentirlo de forma aún más afectuosa y respetuosa.


     Tras un rato, nos reunimos ya con nuestras amigas, con quienes disfrutamos una agradable comida en un restaurante uzbeko; que también deparó imágenes curiosas (como la del lavabo de los baños que muestro a continuación) y algún que otro plato apetecible para volver a degustar en futuras visitas. 


     Lera disfrutó enormemente de la compañía, y también del espacio reservado para juegos infantiles... 


     Nos pusimos al día y pudimos compartir una grata jornada, que culminaría con la visita (en Sedanka City, un centro comercial de reciente creación, cercano al VLAD Inn, que se encontraba en obras en nuestra última visita) a una juguetería repleta de juguetes, cuentos, muñecos y juegos educativos que, además de llenar nuestras maletas, servirán (y ya lo hacen) a Lera para mantener viva y de forma muy estrecha, el vínculo con su idioma de origen... Por supuesto, qué puedo explicar de los muñecos de los dibujos animados más típicos de Rusia (nu pagody, masha, cheburashka, pequeño mamut, etc...): deben tener sonido para atraer su atención (aunque los de aquí en muchos casos no lo tengan)...y eso les hace especiales. 


     Eso sí, sus libros y juegos preferidos son los que pueden reproducir y crear los ritmos y sintonías de las canciones rusas más famosas...o el abecedario cirílico con su vocabulario. 

     Ya, empezábamos a pensar que quizás, nos haría falta otra maleta para volver a casa con todos los regalos y juguetes...uuuups!!! 

     Llegada al hotel, donde cenamos y descansamos, para otra larga jornada en la ciudad prevista para el siguiente día...

jueves, 27 de octubre de 2016

DÍA 1 de Octubre: en la isla Russkyi...

     Ya comenzado este día y como de costumbre cuando hemos viajado a VLADIVOSTOK, desde las 4 de la madrugada, no puedo dormir... Mira que lo intento, pero me resulta imposible volver a conciliar el sueño. Quizás sea el jet lag...o quizás la cantidad de pensamientos y deseos que me acompañan siempre. Y durante este tiempo en que permanezco despierto, siempre se llena la mente de ideas y proyectos por realizar: pero en este caso, quizás el que me tiene despierto, es (con permiso por supuesto de la adopción de Lera) el más ambicioso y maravilloso hasta ahora...y tal vez, si llegase a concretarse, el que podría ser de más ayuda para muchos. Se me puede llamar nostálgico, clásico o romántico (porque creo serlo con mis ideas o pensamientos); pero ante todo, y con medios al alcance (y se me ocurren varios de los que ya puedo disponer para al menos intentarlo), podría tratarse de un maravilloso proyecto: pero no existen imposibles; y como ya comenté y definí en varias ocasiones a través de este mismo blog, creo que ya me copiaron la idea (para vender la imagen de nuestra querida ciudad de Vladivostok) por estos lares, ya que como comentaba en la anterior entrada, se trata de la ciudad "donde los sueños se hacen realidad".

     El amor a este lugar, va in crescendo, a medida que pasan los días...y muchos más planes nos invaden la mente para futuras visitas. 
     Disfrutamos hasta el insomnio, que nos permite observar el feliz e intenso sueño de nuestra hija... Despertamos con su alegría e ilusión; y nos contagiamos de sus planes y deseos: hoy, visitaremos la isla Russkyi, para dar un paseo junto a Katia y su (nuestro amigo) Kostya... Pero hasta que ese momento llegue, disfrutaremos del soleado día y el parque infantil presente en la parte posterior del hotel: sorpresa, porque allí está la "Babushka" (abuela), una señora que hace más amena la estancia de los pequeños en jornadas especiales y fines de semana en el VLAD Inn, compartiendo juegos con ellos. 

     Ya tras el almuerzo, nos recogen en el hotel y nos dirigimos al campus de la Universidad del Lejano Oriente de Vladivostok; donde paseamos y captamos imágenes espectaculares, tanto por el enclave, como por la luminosidad de esta jornada. 
     Durante el paseo, nos encontramos con una escultura recién ubicada en este lugar; y que habla por sí misma: se trata de "la mano amiga" ( Рука помощи), que representa la mano tendida a los demás, para ser de ayuda cuando alguien te necesita. Esta imagen representa muchos e importantes valores...y por ello, la comparto con todos. 

     Tras esta tarde, ya pensábamos en lo que nos depararía la siguiente; en la ciudad y con más amigas con quienes estábamos deseando reencontrarnos...

martes, 25 de octubre de 2016

Día 30 de Septiembre: un Cumpleaños muy especial.

     Hoy, es un día muy especial...el motivo perfecto para "forzar" y decidirnos a dejar todo a un lado y centrarnos en lo que nuestros corazones pedían a gritos: volver a esta querida y lejana tierra de Vladivostok. Es el cumpleaños de Paula; y como decía, el mejor regalo para ella (y también para Lera y para mí, claro está), era este viaje. Cumple una cifra muy especial, que merecía ser recordada para siempre, y compartida en el lugar más especial para nuestra familia... 
     Y para esta ocasión también, nuestra familia de Vladivostok, nos tenía preparada una jornada inolvidable; por supuesto, en su compañía... 
     Lyuba nos recogía en el VLAD Inn pasado el mediodía; pero ya comenzaba la jornada con una sorpresa muy muy especial: venía acompañada de su pequeña... La alegría, era inmensa por nuestra parte; pero también lo era, al observarla, el hecho de ser el vivo reflejo de su papá, nuestro querido y añorado amigo Iván: un parecido sobrecogedor, que encendía nuestros corazones y nuestros recuerdos. Una niña terriblemente hermosa y con una alegría innata, que nos enamoró con tan solo verla. La jornada prometía grandes emociones y serviría para albergar nuevos recuerdos inolvidables...y Lera, se preparaba para mostrar y exteriorizar su ilusión, junto a su nueva e inseparable amiguita... la única barrera era el idioma; pero no era suficiente para evitar su entendimiento: no hay barreras para los niños...o así debería ser. 
     Lyuba estaba emocionada de ver la soltura y desparpajo de Lera; y le parecía increíble (al igual que a nosotros) poder compartir esos momentos y los que sin duda, estaban por llegar... Comenzábamos    la celebración, almorzando en un restaurante japonés, en la zona antigua de Lugovaya (la menos conocida todavía por nosotros). El aspecto era agradable; y no defraudaría... allí, nos esperaba nuestra querida amiga (y traductora en cada uno de nuestros viajes) Katia, para compartir esta ocasión inolvidable. Sin duda, la compañía era lo más especial de la jornada; aunque el enclave era inmejorable. Fue momento para que Paula recibiera algunos regalos de nuestras amigas (mucho más que eso...); pero lo eran sobre todo en el aspecto emocional: cualquier detalle, sería de agradecer, pero su compañía representaba mucho más que cualquier regalo. Uno de ellos, mostraba una frase que hace mención a algo que en multitud de ocasiones he expresado y que en nuestro caso, era más que evidente: algo que parece haberse convertido en un eslogan de la ciudad... "Vladivostok...donde los sueños se hacen realidad". Qué nos van a decir a nosotros!!! 

     La comida, no desentonó en absoluto; y tras ello, nos esperaba un nuevo lugar: el Teatro de Vladivostok, donde veríamos representada la obra "El Cascanueces", a cargo de la compañía de Ballet. El espectáculo, fue memorable (e incluso allí, el el teatro, me encontré con otra de las pocas personas que podrían reconocerme en Vladivostok!)...y una nueva experiencia compartida con nuestra hija e íntimos amigos en la ciudad. Tanto a la entrada como a la conclusión del espectáculo, pudimos disfrutar de las vistas de la Bahía del Cuerno de Oro y del espectacular y emblemático puente que lo atraviesa: un verdadero placer poder observarlo al atardecer y con la noche ya echada...y aún más pudiéndolo observar desde el mirador en el punto más alto de la ciudad. Allí quedaron plasmadas algunas maravillosas imágenes para despedir una jornada fabulosa...cargada de multitud de emociones y sentimientos; y algún que otro plan para los próximos días. 

     Un Cumpleaños de Paula inolvidable, que quedará marcado para siempre en la historia de nuestra familia.
     Las siguientes jornadas, nos depararían muchas sorpresas y vivencias increíbles... Teníamos una serie de objetivos previstos; y si todo iba bien, podríamos realizarlos...pero de forma aún más entrañable e imprevista.  
     

domingo, 23 de octubre de 2016

Dia 29 de Septiembre: de "nuevo" en Vladivostok.

     Estábamos preparados para grandes emociones...las que sin duda, nos depararía el hecho de poder visitar y dar a conocer la ciudad de Vladivostok, a nuestra hija. 
     Era la jornada elegida (para no dejar pasar el tiempo) para viajar en tren hasta el centro de la ciudad y contemplar y visitar los lugares más emblemáticos de la ciudad; así como los más íntimamente unidos a nuestra familia. Grandes recuerdos y fabulosas vivencias junto a Lera: una nueva experiencia... Comenzábamos el viaje en tren, bajo la atónita mirada de Lera, cuyo deseo de viajar en tren es siempre obvio. En este caso, no se separó de la ventana hasta nuestra llegada a la estación central: observando a través del cristal, aquellos lugares y paisajes que tanto recordábamos y tanto anhelábamos nosotros. Podía ser testigo de aquellos parajes y aquella bahía que tanto había observado en las imágenes y vídeos de nuestros viajes...y no perdía detalle! 

     La llegada a Vladivostok, era todo un acontecimiento: desde allí, se observan unas fantásticas vistas de la bahía del Cuerno de Oro, así como del puente sobre dicha bahía o el centro de la ciudad. Esa imagen tan deseada, la obteníamos a través de nuestras cámaras...y sentíamos real ya, el deseo de estar allí junto a Lera: un momento soñado que veíamos hecho realidad; aunque nos quedaban muchos momentos y ambiciosos objetivos por cumplir. Aprovechamos la jornada para ofrecerle a Lera una vista general, comer y visitar los principales puntos de interés, sintiendo y compartiendo la forma de vida de los locales. Tiempo de captar y plasmar nuevos recuerdos que nos acompañarán siempre...a la vez que estrechábamos aún más nuestro vínculo con este lugar. Momento de comenzar también la compra de souvenirs y de ir preparando nuevos itinerarios para nuestra estancia. 
También, la visita a la ciudad nos deparó una curiosidad: nuestra visita coincidía con el estreno esos días allí, de una película muy relacionada con la "llegada de un hijo"... "Cigüeñas", que en ruso, tiene también el nombre de nuestra ECAI: "AIST"... (Comparto la imagen del cartel que observábamos en la fachada del cine...).

     Lo cierto es que, cada lugar y cada instante, recordábamos a todas aquellas familias que han vivido su propia experiencia en este lugar; y tratábamos de hacerles llegar nuestros sentimientos, para trasladarles nuevamente aquí a través de nuestras palabras e imágenes... una sensación especial, que quizás algún día podamos compartir con algunos de ellos... 

     (Esta imagen, es de la entrada a los juzgados de familia en Vladivostok, donde se celebran los juicios por adopción... Por tanto, un lugar muy especial para todos quienes hemos obtenido allí la sentencia favorable a nuestro ofrecimiento para ser padres de nuestros hijos: en lugares así, cómo no recordar tanto a los pequeños como a sus familias?)...
     Por la tarde, y aunque nos costaba despedirnos de la ciudad...regreso al hotel para descansar e ir adaptando el cuerpo al cambio horario. Al día siguiente, nos esperaban más fuertes emociones...aunque con tantas emociones y el efecto del jet lag (quienes han experimentado esta situación, lo comprenderán de inmediato); conciliar el sueño es complicado, y las noches en vela hacen que en ocasiones, éstas parezcan eternas...pero den mucho que pensar y con qué soñar: y en nuestro caso, dieron como resultado innumerables nuevos proyectos e iniciativas, que quizás en el futuro podamos compartir. 
     
     

jueves, 20 de octubre de 2016

DÍA 28 De Septiembre (Segunda parte): Reflexiones tras la llegada.

     Estamos de nuevo aquí, en el lugar que tanto nos enseñó y que tanto y para siempre, marcó nuestros corazones y nuestro propio carácter... Los sentimientos son muy profundos: sentir y poder afirmar con certeza que es el origen de nuestra hija... Pero también, sentir aquí de manera especial una historia de amor muy especial, porque la fue: la de un abuelo por un niño al que tan solo conoció a través de las imágenes y vídeos que sus hijos (nosotros) pudieron mostrarle, pero que como él mismo decía en el peor momento de su enfermedad, "era quien le daba fuerza para seguir luchando"...y solo soñaba con poder conocerlo y abrazarlo algún día. Aquel abuelo, era mi padre y aquel niño, quien permitió descubrir nuestras capacidades y nos dio también la fuerza para enfrentarnos a la adversidad de la paralización de las adopciones y esforzarnos como nunca pensamos que podríamos hacer; era Denis. Ambos, se fueron de nuestro lado en muy corto espacio de tiempo; pero nunca nos abandonarán...y Denis siempre estará presente cuando recordemos a mi padre; quien por supuesto, lo está en cada momento. Por este motivo, es evidente que estar de vuelta en VLADIVOSTOK, nos permite sentirlos muy muy cerca; pudiendo agradecerles tanto a ellos como a este lugar y sus gentes, todo aquello que aprendimos y que ahora podemos aplicar en la enseñanza y crianza de Lera.
     También en los peores momentos quizás de nuestra vida; cuando supimos lo que era perder un hijo (porque eso es, aunque quizás haya quien no lo pueda comprender...) y un padre...cuando más claro tuvimos que este lugar, en el que tanto habíamos aprendido y descubierto; seguía albergando el mayor de nuestros sueños y deseos, el de ser padres. Sabíamos más que nunca, que no nos rendiríamos hasta llegar a casa de mano de quien el Destino quisiera que nos acompañara el resto de nuestras vidas: y así fue como conocimos a esta pequeña a quien todos conocéis; quien dirige y motiva nuestras vidas...y quien nos hace tan felices y nos permite afirmar de forma rotunda, que todo esfuerzo y sacrificio, mereció la pena: como en alguna ocasión ya comenté..."lo volveríamos a hacer una y mil veces". Y ya sabéis que no engaño a nadie al expresarlo. 

     Lo que nunca pudo imaginar aquel abuelo, aún sabiendo que no cejaríamos en el empeño de ampliar la familia; era que la recompensa fuera tan maravillosa...y que su nieta Lera, quien allí nos esperaba; fuera capaz de devolver tanta alegría a una familia que tanto dolor había recibido, sin esperarlo y en tan corto espacio de tiempo. También es cierto que la recompensa no es solo tener a Lera, sino la increíble historia y experiencia que vivimos en torno a todo el proceso que propició nuestra unión...y que de ningún otro modo, podríamos haber vivido ni tan siquiera imaginado. Ampliamos la familia, sin duda; pero no sólo con ella, sino con todos quienes más de cerca colaboraron en su llegada: y a su vez, con muchos de aquellos pequeños que al igual que Lera, esperaban a sus familias...y con estas, que hoy pueden ofrecerles el amor y los cuidados que les permiten ser felices. 

     Por todo esto y mucho más... a disfrutar nuestro regreso!!!


     

martes, 18 de octubre de 2016

28 de Septiembre. De vuelta a donde el corazón nos manda: ya en VLADIVOSTOK!!!

     Partimos desde Madrid a mediodía del martes, con tremenda ilusión y un fantástico hormigueo que recorre nuestro cuerpo...y con un estado de excitación de Lera que nos permite denotar su alegría: no hay duda...también es un momento muy esperado por ella, a pesar de su corta edad. 
     Llegada a Moscú, donde cenamos ( si es posible, siempre evito la comida del avión) y hacemos transbordo a VLADIVOSTOK. La ciudad de los sueños nos espera!!! Una larga noche sobrevolando la inmensa extensión de Rusia, para llegar a nuestro particular Paraíso: el oasis de nuestros sueños.
     Ya a mediodía del miércoles 28 de septiembre; y tras un largo y como siempre, agotador viaje, llegamos a VLADIVOSTOK. Lera, se había portado de maravilla; y lo cierto es que a pesar de ese cansancio, la emoción y la ilusión por volver y ver qué nos deparaba esta nueva aventura, nos permitían no apreciar ese cansancio; ni tan siquiera sentir los habituales achaques físicos: en esta ocasión, el aspecto psicológico, mandaba de manera inconsciente sobre nuestro cuerpo. 
     Lera llevaba horas cantando las canciones más habituales que hacen referencia a la ciudad que la vio nacer, y esperando poder llegar, para mostrar aún más su alegría... Habitualmente, podemos observar y sentir esa alegría, pero ahora lo hace de forma desmesurada y con una sonrisa aún más simpática, que nos permite apreciar la ilusión que le hace visitar este lugar tan especial para nosotros y que ella ni tan siquiera conoce: parece ser suficiente para ella, el hecho de poder volver a ver lo poco que de aquí conoce; aunque quizás también le motive el hecho de conocer todo aquello de lo que tanto nos ha oído hablar y ella misma ha podido y querido observar a través de imágenes y vídeos tanto propios como ajenos...algunos de ellos sacados de internet o incluso de las redes sociales. 
     La llegada al aeropuerto, volvía a colapsar de sentimientos los corazones...y a permitirnos imaginar, cuál es el motivo por el cual Lera está tan feliz: intentar imaginar qué pasará por su cabeza ahora, es misión harto complicada, pero sin duda, merece la pena dedicar tiempo a meditarlo...

     Tras la llegada, recogida de equipaje; y dispuestos a abrazar y sentir este amado lugar del Lejano Oriente ruso...y a quien nos esperaba al otro lado de la puerta, Lyuba, con la ilusión con que uno recibe a los seres queridos. Digno de elogio es mostrar ese cariño a quienes tanto te recuerdan a un ser tan Amado como quien ya no está...y difícil se nos hacía a nosotros (incluso con un nudo en el estómago), no tener a IVÁN esperándonos allí, en la terminal donde siempre, incluso en su peor estado de salud, nos esperaba en anteriores ocasiones. A pesar de todo, allí estaba, en nuestro recuerdo y en nuestros corazones; porque al menos conseguimos sentirlo cerca y liberar la tensión de todo este tiempo sin poder expresar nuestro dolor por su marcha. Esos sentidos abrazos del aeropuerto, nos permitieron volver a sentirnos queridos y bien acogidos por nuestra familia aquí...y por este lugar al que tantos merecidos elogios hemos dispensado. 
     Tras unos momentos increíbles en que Lyuba se emocionaba viendo el cambio y evolución de Lera; nos encaminamos al coche, donde el simple hecho de ver el volante situado al otro lado de donde es habitual en España, ya nos permitía sentir que éste, es un enclave y un lugar especial...y conseguía sacarnos una sonrisa cómplice a Paula y a mí. 
     Lera, recordando su viaje al hotel tras recogerla en la casa cuna, comenzó a actuar como lo hizo en aquella ocasión...pidiéndonos a su vez la tablet de juguete que la acompañó en aquel primer trayecto que la alejaba junto a su familia y de forma permanente del barrio de Zavodskoy. Eso sí, el nerviosismo que sentía en aquellos primeros kilómetros dejando atrás Zavodskoy, se habían transformado en la seguridad de saber que si algún día volvemos allí, será a visitar a quienes allí permanecen y a agradecer los cuidados y el cariño dispensado tanto a ella, como a todos los afortunados pequeños que de allí salieron junto a sus familias. Recordamos hoy aquí, a aquellos que por desgracia no lo han abandonado junto a estas y que quizás aún esperen en otro lugar donde los pequeños se hacen mayores esperando su momento y a quienes habrían de darle sus cuidados y atención. No puedo dejar de pensar en ellos; más aún teniéndolos tan cerca, en instituciones donde ven pasar el tiempo ya con más conocimiento de sus carencias afectivas; pensando quizás en por qué a ellos no hay quien les ofrezca ese cariño que otros, quizás también al azar, sí encontraron. Cruel destino también el de quienes sin tener culpa de nada, puedan sentirse así... Ruego a Dios por ellos; y para que alguien como quienes hemos tenido la fortuna de conocer, velen allí por su bienestar.
     
     El camino al hotel (a casa, me indicaba el subconsciente, por ser un lugar tan intimo y donde tantos sentimientos y experiencias hemos compartido y disfrutado, al igual que muchas otras familias), al VLAD Inn; se convertía en un momento de confidencias y de confesiones surgidas del alma. Charlábamos y nos poníamos al día del estado de nuestras familias; y de nuestra propia e íntima relación, que nos une sin duda para siempre, con un lazo tremendamente estrecho y sincero. El momento más sensible es cuando hablamos de la pérdida de nuestro querido amigo (su esposo IVAN); y del agradecimiento por unas palabras dedicadas a su marcha, publicadas en este blog (2 de marzo del pasado año) y que según ella, tanto ayudaron a su familia, incluso a la madre de este... Y es que, puedo asegurar que esas palabras no eran para menos y que además de ser tan afortunados de poder conocerlo y de deberle tanto por ser la familia que hoy somos; aún quedaron cortas para expresar todo lo que el corazón y la experiencia junto a él, podrían mostrar: "te queremos, Iván...de todo corazón lo expreso hoy (con lágrimas en el alma), que te sentimos tan cerca de nuevo".

     De camino al hotel, también dio tiempo a comentar la situación de las adopciones en la región; que actualmente no pasan por su mejor momento: las causas, el aumento (parece ser cierto) de las adopciones de familias rusas...aunque también influye que muchas de ellas nunca llegan a adoptar a los pequeños, pero ralentizan o impiden que éstas se lleven a cabo, por tratarse de familiares biológicos que no dan su consentimiento o tardan en darlo. Y con claridad y profunda tristeza observamos que este hecho parece cierto, ya que no hemos coincido más que con una familia adoptante (que volvía a juicio) en el hotel; algo poco habitual... Los almuerzos y cenas, son distintos sin la alegría e ilusión que transmiten las familias; aunque en nuestro caso, desgraciadamente coincidimos con muy pocas en todos nuestros viajes.
     Tras la llegada al hotel, a descansar y volver a disfrutar de las viandas que nos ofrece este tan íntimo y querido VLAD Motor Inn, de VLADIVOSTOK... Incluso el personal del hotel y del restaurante nos recordaban y compartíamos novedades con alguno de ellos (como nuestro amigo Dimitri, que contrajo matrimonio y se cortó su habitual coleta)... Era un verdadero placer volver a verlos a todos ellos, como lo era también recuperar los hábitos de Lera: su trona roja que tanto recuerda y por supuesto, la cuna que la cobijó aquellas dos primeras noches en familia. 
     Fue muy emocionante oír de su propia boca, cómo nos confesaba que la primera vez que vió las estrellas y el cielo, fue aquella primera noche junto a nosotros...cuando de manera entusiasmada, contemplaba desde la ventana de la habitación, cómo lucía de forma especial, una estrella que hacíamos nuestra y donde queríamos ver reflejados los sentimientos de alegría de nuestros seres queridos que ya no están...
     Esta primera noche, fue muy emotiva; pero aún nos quedaba un auténtico cúmulo de sentimientos y nuevas experiencias, que también recordaremos durante toda la vida... Tocaba descansar y recuperarnos de un largo viaje: como muchos sabéis, además del viaje de 5 horas a Moscú, a continuación llega el de casi 9 horas a Vladivostok, donde volvíamos a vivir cada jornada, 8 horas antes que en Madrid. Eso sí, ya dejábamos de soñar con este lugar, para volver a sentirlo.

lunes, 17 de octubre de 2016

DÍA 27 de Septiembre: Comienza una nueva experiencia... De vuelta a VLADIVOSTOK!!!

     Nuevamente, nos sentimos emocionados: sintiendo cómo un hormigueo recorre nuestro cuerpo... una especie de mariposa revolotea en nuestro estómago; esas famosas mariposas en el corazón de las que tanto oímos hablar en adopción, vuelven a desplegar sus alas. Volvemos a vivir un sueño...una nueva experiencia de la que muy pronto os haremos partícipes; y a buen seguro, logra emocionar y conquistar los corazones de quienes nos han acompañado a lo largo de estos casi cuatro años que llevamos juntos...viviendo y sintiendo un proceso de adopción concreto; pero bien podría parecerse al de muchos otros cientos de familias que luchan por encontrarse con sus hijos: sin duda, la experiencia vital más maravillosa y que más aprendizaje ofrece.
     Pues bien, familia: 
Las emociones comienzan... Simplemente con estas imágenes, sabemos que comienza una nueva aventura: una experiencia distinta, pero cargada de sentimiento...e ilusión. Lera viaja emocionada, feliz y súper ilusionada. Su frase es: "ya nos vamos?"...y en un rato, nos dirá: "ya llegamos?"...Jijiji.
     Próxima estación: VLADIVOSTOK.


     VLADIVOSTOK: allá vamos!!

https://youtu.be/7D6z0iOxNM4

viernes, 14 de octubre de 2016

Motivos más que justificados para volver a VLADIVOSTOK.

     Los días previos al viaje, eran una mezcla de sentimientos...y tratábamos de planificar de algún modo esos días, en que intentaríamos cumplir una serie de ambiciosos objetivos; todos ellos marcados por el aspecto personal y tratando de hacer de esta, una nueva experiencia vital de suma importancia, tanto para el presente, como para el futuro...y por supuesto, queríamos compartirlo con todos. 
     También, eran días de compras, puesto que deseábamos ir acompañados de regalos tanto para nuestros seres queridos, como para el personal de la casa cuna, por si tuviéramos ocasión de visitarla: como siempre, tratando de conseguir objetivos complicados, pero que realmente deseábamos ver cumplidos. 

     Era momento de compartir con otras familias que como nosotros, vieron o verán cumplido su objetivo de ampliar la familia en la región de VLADIVOSTOK; porque eran ellos quienes mejor podían comprender los sentimientos que nos acompañaban en esta nueva aventura...y a quienes más podrían agradar nuestras noticias y andanzas por aquel lugar. Y creo que por ello mismo, me sentí tan cómodo de compartir ese momento a través de estas palabras que reproduzco a continuación: 

     Queremos compartir con vosotros una nueva experiencia: Hemos tomado una decisión que quizás muchos no comprendan, incluso alguno de vosotros que conocéis como es la adopción en Rusia y más concretamente en nuestra querida región de VLADIVOSTOK... Viajamos de nuevo allí, a finales de este mes de septiembre; y esta vez no se trata de iniciar un nuevo proceso (que ojalá pudiésemos!!), sino de un tema que para nosotros es fundamental: la Necesidad de volver allí y permitir a Lera que conozca la ciudad y el entorno que la cobijó y cuidó hasta que nos convertimos en familia... Muchos pensaréis que es demasiado pronto; pero cuando será el mejor momento? Nunca lo sabremos...quizás pronto, quizás tarde, pero también quizás, nunca. La experiencia nos hizo aprender muchas cosas y una de ellas, es a no esperar si puedes hacer las cosas hoy: hemos comprobado durante muchos años, que los planes muchas veces no salen como queremos y con nuestra edad y las de nuestros familiares, nunca sabes cuando llegará ese "buen momento". Muchos quizás no quieran mantener lazos con el lugar de origen de sus hijos, o no deseen por distintos motivos; quizás por la dureza del proceso o las experiencias negativas vividas en el...pero nosotros hemos compartido siempre nuestro optimismo y nuestra decisión de valorar y apreciar las buenas vivencias y aprender de las malas, tratando de obtener siempre algo positivo. Para nosotros, poder sentir este amor por el lugar que vio nacer a nuestra hija...(y a nuestro Denis; a Vika, Tioma, Maxim, Celia, Sasha, Kiril, Makar, Sabrina, Manuel, Olga, Alex, Max, Nikita, Nikolai, Miguel, Denis, Lena, Alejandro, Joel, Dasha, Sergei, Aliona, Anastasia, Saída...sigo? (Perdonad, porque me faltarán muchos!; pero son todos los que me he acordado de carrerilla). Fijaos si hay motivos suficientes! Y muchos más que aún están en camino y a quienes estamos deseando conocer cuanto antes), es vital; porque no existe nada más importante que ella...y VLAD, nos lo ofreció y nos permitió vivir una experiencia maravillosa. No todo fue alegría, como para muchos otros...sufrimos con experiencias que nunca pensamos pudieran ocurrir, pero que incluso tampoco pensamos que fueran tan dolorosas: y a pesar de todo, amamos la cuna de nuestra hija...adoramos cada lugar: el VLAD Motor Inn, la casa cuna de Savodskoy, la casa cuna de Okatoba...el pan negro, las Matrioskas, e incluso el olor allí presente, las bahías y sus fantásticos puentes y también el Transiberiano... Pero también queremos con todo nuestro corazón a quienes allí conocimos e hicieron posible estar junto a Lera: a quienes algo tuvieron que ver con nuestro proceso, o quienes nos hicieron la estancia más fácil y llevadera. Queremos de corazón a gente que conocimos allí, manteniendo contacto continuo con algunos de ellos...quizás seamos afortunados o quizás porque ofrecimos a aquella gente lo que ellos nos devolvieron con creces: tuvimos la fortuna de conocer personas que desean nuestro regreso casi tanto como nosotros...y por eso, también lo hacemos. No pudimos despedirnos nunca de nuestro gran amigo (mucho más que eso!) IVAN, que a la vez que representante, era un ángel para los pequeños en Vladivostok. Falleció, tras una dura enfermedad, un mes después de nuestra llegada a casa con Lera; y estaremos siempre en deuda con él y su familia. Tuvimos la fortuna de compartir con él y su esposa Lyuba nuestro proceso de adopción...y descubrir con ellos y con nuestra querida amiga Katia y sus amigos(o incluso una de las doctoras de la casa cuna y las cuidadoras), que tras ese carácter introvertido, existen personas con gran corazón, a pesar de no expresar los sentimientos de manera tan abierta como estamos acostumbrados en España. 
Viviremos pues, una nueva experiencia, ya que aunque muchos lo piensan desde el mismo día de su llegada a casa, pocos, por distintos motivos, acaban realizando ese viaje que tantas dudas puede generar. En nuestro caso, conociendo a Lera; creemos que será muy importante para ella, poder conocer aquel lugar y su entorno, ya que nunca antes tuvo ocasión de hacerlo. Reconoce perfectamente casi cualquier lugar de Vladivostok, por los vídeos e imágenes tanto nuestros como de internet, que nos pide continuamente; y recuerda detalles de cuando apenas tenía dos años (de su vida en la casa cuna), así es que, afianzará su conocimiento y verá con sus propios ojos, cómo es el lugar del que tan bien le hablan y con tanta nostalgia, sus papás... 
Compartiremos esta experiencia con vosotros...y a buen seguro que a muchos os genera algún cosquilleo en el estómago. Me consta que a muchos les encantaría también hacer este viaje; y creo que si todo va como deseamos, no será tampoco el último que hagamos nosotros... Quizás en alguna ocasión, nos atrevamos a hacer este viaje varias familias juntas, para como tantas veces soñamos, compartirlo con quienes mejor comprenden cada sentimiento. 
Ante todo, esperamos que esta experiencia y mantener los vínculos ya existentes, sirvan para que Lera siempre conozca la realidad...y nunca dude que todo lo que la contemos acerca de su historia, será lo mismo que nosotros sepamos: para que tenga Confianza plena en nosotros y Seguridad total en sí misma. En el futuro, será ella misma quien decida; pero al menos, verá volver allí con naturalidad y con ese hormigueo de saber que allí están sus raíces y que allí, nuestra familia comenzó una historia de amor que nunca podíamos haber imaginado...que su propia historia puede ser vista con optimismo y como base para afrontar y superar cualquier obstáculo que se presente en la vida; y por supuesto, para nunca rendirse, sabiendo que en algún lugar habrá siempre una solución o se puede presentar una oportunidad. Trataremos de inculcarle la Perseverancia, el Esfuerzo, el Respeto, la Bondad, la Amistad y la Generosidad...pero la mejor manera de comenzar, es con el ejemplo: y también conocerá la importancia de la Realidad, la Verdad y por supuesto, sus Orígenes.
En esta ocasión, pretendemos disfrutar de la tranquilidad de realizar este viaje sin presiones y sin la tensión con que lo hicimos anteriormente en nuestros viajes...por supuesto, con nuestra hija: pero también es cierto que, a medida que se acerca el día, los sentimientos son más fuertes; y las emociones, aunque distintas, nos permiten sentir que estamos viviendo un nuevo sueño. Y como siempre, queremos compartirlo con vosotros. 


     Pues bien, aquí comenzaba ya nuestra aventura...

miércoles, 12 de octubre de 2016

Una nueva experiencia: Regreso a VLADIVOSTOK.

     Querida familia...queridos amigos:
Como prometía hace unos días en esa última entrada del blog, tenemos mucho que contar y muchas experiencias, sentimientos y emociones que compartir y transmitir. Esta experiencia, viene marcada a fuego en nuestra historia familiar, ya que se trata de nuestro regreso a Vladivostok; pero eso sí, con una notoria e importante diferencia: en esta ocasión, lo hacíamos ya junto a nuestra querida hija Lera. 

     Durante los próximos días, iré narrando nuestras andanzas y aventuras por el Lejano Oriente ruso...compartiendo experiencia y tratando de transmitir los sentimientos que despertaba cada momento y cada lugar; y lo que es aún más importante, la relación tan íntima y personal que hemos ido tejiendo y forjando junto a cada una de las personas con quienes hemos tenido la fortuna de compartir nuestro proceso de adopción, en aquellas lejanas tierras de Vladivostok. Allí, compartimos maravillosos momentos junto a quienes consideramos parte importante de nuestra familia; pero también lo hicimos con quienes ya no están... Nos habíamos propuesto una serie de objetivos muy ambiciosos; pero gracias a todos ellos, pudimos ver cumplidos todos nuevos sueños y deseos, así como seguir soñando con nuevos proyectos e iniciativas que si todo transcurre como debe, quizás podamos compartir en el futuro. Nuestro regreso, consiguió no sólo mantener el vínculo que nos une con este lugar y sus gentes; sino estrecharlo aún más y sentirnos si cabe, más agradecidos por el milagro que allí se hizo realidad. 
     Espero que esta nueva aventura; pueda servir de ayuda a otros, o al menos, dejar a un lado los miedos que pueden surgir acerca del regreso a los orígenes de nuestros hijos... 
     Como en muchas ocasiones he tratado de transmitir y reflejar, Lera consulta y nos solicita constantemente los vídeos e imágenes de cada uno de nuestros viajes a Vladivostok; por lo cual, de algún modo ha continuado en contacto con aquel lugar; recordando con alegría los momentos compartidos de nuestros encuentros, así como pudiendo conocer lugares que no había tenido ocasión de contemplar aún... Era por tanto para ella, una aventura y experiencia familiar, teniendo conocimiento pleno y completa seguridad en que se trataba de un viaje de vacaciones; del cual volveríamos nuevamente los tres juntos a nuestro hogar: su confianza e ilusión, no dejaban de sorprendernos; pero tampoco lo hacían sus recuerdos y su alegría por regresar a un lugar, donde la aguardaba mucho más cariño de lo que podíamos imaginar. 
     Comienza por tanto, una nueva aventura de Nuestra Historia; en la que iremos detallando cada una de las jornadas...que irían ganando en intensidad y emociones, a medida que el viaje avanzaba. Una maravillosa experiencia, en "el lugar donde los Sueños se hacen realidad"...Vladivostok.