lunes, 7 de octubre de 2013

Ahora, sólo esperamos alguna noticia que nos permita llorar: pero esta vez, que sea de alegría...

     Hijo mío...parece que se va despejando un poco el camino y se empieza a vislumbrar un poco más de luz al final del túnel: te sentimos más cerca y a buen seguro que necesitarás nuestro calor, tanto como nosotros necesitamos el tuyo... Han vuelto las temperaturas nocturnas bajo cero a Vladivostok y deseamos estar pronto junto a ti...
     Posiblemente, ahora mismo, llegarán  unos amigos nuestros a tu misma casa cuna: si alguien intenta hacerte una foto y te dicen que es para papa y mama, sonríe, porque quedará para siempre en el recuerdo de todos quienes te queremos...y nos ayudará a soportar la espera de la mejor manera posible. Lo daríamos todo, por haber podido acompañarlos en este viaje, pero nos tocará esperar un poco más... Las noticias de la negociación, fueron positivas, pero no conocemos su alcance: quienes lo negociaban, nos dieron confianza y se que lo hacían con el corazón; porque les caló muy profundamente nuestro amor por vosotros...les hicimos sentir la necesidad y el convencimiento de defender algo que es justo, pero además, estamos convencidos de que nos tenían al igual que a vosotros, muy presentes en esos momentos. Quiero imaginar que durante la negociación, se pusieran las matrioshkas que con todo su cariño hace nuestra amiga Montse y que se han convertido en nuestro amuleto de la suerte...en algo que siempre nos recordará estos días como una prueba de superación y de fuerza para esquivar y apartar esas piedras en el camino hacia nuestros hijos; para combatir esas espinas que pinchaban nuestro corazón y lo llevaban al límite... Siempre nos acompañará en nuestra vida, al igual que a ti, Fernando Denis, toda esa gente que nos ha brindado su apoyo y ánimo; y sobre todo, esa gran familia que teníamos y que se ha visto ampliada con quienes nos han acompañado a cada momento y durante todo este mes, con sus noches de insomnio incluidas, y nos han permitido ser fuertes...juntos, hemos conseguido ser incansables y hemos aprendido que, "nunca conocemos nuestros límites, hasta que nos vemos obligados a comprobarlos"...
     El amor por nuestros hijos, (que en el caso de algunos de nuestros más queridos amigos, todavía no han conocido) nos ha mostrado ese amor incondicional que sentimos y que todos los niños necesitan.
Ahora, sólo esperamos alguna noticia que nos permita llorar: pero esta vez, por favor...que sea de alegría...


6 comentarios:

  1. Estamos de acuerdo con vosotros. Sólo nos queda esperar, y en esto de esperar todos nosotros tenemos un máster. Pero todo llegará. Y también llegará el momento en el que la espera durará lo que tarde en abrirse una puerta, la del taxi que nos recoja en la Casa Cuna, como otras tantas veces lo ha hecho, pero esta vez cuando nos vayamos será con nuestro nene y su preciosa sonrisa :-)

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  2. Qué bonito lo que has escrito !!

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  3. OJALA QUE YO TAMBIEN LLORE DE ALEGRIA CON VOSOTROS
    UN ABRAZO OS QUIERO UN MONTON

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  4. Me has hecho recordar una frase de mi abuela "que Dios no nos mande todo lo que podemos aguantar". Con ella quería decir ni más ni menos que lo que tú expresas: nunca conocemos nuestros límites hasta que nos vemos obligados a comprobarlos"
    Estas semanas han sido un período de prueba de esa resistencia. Y, por fin se están vislumbrando los frutos de vuestro trabajo. Porque, no lo dudéis nunca, tras la firma de ese Convenio no están sólo las reuniones oficiales de funcionarios del más alto rango, sino vuestro "trabajo de campo", vuestras llamadas, recogidas de firmas, apariciones en los medios explicando la situación de padres e hijos separados por miles de kilómetros y un giro en la normativa...
    La historia está hecha de cientos, miles, millones de historias de personas que, como vosotr@s, un día se movieron para conseguir logros grandes y pequeños, para sí mismos y para los demás.
    No dudéis que, desde la gran familia de la adopción, se valora enormemente vuestro esfuerzo. Y, sobre todo, que, con vuestra actitud, habéis escrito un nuevo capítulo en nuestra historia, la de las familias de adoptados y adoptantes en Rusia.
    Gracias

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    Respuestas
    1. Tienes razón: lo que mueve el mundo, es el amor...y en éste caso, es el corazón y ese amor, quienes nos dan la fuerza para acometer y enfrentarnos a lo que nos impide ir en busca de la felicidad. De vez en cuando, hay que acabar con los complejos y gritarle al mundo lo que uno siente, a pesar de ser desconocido para la mayoría... La adversidad y las "piedras en el camino", nos hacen fuertes, si sabemos aceptarlo y enfrentarlo...y eso, nos ayudará mucho en la tarea de ser padres, y enseñar valores a nuestros hijos: hay que aprovechar todo lo que nos da la vida, como una enseñanza, aunque en muchas ocasiones, nos duela... Un abrazo y muchas gracias por todo...

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    2. Y que conste, que seguiremos luchando y defendiendo a nuestra Gran Familia de la Adopción...y la Necesidad y lo Fundamental de la Adopción...independientemente del país de origen de los menores.

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