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domingo, 17 de noviembre de 2013

Cinco meses ya sin tí... Carta a nuestro hijo.

Hijo mío:
     Hoy hace 5 meses que te conocimos… cinco meses de vivir los momentos más maravillosos y deseados de nuestra vida: de sentirnos padres y de saber ya, que estaríamos dispuestos a dar la vida por ti.
     Habrá quien no lo comprenda; pero quien realmente sepa lo que es el sueño de cumplir con lo más deseado en la vida, se dará cuenta de la magnitud de ese momento y el consiguiente dolor de ésta espera.
     No encuentro palabras para expresar todo lo que pasa a diario por nuestras cabezas; pero te puedo decir, hijo mío, que si la espera normal que discurría entre el viaje de asignación y el juicio de adopción, parecía duro de soportar…estos meses de angustia, han generado unos sentimientos  muy difíciles de soportar e incluso de definir. Es la agonía constante de sentir el corazón herido, aunque lleno de amor por tu recuerdo…ese mismo que desearíamos haberte dado ya…
     Cinco meses conociendo la necesidad que tienes de tenernos a nosotros a tu lado; a tu familia: pero también cinco meses en que no podemos vivir, no tenemos alegría e ilusión por otra cosa que no seas tú y el tenerte cerca. Quien nos pueda ver a diario, sentirá la tristeza de tantos momentos de sufrimiento, que incluso a veces, deja mostrarse en nuestros ojos. No podemos permitirnos disfrutar; ni vivimos el presente, porque únicamente soñamos con el mañana…con el día en que por fin, podamos sollozar de alegría y gritar todo el dolor contenido… para seguir acompañando después, a todos quienes sueñen, como hicimos nosotros en su momento, con afrontar este camino de esperanza en busca de la felicidad, en busca de nuestros hijos: de todos los pequeños que como tú, esperan su oportunidad de formar parte de una familia donde ser amados y cuidados. Seguiremos mirando al futuro con ilusión, y cada vez con más convencimiento de soñar, de desear una vida junto a ti, porque de corazón; es lo único que queremos en la vida.
     Fernando Denis, te amamos con toda el alma; y habrá manera de que toda esa energía y fuerza te lleguen, para irte mostrando el camino y que puedas sentirte ya acompañado durante el resto de tu vida…