Todos los días, pasamos horas y horas pensando en alguien a quien todavía no conocemos: y que posiblemente, todavía no haya nacido...estaremos destinados a encontrarnos en el camino: un camino lleno de baches, pero que se afronta con toda la ilusión y el cariño que puede caber en nuestros corazones.
Cuando empieza éste camino, te estremece y emociona saber cómo viven los niños en otras culturas, países y circunstancias: todas las noches me acuesto pensando en ellos y rezando por la salud y la felicidad de todos ellos y...pensando que un día, uno de ellos será el que nos dé la alegría de Ser Padres...
Qué injusticia: que haya gente que no de la importancia que tiene, a un hijo que esté a punto de llegar ó incluso a uno que ha nacido ya...y que haya otros que lo daríamos todo por tener uno y no lo hayamos conseguido (aún)...
Un bebé nunca puede ó debería ser una carga: es algo por lo que vivir y por lo que luchar...algo que te haga pensar en lo que verdaderamente importa en la vida y en el matrimonio: y lo que da sentido a la palabra Familia...
Llega un momento en la vida, que la misma naturaleza te pide un hijo(-a) y la adopción es otra forma igual de válida e interesante de hacerlo realidad.
A nuestra vida y a nuestra casa, sólo les falta una cosa: un hijo(-a). Y estamos convencidos de que estamos capacitados y preparados para darle todo lo que pueda necesitar y lo que se le deba dar a un niño(-a): es el momento ideal!
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