Un futuro viaje, lleno de miedos y temores que nunca sentimos antes...

     Otro sentimiento tan real y humano que nos atrapa a nivel personal estos días, además de todas las noticias positivas que van llegando a nuestros amigos...es el de la Añoranza: el del camino atravesado hasta llegar al punto de inicio nuevamente; porque a pesar de tener asumido que sería (y será) tremendamente duro, cuesta comprender y asimilar, que nuestro peque ya debería estar con nosotros, si la Mala Fortuna no se hubiera atravesado en nuestro camino o si el Destino no lo hubiera querido así. Deberíamos estar emprendiendo el viaje de nuestra vida...el definitivo; pero aún así, sabemos que ese día llegará y será fantástico... a pesar de que hoy y cada día que pasa, no podemos permitirnos tan siquiera la alegría de disfrutar de un camino tan maravilloso y tan querido por nosotros como es el de la adopción de nuestros hijos: porque tratamos de disfrutarlo, pero ni la ilusión, nos permite aún relajarnos y pensar en un viaje que se antoja cercano, pero lleno de miedos y temores que nunca tuvimos ni sentimos antes...
     Los fantasmas atacan y golpean con dureza tras todo lo acontecido hasta el día de hoy... Ojalá, llegue pronto ese momento en que consigamos volver a recuperar el aire puro que generan los sueños y su búsqueda...y que podamos disfrutar y celebrar las alegrías que llegan; porque entonces, lo volveremos a sentir al alcance de la mano. Confiamos en que ésta vez, no se nos pueda escurrir entre esos dedos tan deseosos de caricias y abrazos...
     Nos preparamos ya, para afrontar la lucha por quien dentro de muy poco, se convertirá en la luz que ilumine nuestro camino... Tras la Autorización a la Firma, esperamos nuestra particular autorización que nos permita poner rostro, fecha y sueños nuevamente a nuestro futuro. Como siempre digo y seguiré diciendo: POR QUÉ NO HOY? Quién lo sabe? El Destino está escrito... pero no lo conocemos y quizás, sea mejor así.