lunes, 23 de marzo de 2015

Enseñando a Lera lo que es el cariño.

     De manera natural, echamos la vista atrás y vemos y sentimos los cambios experimentados por Lera desde que llegamos a casa. Han pasado ya dos meses, que entre consultas médicas, tramitación de documentos y demás, han pasado casi sin darnos cuenta. Durante estos dos meses, han ocurrido muchas cosas a nuestro alrededor: tuvimos que despedir en la distancia a nuestro querido Iván, y ayer lo hacíamos también de otra persona especial; que como el propio sacerdote decía, "nos hizo más dulce la vida a los demás": nuestro amigo Manolo, quien da nombre a los tan apetecibles "manolitos" (mini croissants que se han hecho muy famosos por estos lares...). Pero no tan sólo consiguió eso, sino que nos permitió sentir por él un cariño especial. 

     Ayer mismo, nuestra hija nos acompañaba a desayunar a la cafetería (como hacemos siempre que es posible desde que llegamos a casa), y comía esos manolitos que tanto le gustan...y que como cualquier otro dulce, sigue llamando "Pan"...jijiji. La observaba mientras comía, y contemplaba esos tan evidentes cambios en su actitud y su físico: unos mofletes que no puedo resistir a morder cada vez que encuentro ocasión (para no enfadarla), y una felicidad en su rostro, que le permite aceptar de buen grado y comprender los gestos de cariño que tratamos de ofrecerla (aunque no siempre, claro!). 
     Esta semana, hemos sentido como Lera se abría un poco más a nosotros: su carácter dio un cambio repentino en nuestro primer viaje en coche a Ávila este pasado martes...y desde entonces, nos ha dedicado muchos más gestos de cercanía y afecto. Estas últimas semanas también, ofrecía más su rostro para recibir e incluso obsequiarnos con unos besos que hasta hace muy poco, eran escasos, por no decir nulos por su parte. Lo cierto es que, tras un camino tan lleno de espinas, era frustrante no poder recibir esos abrazos o besos de nuestra pequeña; pero la realidad y lo triste, es que el único motivo para ello era no conocer su significado... Ahora, ya experimenta una sensación positiva a las muestras de cariño; y cuando lo hace, nos permite sentir una paz y felicidad interior, que es muy difícil de expresar. Lo cierto es que, el cambio es tan progresivo, que sólo lo sientes realmente al tomar una referencia un poco anterior en el tiempo, porque el día a día, no permite notar ese comportamiento tan distinto. Ha habido muchos cambios en su vida tras poder observar con más nitidez el mundo que la rodea...como si al fin pudiera sentirlo: como si el cambio al ponerle gafas, le sirviera para ver un mundo en tres dimensiones, tras haberlo podido únicamente hacer entre nubarrones. También, queremos conseguir que no olvide su idioma de origen, y contaremos con el apoyo de una chica rusa que nos visitará todas las semanas para que mantenga un vínculo y pueda continuar el aprendizaje cuando le sea posible. Pero también, ha conseguido tener sus propios pendientes: o mejor dicho, ya tiene los agujeros en sus orejas, que le permiten exhibir esos pares de pendientes con que fue obsequiada tras su llegada a España. Se siente feliz pudiendo portarlos; casi tanto como de llevar esas gafas que le hacen sin duda alguna, poderlo ver todo mucho más claro y hermoso: no rechistó lo más mínimo al hacerle los agujeros, porque sabía que después, le permitirían llevar unos pendientes como los de mamá!!! Así pues, luce con orgullo, algo más que le permite sentirse especial...y cada día son más los motivos. Son muchos los detalles que nos deja a diario; como pedirme que le ponga música cada vez que para un momento de jugar...o de comer! 
     Cada día, se asemeja más a un ángel!: si no fuera por esos detalles que en ocasiones, nos hace creer en los pequeños demonios que cada vez más, va dejando escapar de su interior. Las dudas, van dando paso evidentemente, a esa Confianza que siente en nosotros...y sin duda, le hace tener mucha más Seguridad en sí misma y todo lo que la rodea. Sigue teniendo sus rabietas, pero qué niño no las tiene a su edad? Lo que está claro es que no tiene ninguna maldad; pero sí muchas carencias en cuanto al significado de  la mayoría de cosas a su alrededor. La Recompensa es cada día mayor; como las ganas de ayudarla a seguir mejorando. Por tanto, es maravilloso poder compartir cada instante con ella: pero aviso a navegantes!..."sin duda, esta tarea no es fácil; aunque sí enormemente gratificante cuando sientes que los cambios comienzan a llegar". Y como siempre se dice: "adelante, mucho ánimo, que al final todo merecerá la pena" (aunque incluso para nosotros, cualquiera de los pasos, ha sido muy enriquecedor; por la experiencia vital que nos ha proporcionado).
 

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