Mostrando entradas con la etiqueta jardín de los sueños. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta jardín de los sueños. Mostrar todas las entradas

martes, 9 de julio de 2013

Hasta pronto, Vika: nos vemos en Zaragoza...

     Hola, Fernandito Denís:
     Hoy, debo contarte una cosa, que quizás ahora mismo no comprendas, pero que pronto, sentirás en tu propias carnes...
     Hay una amiguita tuya, que abandonará posiblemente hoy, (si no, lo hará mañana) vuestro jardín de las ilusiones y los sueños... Esa niña, a quien conocimos al ir a tu encuentro y nos hizo muy felices con su presencia, deja la casa cuna para comenzar una vida muy muy feliz con sus papás y el resto de la familia que les espera en España, con todo el cariño y el amor que ha necesitado siempre... Allí, estáis muy bien atendidos, pero falta lo más importante para que seáis felices: estar en vuestra propia familia... Ahí será cuando curéis la única enfermedad que os acompaña: la de la falta de un cariño incondicional y constante, que conseguiréis todos al llegar a casa.
     Probablemente,  por la cercanía que habéis tenido y por lo que habéis compartido durante éste tiempo juntos en Vladivostok; seas más consciente de su ausencia, que incluso de la nuestra, ya que con nosotros, y aunque han sido muy felices, sólo has compartido 5 días... Estoy convencido, que la echarás de menos, porque es tu compañera de juegos; pero te puedo prometer, que pronto, la volverás a ver...y eso será posible, porque mientras permanecéis allí, nosotros ya hemos conocido a sus papás y hemos permanecido juntos en la espera; deseando que llegue el día en que vuestro reencuentro, pueda hacer que nos conozcamos en persona. Sin duda, será un momento muy entrañable, que ya ansiamos seguir viviendo ésta maravillosa experiencia en toda su extensión; y porque ese contacto y esa cercanía entre vosotros, puede ser extremadamente importante y placentera para vuestro desarrollo...
     No será un adiós, sino un hasta luego; así que, en el momento de la despedida...dale un abrazo muy fuerte y susúrrale al oído un "hasta pronto, Vika: nos vemos en Zaragoza"... y a su vez, ese abrazo, nos llegará a nosotros...
     También nosotros, la echaremos de menos en nuestra próxima visita: pero estaremos más que felices sabiendo que donde esté entonces...es el mejor sitio donde podría estar...

Algunas veces, un abrazo hace que la tristeza desaparezca por un instante...y podemos respirar.