Aunque se apague la luz que ilumina tu camino...hay que seguir adelante.

     Estos últimos días, recuperamos un poco de alegría y sobre todo, tranquilidad. Las malas noticias y la falta de descanso y nerviosismo en los últimos meses, habían provocado un gran perjuicio de la salud; que parece va quedando a un lado con la vuelta poco a poco de la normalidad y la ilusión generada en torno a ese hij@ que en algún lugar de Vladivostok, nos está esperando. Todo queda en uno más de los sustos y sorpresas que nos han rodeado últimamente.
     No es justa la vida para quien trata de vivirla desde el Amor y la Bondad; porque muchas veces castiga con más dolor del que se es capaz de soportar.
     El dolor y la adversidad, nos hace al mismo tiempo fuertes, si sabemos sacar de ellos un aprendizaje; pero más fácil sería poder aprender de la vida de cualquier otra manera...porque provoca que cualquier trago, sea amargo.
     Muchas veces, recapacito y me viene el recuerdo...de lo que pudo ser y que fue el mayor deseo: algo que teníamos ya en nuestros brazos y en nuestro corazón y que de manera cruel e inesperada, nos fue arrebatado. Hay momentos en que el corazón se vuelve a romper en mil pedazos; y en que no encuentras nada que parezca servir de consuelo, ni de unión para esos trozos del corazón que sufre... pero siempre hay que volver a pegarlos con la Ilusión y la Esperanza de una nueva luz generada en torno a otr@ pequeñ@, a quien volver a ofrecer todo nuestro amor y cariño.
     El recuerdo de los abrazos, con tanto sentimiento y Amor; y la necesidad de todos nosotros (de los 3) de darlos y recibirlos... La dulzura y la inocencia de un pequeño necesitado de tantas cosas básicas, llamándote "papa y mama", cuando sabes perfectamente que nunca ha sentido el cariño hasta ese instante en sus dos años de vida: y que nunca ha tenido ese papa y esa mama antes. Darle lo que más quieres (el Amor) a quien más lo necesita...y saber que ya nunca más se lo podrás dar... Conseguir la Felicidad de un niño que nunca antes la ha sentido... y deseárselo dar durante toda la vida, pero no poder hacerlo: Eso es duro, pero habernos permitido ofrecérselo y hacérselo sentir, tampoco tiene precio ni comparación con cualquier otra experiencia...es maravilloso; y lo volveremos a vivir muy pronto. Y quien sabe: nunca renunciaremos a volvérselo a ofrecer, si fuera necesario para él...
     Quitaron esa luz a quien la necesita para caminar; y ese bastón en el que apoyarse en los peores momentos y cuando más falta hacía... y aún así, siempre hay que mirar al frente y vivir el presente con ilusión, en busca de los sueños y la felicidad del futuro... No mires atrás, salvo para recordar las hermosas experiencias vividas.