Hijo mío: tú, eres la luz que alumbra nuestra vida, y quien nos da ánimo en los momentos más duros.

     Hijo mío: quiero decirte, que hoy, es el cumpleaños de la persona más maravillosa que conocerás en tu vida... la misma que a mí me encandiló y me enamoró en el mismo momento de conocerla, exactamente igual, que me pasó contigo; pero muchos años antes. Es el cumpleaños de mamá... la misma que se emociona cada vez que te recordamos: aunque de cara a los demás, demos síntomas de fortaleza, otra cosa son los momentos de triste intimidad. No será un día de celebraciones, porque tú eres y serás el motivo para ellas...y no estás aún aquí.
     Será un día de lucha por tenerte a nuestro lado: un día triste por no tener la certeza de estar pronto junto a ti...con toda seguridad, el cumpleaños más triste que hayamos vivido juntos mamá y yo; y aun así, pensaremos en las opciones que nos quedan para lograr tenerte pronto en casa...pensando en algo que se nos escape y donde probablemente, se encuentre alguna solución...
     No están las cosas para muchas alegrías, tras el cierre de una de las regiones siberianas rusas (Kemerovo), a las adopciones internacionales... Llena aún más de incertidumbre el futuro de las familias; y no podemos esperar a que se prolongue la negociación en el tiempo, si no nos dan la seguridad de que los juicios, mientras tanto, se van reanudar (y por tanto, poder seguir realizando asignaciones y no colapsar los procesos): únicamente, queremos tener ya a nuestros hijos con nosotros, aunque el Convenio Bilateral tarde alguna semana más...pero para quienes hemos conocido a nuestros hijos, no puede pasar más tiempo porque podemos perderlos para siempre...
     Hemos luchado, seguimos y seguiremos haciéndolo, por la firma de éste necesario Convenio Bilateral, porque es una garantía de futuro, pero es imprescindible y necesario para todos nosotros, poder tener a nuestros hijos en nuestros brazos...no nos pueden arrebatar el corazón, porque es fundamental para poder respirar...
     Estamos tratando de encontrar una vía para poder transmitir nuestras necesidades a las autoridades, así como tener información actualizada y veraz, puesto que somos los principales interesados y afectados por ésta situación...y ésta vía, pasa por una reunión con los representantes españoles que vayan a negociar con la Delegación Rusa: con los responsables de los departamentos ministeriales, implicados en la negociación. Esperamos conseguirlo y poder poner en su conocimiento, la situación de las familias.
     No puedo pensar en que nuestro hijo; ese niño que no tenía dos años cuando lo conocimos, pase tanto tiempo sin nuestro amor; y que pierda a su edad, otras Navidades, con todos los momentos y recuerdos que le pueden aportar en su vida... cada minuto, cada segundo que pasa, es un momento de tensa y dura agonía, que nos hace sufrir indescriptiblemente por la tristeza de su ausencia.
     Nuestro hijo es, desde el momento en que lo vimos, la luz que alumbra nuestra vida; y lo que nos permite tener esperanza y ánimo en los momentos más duros.
     Ésta semana, además de luchar por él, rezaremos, porque nunca hubo algo más importante para nosotros: y Dios bien lo sabe, ya que en los momentos de tristeza y en la oscuridad, siempre le confesábamos nuestro deseo y nuestra esperanza de ser padres... Mucho tiempo ha pasado ya, y sigo soñando con esa frase que algún día podría perfectamente figurar en mi lápida: "nosotros, pedimos a Dios lo que queremos; y Dios, nos da lo que nos hace falta"... Y lo único que "nos hace falta" en nuestra vida, y creo que lo hemos tenido claro desde el principio, eras tú, Fernando Denis...y el Destino, el que nos ha llevado a conocerte y nos debería llevar a tu lado para siempre. No podría ser de otra manera, porque no creo que Dios, vuelva a ver en nuestra tristeza y frustración, "lo que nos hace falta"; como tampoco creemos que desee ver a nuestro hijo, otra vez alejado de su familia, dispuesta a darle ese amor que siempre ha necesitado...
     Todo el sufrimiento y la adversidad que siempre nos ha acompañado, podría merecer la pena, si lo que nos espera al final del camino, es lo más anhelado en nuestra vida: ese niño que conocimos en Vladivostok, y que, a pesar de la distancia, vino al mundo para ser nuestro hijo...
     Hijo mío, te prometo, que daremos todo nuestro esfuerzo, para estar cuanto antes a tu lado...para siempre.

Deja que el amor de tu corazón, sea la luz
que te guíe en los momentos más oscuros...