Este segundo día, ha sido muy complicado... El sentimiento hacia la peque es el mismo: la sentimos nuestra, porque está vez incluso, vemos aún más necesario que esté cuanto antes en una (nuestra) familia, pero se hace difícil tratar de luchar contra tantos sentimientos y recuerdos. Los inevitables recuerdos, llegaron este día, porque lo que una vez fue tan fácil, ahora parecía darnos la espalda: es imposible que no nos vengan a la cabeza las comparaciones, pero no casualmente entre los niños (que nada tienen que ver uno con otro ni siquiera su situación), sino en cuanto a los sentimientos que nos invaden y que tanto distan unos con otros... El año pasado, todo fue tan simple y perfecto, que ahora cuesta afrontar las dificultades que van surgiendo, a pesar de los regalos que nos hace nuestra pequeña en forma de sonrisas y esos momentos compartidos. Está claro, que no es aquella primera vez, porque nos invaden los momentos de temor, de miedos, incertidumbre e inseguridad sobre el final feliz de esta nueva asignación, y que no tuvimos hasta ahora. Nuestros mecanismos de defensa (el propio subconsciente), nos alertan constantemente de las dificultades y nos hacen ser más cautos a pesar de la insistencia en ganarnos su corazón. Es difícil de asumir que su corazoncito aún no está abierto a nuestro amor, a pesar de todo el esfuerzo; pero debemos comprender que seguimos siendo desconocidos y que ella tampoco puede comprender lo complicado que fue todo para nosotros, llegar a estar junto a ella en estos momentos. Son instantes tan deseados, que necesitas obtener resultados casi inmediatos, y cada niño (como los adultos) asimila de un modo la atención y la dedicación de los demás. Sólo esperamos ese fruto que es el Amor recíproco; y personalmente necesitamos esa aceptación por parte suya y que quizás nos esté ofreciendo ya sin darnos cuenta. Pasaban las horas y esos recuerdos nos lo hacían todo cuesta arriba; como si tuviéramos que desprendernos de ellos para poder apreciar lo realmente positivo (pero distinto) de cada encuentro. Si no hubiéramos vivido esa primera experiencia, posiblemente todo, nos parecería perfecto; pero no podemos ni debemos olvidar (porque nos ayudará a aprender de ella) que fue real, con su alegría y su tristeza. Hoy, recordábamos a todas esas familias que pasaron por esta experiencia antes que nosotros, puesto que debieron sentir esas dudas al igual que nos invaden ahora a nosotros. En principio, podríamos pensar que sería muy fácil: que llegaría un nuevo Flechazo y todo sería maravilloso de repente otra vez; pero no es así. Sentimos en nuestros corazones a nuestra pequeña, y vamos poco a poco comprendiendo ese amor por ella, como si estuviéramos aprendiendo a querer... pero a veces, los avances no parecen suficientes para poder aliviar los temores que invaden nuestro camino. No podemos aislarnos y pensar únicamente en el aspecto más grato de nuestros encuentros y necesitamos sentir que nuestra presencia la hace feliz...aunque quizás esa primera vez, todo nos pareciera aún mejor y más fácil de lo que fue. Comparando algunos aspectos, la reacción fue muy parecida en ambos casos, pero quizás el hecho de que esté menos desarrollada y haya encontrado el estímulo más tarde que Denis, sea el motivo por el cual sus sentimientos hacia nosotros, tardan más en aflorar...
Esta vez, el entorno lo hace más difícil: el trato y cuidado hacia ellos es bueno, pero no beneficia ver otros grupos de niños que a veces dificultan nuestra intimidad e incluso provoca desviar la atención de quien la necesita... Observamos a quienes tanto necesitan lo que ofrecemos a nuestra hija, que nos duele mucho sentir que todos ellos también tienen las mismas carencias.
Quizás esa primera vez, te marca tanto que lo idealizas y no te permite ver y apreciar la verdadera realidad...
Cueste lo que cueste, está más que claro, que encontraremos los resultados: los mismos que quizás ya estemos obteniendo en forma de sonrisas y momentos mágicos e inolvidables al lado de nuestra pequeña... Quizás, nuestras metas para este viaje pudieran ser inalcanzables y creyésemos que volveríamos a casa con todo el trabajo hecho; pero está claro y además lo sabemos, que la adopción es una carrera de fondo y en la constancia está el éxito y la recompensa en forma de Amor.
Hoy, nos espera un nuevo día de Esperanza y sorpresas y en que creemos que todo irá un poquito mejor...